Capítulo 20

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-Tu padre me odia. -dije al estar en la segura y cómoda habitación de Yeonjun. Él rio y como siempre, negó lo que incluso Dar veía que era cierto.

-Mi padre es muy sobreprotector, pero nada más. No odia a Jinyoung. -agregó.

-Pero eso es porque Dae puede cuidarse solo, además él no mi... -y justo cuando iba a decir algo sobre su estatura, callé.

Yeonjun dejó a un lado las películas y me miró, se cruzó de brazos y por su ceño fruncido me dio a entender que no debí mencionar algo sobre su tamaño.

-¿Estás tratando de decir que por ser pequeño no puedo cuidarme solo? -negué de inmediato, pero él seguía enojado.

-No traté de decir eso, Yeonjun. Solo que... -deje la comodidad de la cama y me acerque lo suficiente como para tratar de abrazarlo, sin embargo, él se alejó.

-No tienes una excusa, pero me gusta ver cómo lo intentas. -su mirada se suavizó y luego sonrió.

Sonreí al igual que él y me acerqué a sus labios, íbamos a besarnos, pero la puerta siendo golpeada violentamente nos asustó y separó.

-¡Yeonjun! ¡Yeonjun! ¡Te dije que no podías cerrar la puerta, mucho menos con seguro! -los gritos de su padre y los azotes que daba me obligaron a alejarme lo suficiente, hasta el punto de sentarme en la cama, arrinconarme y extraer mi celular para fingir que no estábamos haciendo nada indebido.

Yeonjun se dirigió a la puerta, la abrió y en menos de cinco segundos, su padre se encontraba delante mío.

-No quiero ver esta puerta cerrada. Se supone que solo verán películas, no hay razón para encerrarse.

Asentí y Yeonjun solo rodó los ojos.

-Papá, no hay manera en la cual Soobin y yo podamos hacer algo sexual con ustedes en esta casa.

Su padre abrió los ojos en par y me miró, casi gruñendo.

-Pues entonces no cierren la puerta, no hay nada de malo, además tu madre estará subiendo cada cinco minutos para entregarles una merienda...

-Para vigilarnos, querrás decir. -musitó. El señor Park me miró y luego de hacerme una seña y susurrar un te estoy observando, se marchó.

Yeonjun se encogió de hombros y volvió a las películas.

-Logré tomar prestado algunas películas de terror de la habitación de Dae, así que nos divertiremos mucho esta tarde.

Asentí, a pesar de que muy en el fondo estaba muriendo de miedo y no precisamente por el padre de Yeonjun.

***

Para la tercera película, ya me encontraba tratando de no quedarme dormido, en sí. No soy un fanático del terror, por que no me da miedo. Pero igual, las veo si alguien las pone.

Ya iba anocheciendo y la habitación se encontraba a oscuras. La cabeza de Yeonjun estaba apoyada en mi hombro y sus manos sujetaban mi antebrazo. Él no parecía tener miedo, al contrario, estaba muy concentrado en la trama que ni siquiera se percataba del miedo que el filme provocaba en mí.

-Terminó. -dije con entusiasmo cuando los créditos de la película comenzaron a pasar.

-Solo es una película. -y su risa junto al tono de burla que empleó me dio a entender que él lo supo en todo momento.

En esta ocasión el enojado fui yo y sin pensarlo mucho, tomé un puñado de palomitas y se lo lancé, el rio a la vez que lo esquivó. Y fue de esa manera que comenzamos a lanzarnos las palomitas restantes y estaba seguro de que haríamos lo mismo con los vasos, sí es que estos no tuvieran aún un poco de jugo de naranja, especialidad de la madre de Yeonjun.

Caímos rendidos y riendo en la cama, que también estaba llena de palomitas, al igual que el suelo.

-Es divertido pasar tiempo contigo, Soobin... Antes no tenía con quien compartir un fin de semana, ni siquiera ha existido persona alguna que haya logrado alejarme de mis clases de canto. Solo tú. -nuestras miradas cruzaron y entonces supe que era el momento indicado.

Mamá me había hablado mucho sobre hacer algo especial para la ocasión en la cual le pida a Yeonjun ser mi novio. Ella pensaba en grande, por lo que me dijo que comprara globos, tal vez rosas y estuviera de traje. A mí me pareció muy exagerado, pero para ella era algo perfecto.

-¿Quieres ser mi novio oficialmente? -susurré después de un largo silencio. Él se quedó sin palabras alguna y yo simplemente me volví un tonto. Tal vez había apresurado las cosas y no era el momento indicado. Tal vez ese brillo en sus ojos significaba otra cosa y yo...

-Sí quiero ser tu novio, Soobin. -su sonrisa me devolvió a la realidad y sin pensarlo tomé sus mejillas y lo besé.

No era nuestro primer beso, pero lo sentía como uno, pues sonreímos muchas veces durante este y como unos inexpertos, chocamos narices unas dos o hasta tres veces.

Al separarnos, nuestras sonrisas seguían ahí, impresas en nuestros rostros, y nuestras manos permanecían juntas. Como debía ser.

***

Fue algo difícil pedir permiso a mis padres para salir un domingo familiar, pero después de decirle que saldría con Yeonjun y que posiblemente volveríamos para la cena y lo presentaría, ellos accedieron.

Este día decidimos pasear muy cerca a mi casa, donde había un parque que siempre estaba lleno de niños y familias que iban para pasar un buen rato. Era muy pocas las parejas que decían pasar una tarde en aquel lugar, pero Yeonjun y yo íbamos a ser una de ellas.

Mi mano se mantenía sujeta a la del pelinegro, él había decidido quedarse hasta que los faroles del parque se encendieron y yo no le di la contra.

-Llévame en tu espalda. -dijo de pronto. Nuevamente no le di la contra.

Me arrodillé y esperé a que él se sujetara bien de mis hombros para tomar sus piernas y elevarlo. Escuché una risita proveniente de su parte y entonces sentí algo muy pegajoso en mi mejilla.

-Ugh, ¿Esa fue tu manzana dulce? -traté de pensar que no lo fue, pero otra risita me dio a entender que sí lo fue y entonces comencé a correr.

Yeonjun reía, mientras me decía que tuviera cuidado con los autos.

Di algunas vueltas con él en mi espalda y en una de esas su manzana salió volando. Él dejó de reír y un golpe fue lo que recibí.

-Me debes una manzana dulce.

-Y tú, un lavado de cabello. -pues para ese momento ha sabía que mi cabello, posiblemente, se encontraba lleno de dulce.

⩇⩇.   ૮ᅠpequeño¹ᅠ✶ᅠsoojunᅠキ   💀   %   ›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora