Akatsuki

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CAPITULO 8- Akatsuki

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El sol salió de entre las montañas, empezando a iluminar la aldea y gran parte de aquel gran imperio, donde los guerreros vigilantes y demás doncellas yacían alzadas atendiendo a su trabajo.

Sentado en uno de los muros de oro que conformaba una baranda larga y amplia que ocupaba todo el primer piso, apoyado contra una de las columnas rojizas, Naruto observaba el paisaje que se alzaba ante él. Vestía un elegante pantalón negro, unas sandalias negras una camisa blanca de botones remangada y mal abrochada y sobre esta, un chaleco color grisáceo oscuro.

Bañado y si poder dormir, se mantuvo despierto toda la noche, después que llegaran, cenaran y todos se hubieran acostado.

-Naruto-

Alguien se colocó a su lado y viró sus ojos azules hacia él. Los mismos negros de él, le miraron. Un hombre vestido con ropas elegantes y ceremoniales, de largo cabello blanco sujeto en una cola baja y de entrada edad le sonrió entre dientes.

-No has podido dormir bien- conf3irmó el de cabello blanco, mirando el paisaje- tus hombres disfrutaron mucho ayer con la comida y las mujeres, tú deberías hacer lo mismo- dijo apoyando su codo sobre la repisa y su cabeza en su mano, sonriendo- te lo mereces-

-Ellos lo merecen más que yo- y fijó la mirada al paisaje.

-Mmm…-Jiraya, así como se llamaba el anciano, se volteó, apoyando su cuerpo contra la baranda- algunos de tus hombres me han contado algo que ocurrió durante el entreno…muy interesante- le miró de reojo, esperando alguna reacción, que sabría que pronto llegaría. Se volteó de nuevo, y sonriendo con malicia, se acercó un poco a él- Hinata Hyuuga-

Naruto se tensó y volteó rápidamente a mirarle, un leve color rosado decoraba sus mejillas. Alzando sus cejas repetidas veces, con una mirada pervertida, Jiraya se retiró, sonriendo.

-¿Q-que sabes de…-

-Todo-

Naruto tragó duro

-¿Qué es todo?-

-Pues…todo. Desde el momento en que os conocisteis hasta el momento…no, corrijo, los momentos "clímax"-

Naruto viró su rostro a un lado, sonrojado y con el ceño fruncido. ¿Por qué siempre hablaban de más sus guerreros? Tsk. Esta tarde les haría entender quien mandaba ahí.

-Hinata Hyuuga eh…-masculló Jiraya, poniendo una mano en su mentón- la hija de uno de mis guerreros…-le miró- interesante- se cruzó de brazos, mirando las paredes decoradas de oro con formas de dragones, demonios y guerreros- una chica que se alista para salvar a su padre de una muerte segura…-Naruto empuñó su mano- muy noble por su parte, pero de cualquier forma, será castigada- el rubio le miró y Jiraya viró el rostro a él- es traición, ya que ocultó su identidad y suplantó a un guardia imperial. Además de ser mujer-

-¿La van a castigar sólo por ser mujer?-preguntó sardónico

-La muerte la debe cargar siempre un hombre a su espalda.- miró de nuevo hacia las pinturas- una mujer jamás podrá soportarla-

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