Toda Una Vida

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CAPITULO 10- Toda una vida

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En una habitación equipada con muebles antiguos pero bien conservados, bajo la luz del día que entraba por una ventana abierta, sobre la cama, Naruto acunaba entre sus brazos a una dormida Hinata. Rodeando con sus brazos su cuerpo junto al suyo y sus labios sobre su frente, el jinchuriki miraba la nada de aquella habitación en la que se encontraban.

Habían pasado tantas cosas en una noche que no sabría por dónde empezar…él muy furioso, un apasionado encuentro y unas duras palabras que llevaban únicamente a la verdad…

Recordaba haberle pedido a la dueña del local una habitación para poder descansar el resto de la noche, ella se ofreció encantada y le dejó una de las mejores habitaciones, aunque Naruto insistió en que no hacía falta, finalmente terminaron durmiendo en la más lujosa y, suite, de todas las habitaciones.

Después de recoger sus cosas, recordó haber acostado a Hinata y él lo hizo a su lado, abrazándola.

Pasó la noche tan rápida que, tras un par de horas de cabezada, él despertó, viéndose todavía a ese cuerpo.

Sonrió por ello. Era uno de los más bellos despertares que había tenido en tiempo…

Depositó un beso en su frente, estrechándola

-No lo comprendo-la voz grave del kurama se dejó escuchar en su interior y pronto Naruto se vio en aquella sala vacía, viendo tras los barrotes al gran demonio tumbado, mirándole fijamente.- sufrirá contigo-

-Haré lo que haga falta para impedir eso- respondió él, desviando su mirada

-Sabes que no tienes pleno control en mí. Cualquier día puedo despertar y hacer con ella lo que me plazca-

-No lo harás- le miró, observando una mirada extrañada del animal- por mucho que seas un demonio, sé que nunca podrías hacer daño a lo que más quiero-

-Tú me mantienes encerrado en este maldito lugar- masculló en un gruñido- hacerte daño a ti y a los demás es lo que más deseo. Como bien dices, soy un demonio y como tal me comportaré-

-No con mi familia-

Kurama entrecerró sus ojos dorados

-Te ves muy seguro de tus palabras-

-Creo firmemente en ellas-

Gruñó el demonio, enseñando sus afilados dientes. Naruto siguió observándolo fijamente.

-Tendrás que recompensarme por mantener a salvo a tus humanos- ordenó-negocios son negocios y si hoy es por ti, mañana por mí- viró su gran cabeza, apoyándola sobre sus patas- lárgate ahora, tu presencia divina me es desagradable-

Naruto se vio otra vez en la habitación, abrazando a Hinata.

-Por una vez quiero ser egoísta…-murmuró él, mirando con una sonrisa a la durmiente entre sus brazos.

Minutos después se alzó, la cubrió con su chaqueta y entró al baño a ducharse. El sonido del agua despertó de forma suave a Hinata, que se volteó boca arriba, frotando sus ojos, los cuales sentía cansado de tanto llorar. Se sentó y la chaqueta cayó de sus hombros, ella la miró y buscó después a Naruto en la habitación, la cual, después de escuchar el agua de la ducha, sonrió.

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