Capítulo 3: Mordiscos

4.4K 532 186
                                    

- Tanto poder y sólo utilizar la mitad – rió Dabi – es una estupidez.

- ¡Cállate!

Escuchó la voz de Todoroki desde el futón donde estaba tumbado. Sabía que estaba despierto cuando pronunció aquella frase y, de hecho, había esperado durante horas para poder decirla. Le probaba constantemente, porque de alguna manera debía recabar información. ¡Era tan diferente a su padre!

Una vez vio a Endeavor. Orgulloso y prepotente, pero con unos ataques de ira que desde luego, su hijo pequeño no parecía haber heredado. Si alguna de las frases que le decía a su hijo hubieran sido para el padre, éste habría atacado sin contemplación alguna, pero... allí estaba Shoto, y su único gesto fue darle la espalda, girándose en el colchón para evitar el contacto visual.

¡No! Ese chico no era como su padre. Dabi podía entender la ira y el odio que recorrían sus venas. Rebosaba sentimientos negativos hacia la familia pero, en cambio, no gritaba, no maldecía, ni insultaba, tampoco atacaba, sólo observaba la situación buscando la calma y tranquilidad para idear un plan. Era sensato y por más que intentaba burlarse o hacerle rabiar, él seguía calmado. ¡Más o menos!

¡Más inteligente que ese tipo! Es lo que pensaba Todoroki, debía aprender de ellos. Atacar por sorpresa no había servido, sin embargo, el tiempo que estuvo en esa silla no fue del todo improductivo. ¡Desorganizados! Eran una panda de villanos unidos por un sueño absurdo donde cada uno iba a la suya. Quizá... podía empezar a ponerlos unos en contra de otros. El problema era ese tipo frente a él.

Apenas sabía nada de ese hombre. Medio rostro reconstruido a base de grapas, al igual que sus brazos. ¿Pudo quemarse? Utilizaba realmente bien el fuego y su potencia era abrumadora, tanto como para haber podido frenar su ataque. Por un momento, miró los piercings en sus orejas, a la altura del cartílago y la perforación triple en su nariz.

- ¿Cómo te hiciste eso? – preguntó Shoto, más que por curiosidad, por saber a qué atenerse con él.

- ¿Sientes curiosidad?

Todo lo que salía de la boca de ese individuo sonaba burlón. Desde luego parecía divertirse con todo aquello.

- ¡Quédate con la duda! – sonrió al darle la respuesta.

No daría nada de forma gratuita, es lo que Shoto supo al instante. Sin embargo, él tampoco quería desvelar demasiados datos. Eso le pondría en peligro y sobre todo, podría descubrir algún punto débil, ya fuera suyo o de su familia. Al fin y al cabo, querían matar a su padre y por mucho que le odiase, no permitiría un asesinato frente a él. Seguía siendo su padre.

La puerta se abrió repentinamente. Ni siquiera se molestaron en golpear o preguntar si podían pasar. ¡Él jamás habría hecho algo semejante! Todoroki sabía perfectamente, que la educación era lo principal y, por tanto, llamaría. Esos delincuentes no tenían demasiados modales o no les importaba demasiado la privacidad entre ellos. Sin embargo, eso le dejó descubrir otra faceta. No podía confiar en ninguno de ellos.

- Te requieren fuera. Ahora – notificó Spinner.

- Compórtate – sonrió Dabi hacia el chico – nada de hielo, ya tenemos bastantes cubitos en el congelador, no nos hace falta más.

Shoto le miró de mala gana, pero no dijo nada. Empezaba a conocer a ese villano como para saber que no dejaría de bromear ni de burlarse. Le gustaba hacerlo. ¡Ahora estaba hasta demasiado relajado! Lo supo por la forma en que colocó sus manos tras su cabeza y caminó hacia la puerta.

Todos estaban allí reunidos, pero sólo Tomura esperaba pacientemente sentado junto a la barra, con una copa de algo. Debía llevar un rato por cómo se estaban deshaciendo los cubitos de hielo.

Let's play with fire! (Boku no hero: Dabi-Todoroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora