...lo mucho que le gusta cuando Jaskier le defiende.
[...]
En la posada de turno, despreocupado, Geralt de Rivia toma de su cerveza. Recién término con un ogro que aterrorizaba a los pueblerinos, por lo que luego de derrotarlo, le dejaron quedar gratis y comer en el lugar. Toda una ganancia por algo tan sencillo como un ogro. Habían estado caminando y acampando en el bosque por días, así que les sentaba bien una cama y un techo sobre sus cabezas.
Jaskier había estado cantando y contando sus aventuras, ganando dinero para continuar con su viaje al día siguiente. El brujo le había perdido de vista por un rato; seguro ido con alguna doncella. No le podía importar menos.
Sin embargo, el grito despavorido de una mujer y el alboroto fuera del lugar, llamaron su atención. Suspirando, sabe el causante de todo aquello. Tomando lo ultimo de su bebida, se dispone a levantarse y caminar hasta el alboroto.
Un poco lejos de la entrada de la posada, Jaskier yace sentado en el suelo, sangre saliendo de su labio. Geralt se acerca hasta quedar detrás de él, observando a los tres hombres frente al bardo; son el doble de altos que el niño y el brujo se pregunta cómo hace Jaskier para meterse con personas como aquellas. ¿No tiene instinto de auto preservación?
Que se mantenga a su lado debe ser una señal de que no.
Sin mucho esfuerzo o aparente interés, el lobo blanco se inclina un poco y toma a Jaskier por debajo de sus brazos, alzándolo hacia arriba. Sin embargo, lejos de sólo haberlo ayudado a pararse, le toma por la cadera y le carga sobre su hombro.
—Hey, brujo, aún no acabamos con él— advierte uno de los hombres.
Con su afilada mirada y su aspecto estoico y amenazante, Geralt les reta. —Váyanse. —luego les aconseja.
—Déjame pelear con ellos, Geralt. —se queja Jaskier en su hombro, comenzando a pelear inútilmente para bajarse. —Sólo déjame golpearlos, trataron de insultarte. —suelta con rabia. —¡Sólo luchen conmigo primero, cobardes!
—Tú, pequeño bardo inútil, esa boca tuya va a traerte verdaderos problemas. —amenaza otro hombre, dando un paso al frente. Sin embargo la mirada fría y de advertencia que le da el brujo, le hace retroceder tres pasos.
—Cualquiera que quiera llegar a este bardo, primero deberá pasar sobre mi. —declara Geralt, inflando su pecho.
Nadie dice más nada, incluso Jaskier se a quedado sin palabras y eso es todo un milagro.
Los hombres se van, alegando que el castaño no vale la pena para una pelea.
[...]
—¡Debiste dejarme pelear! —se queja Jaskier cuando Geralt le suelta en la que será su habitación. —Esos estúpidos hombres que no saben de lo que hablan. —ataca en voz baja. —Si hubieras escuchado lo que decían de ti. —luego se queja realmente con rabia. Entonces comienza a decir un montón de insultos mientras camina por el pequeño espacio.
Geralt, quitándose la ropa, le ignora. Desde antes de conocer al bardo, muchos hablaban pestes de él. Nunca les presto atención, no tenia tiempo para cosas tan insignificantes. Sin embargo, Jaskier parecía realmente afectado por las palabras de los demás y no era porque hablarán de él, no, sino del brujo.
Cada que alguien menciona alguna pequeña cosa que no sea buena sobre Geralt de Rivia, Jaskier saltaba en su defensa y discutiría hasta llegar a los golpees si era necesario. Geralt entonces debe salir en su defensa y arrastrarlo lejos de los problemas.
No puede evitarlo, aunque al comienzo la presencia del niño de ojos claros y laúd era una molestia; una distracción o un obstáculo en sus peleas con monstruos realmente peligrosos, ahora se ha acostumbrado a su ruidosa persona. Siente el impulso de salvarlo y protegerlo, como ocurre con pocas cosas o personas en su larga vida.
No admitirá que le a tomado cariño, pero puede decir que de entre todo lo que hace Jaskier, que le defienda (aunque inútilmente) le gusta. Nunca nadie le había defendido con tanta energía, con tanta devoción y ciega fe. La primera vez Geralt lo sintió ilógico, inútil. Luego, sólo era conmovedor y tedioso.
La forma tan estúpida en que Jaskier se metía con hombres más grandes que él sólo para defenderlo de las palabras sin filo, le parecía valiente y tierno. Nunca nadie le había defendido, nunca en sus largos años de vida. Le había hecho sentir extraño, una sensación que no sentía con frecuencia.
—Ya quiero irme. Las personas aquí no merecen haber sido salvadas por el gran lobo blanco. El gran brujo Geralt de Rivia.
—Hmmm. —sin prestar atención, el brujo se dejó caer en la enorme cama, dejando a Jaskier discutir solo. Una pequeña sonrisa en su casi siempre estoico rostro.
—☆
Está parte fue inspirada por una publicación de una página en Facebook (Toss a coin to my witcher - Geraskier)
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Geralt de Rivia no admitirá. [Geraskier]
FanfictionGeralt es testarudo, muy pocas veces admite que se equívoca o que otros tienen razón. Sobre todos, lo es más con Jaskier, el irritante bardo que le persigue desde el bar. Todo lo que dice Jaskier es molesto, todos lo que hace Jaskier es un desastre...