ME AND MY BROKEN HEART ✔

Chapter 14 ✔

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|DON'T MAKE HIM SUFFER ANYMORE|

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Sin querer ambos terminaron casados, pero que más podían hacer, si tenían a la persona más importante de sus vida, secuestrada.

Ambos habían aceptado, tenían que hacerlo, Jimin estaba secuestrado por esa mujer, y para colmo ahora les habían mandado, mejor dicho, le habían mandado unas fotos del estado de Jimin a Seokjin.

Fotos donde el peligris estaba más golpeado, tenía la cara hinchada y había mucha sangre. No habían pasado ni dos días y joder que Kim Sung Ryung no estaba con juegos.

Si se tardaban más, su amigo estaría muerto para cuando Taehyung halle una manera de salvarlo sin casarlos.

La mujer sabía quien era el punto sensible, por eso fue el castaño el destinatario de dichas fotografías.

Jin fue a buscar a Taehyung en su oficina, sabía que el rubio no había pisado su casa desde el día en que se enteró que su madre tenía a su novio secuestrado e inclusive lo estaba haciendo desde antes de eso.

Ingreso sin pedir permiso, no le importo nada, si había alguien o no, solo entro y se encerró con él.

—¡Taehyung! — lo llamó casi gritando.

El aludido alzó la mirada y luego volvió a su computadora.

El castaño molesto por la actitud del rubio se acercó y estampo las fotos que le mandaron en el escritorio, haciéndolo sonar por la fuerza extra utilizada y poniendo su palma roja.

—No digas que seguirás buscando como liberar a Minie, ¡no hay como! solo hagamos caso a tu madre —habló resignado.

—A estas alturas, no quiero saber cómo estará el pobre, ves las fotos... ¡¡¡Las ves!!!—

Rodeo el escritorio e hizo que el hombre se girara, lo cogió de los hombros y trato de hacerlo entrar en razón.

—Taehyung... se que esto no te gusta, se que ... piensa en mi también por favor, hoy casi muero de un ataque cuando abrí el sobre, no hay solución... sí nos demoramos más, ella terminara matándolo— intentó  hacerlo razonar, esto lo tenía con los pelos de punta y temía por amigo.

Taehyung soltó unas cuantas lágrimas al volver su mirada a aquellas fotos de su novio, verlo en aquel estado, lo destrozaba, su madre se había pasado, ¿que ganaba haciéndolo sufrir tanto? Jimin no lo tomaría como traición ¿no? Si él se casaba con el castaño era para salvarlo, después podían divorciarse y el volvería con Jimin.

Se limpio las lágrimas y asintiendo hacia el castaño, se levanto y lo cogió de la mano para dirigirse a la salida.

Ambos jóvenes muy resignados a lo que estaban siendo obligados fueron a la notaria a formalizar su matrimonio, el rubio tuvo que invertir un poco de dinero para acelerar los trámites, eso tenía que realizarse ese mismo día, no permitirían que Jimin siga sufriendo e inclusive lo mandaron a otro estado para que todo sea legal, ya que en Seúl aún no se podía.

Cuando ya realizaron todos los trámites, fueron con una copia de los documentos a la oficina de aquella mujer.

El rubio fue quien ingresó primero y con cólera lanzo los papales en el escritorio de su madre.