⩇⩇. ૮ᅠpequeño¹ᅠ✶ᅠsoojunᅠキ 💀 % ›

Capítulo 35

- ¿Entonces te castigaron? - hice un puchero y Yeonjun sonrió, mandándome un beso a través de la pantalla del celular. - Pensé que le dirías que yo quemé la olla. - esta vez el que hacía un puchero era él y no dudé ningún segundo en sentir ternura.

- No soy capaz de echarte la culpa, bebé.

Yeonjun dejó de sonreír y en cambio, frunció su ceño.

- No te creyó, ¿Cierto? - reí apenas y negué lentamente. Por más que insistí en que Yeonjun era el culpable, mamá no me creyó y si lo hizo por un momento, luego dijo que fue mi culpa por tenerlo distraído. - Pues me alegra tanto que no lo haya hecho. Te mereces esa semana sin videojuegos. - Yeonjun se alejó de la cámara de su celular y la dejó en una posición en la que pudiera verlo sentado.

- Cariño, no seas malo conmigo. Ya tengo suficiente con la limpieza que tengo que hacer durante estos tres días y los videojuegos, para ahora también tener tu desprecio. - traté de sonar algo triste, tal vez de esa forma Yeonjun me ayudaba con la limpieza de toda la casa y probablemente pudiera ir a su casa para jugar con Dae. Sin embargo, mi novio solo sonrio y me sacó la lengua.

- No va a funcionar, Binnie y para tu información, Dae también está castigado y no podrá jugar por un mes entero y tampoco tocar una computadora en la presencia de mis padres.

- ¿Lo descubrieron viendo porno? - si Yeonjun me decía que era eso, definitivamente me iba a parecer algo ridículo, pues cualquiera tenía derecho a verlo.

- No, en realidad ellos llegaron de su cena de aniversario y se encontraron a Dae y Jinyoung teniendo... - Yeonjun se calló de repente y entonces no fue necesario completar la oración.

- ¿Y Jinyoung? - pregunté más que sorprendido y asustado, pues el chico de hombros anchos tenía buena fama en la casa Park y no me sorprendería que ahora no lo quisieran ver.

- Jinyoung es como otro hijo para mis padres, así que le atribuyeron toda la culpa a Dae... - Yeonjun se encogió de hombros y entonces reí al imaginarme la situación tan vergonzosa que debió de pasar Dae junto a su novio. - aunque Jinyoung tiene prohibido el pase a la habitación de Dae por dos meses.

- ¿Solo dos meses? - Yeonjun afirmó. - Pensé que le prohibirían la entrada a tu casa.

- Te reitero que Jinyoung es el preferido de mis padres.

- Pensé que yo lo era. - dije tal y como un niño que descubre que es el hijo menos querido.

- Mi padre jamás te amará como ama. Jinyoung. - Yeonjun rio y le saque la lengua en respuesta.

Íbamos a continuar hablando, pero mamá nos interrumpió y me pidió que comenzará con la limpieza si es que quería descansar por la noche. Tuve que despedirme de Yeonjun y mandarle muchos besos (demasiado cursi, lo sé) antes de apagar la cámara y empezar con mi tortura.

✿ฺ

- ¿Estás seguro de que vendrás a Seúl? - Beomgyu alzó su mano y aunque quise cortar la videollamada, no lo hice, pues quería una respuesta clara... una respuesta que mi mejor amigo no podía darme por estar disfrutando de una sopa instantánea que su novio le había comprado a cambio de ver una temporada completa de su anime favorito. - Deja de comer y dame una respuesta o te juro que colgaré y la próxima vez que hablemos será en mi funeral.

Beomgyu rio y por poco y se le sale los fideos de la boca, sin embargo, lo supo controlar y ahora solo tosía con fuerza, mientras Taehyun le decía que tenía que dejar de utilizar el celular cada vez que comía.

- Beomgyu contéstame. - exigí, tratando de encontrarlo, pues el celular solo apuntaba el techo, mientras a lo lejos escuchaba unos quejidos. - Rayos... - maldije por lo bajo.

Tuve que esperar un mínimo de dos minutos antes de ver a mi amigo riendo y a Taehyun apoyado en su hombro.

- Hola Binnie. - susurró el novio de mi amigo.

- ¿Qué tal, Taehyun? ¿Ya decidiste dejar a Beomgyu y conseguirte un novio de verdad? - Beomgyu solo rio, no se enojó, y me mostró su dedo corazón.

- En realidad pienso quedarme con la imitación de novio que tengo. - Taehyun contestó y reí, pues estaba seguro que Beomgyu no se esperaba eso.

- Pues esta imitación de novio te iba llevar a vivir a Seúl, pero ahora no te llevaré a ningún lado.

- Beomie, no seas exagerado y tampoco te atribuyas esos lujos. -, le contesto su novio. Beomgyu se hizo el ofendido y no pude estar más feliz, pues con solo escuchar su conversación supe que efectivamente mi mejor amigo vendría a Seúl. - Además, mis padres son los que me llevarán a vivir a Seúl. - Taehyun comenzó a acariciar el cabello de mi amigo y aunque este ignorara a nuestro pequeño amigo, sabía que muy en el fondo disfrutaba de su contacto.

- Entonces sí terminarás tu carrera aquí. - No fue una pregunta, más que eso, fue una afirmación que Beomgyu confirmó.

- Sí, papá quiere verme y dice que las universidades en Seúl son mucho mejores que las de aquí.

Taehyun besó la mejilla de mi amigo y se despidió antes de desaparecer de mi vista. A lo lejos escuché algo parecido a un golpe y cuando vi a Beomgyu riendo y escuché los gritos de protesta de Taehyun, supe que el idiota de mi amigo le había dado una nalgada a su novio. Antes lo hacía, incluso lo hizo la primera vez que lo vio y aunque recibió una cachetada, regresó a su casa más que feliz.

- ¿Cómo vas con Yeonjun? - preguntó de repente, volviendo a tomar su pote de ramen y seguir comiendo.

- Estamos bien, regresaremos a estudiar dentro de dos días y estoy algo preocupado.

Beomgyu preguntó el porqué de mi preocupación con la boca llena y aunque quise decirle que era un marrano, mis ganas de desahogarme con alguien eran más grandes.

- Entraremos a un nuevo ciclo y según su malla curricular, este será más fuerte, al menos para él.

- ¿Y? - preguntó como si nada y viéndome con una cara de: ¿Es enserio?

- No nos veremos muy seguido y prácticamente no conversaremos hasta Navidad.

- Sabes que eso es por su bien, por el bien de ambos. - susurró mi amigo. - Además tendrán todo el verano de invierno para verse y darse sus besitos. - Beomgyu comenzó a reír después de mencionar los besos y solo me limité a sacarle el dedo corazón y terminar con la videollamada.

- Eres un idiota. - susurré, con algo de enojo. Sin embargo, eso no quitó la alegría que sentía al saber que volvería a ver a mi mejor amigo.