5.

109 7 2
                                    

-¿A dónde van ustedes dos?-

Todomatsu y Karamatsu de detuvieron justo cuando estaban terminando de colocarse sus zapatos para irse. Con ojos abiertos y sus cuerpos temblando, se miraron entre ellos dos primero dejando en claro lo apanicados que estaban. Totty fue el primero en reaccionar, suspiró suprimiendo el susto y volteó a ver a Osomatsu con una sonrisa.

-Nii-san, te dije que Karamatsu Nii-san y yo iríamos hoy a comprar nuestras cosas de spa.- Para entonces, Kara se había forzado a calmarse y usó la oportunidad para colocarse sus lentes de sol y poder ver a Osomatsu a la cara.

-Buraza, hoy iremos en una travesía para adquirir las herramientas necesarias para fortalecer nuestra masculinidad a través del cuidado personal.-

-¿Oh? ¿En serio? Mmm~.- Algo dentro de Osomatsu lo estaba molestando. No sabía qué, pero le recordaba a esa vez del incidente con Tougou, un hombre amable y cariñoso que resultó ser de lo peor. Pura intuición e instinto, pero eso era algo muy común en Alfas, sobre todo los que estaban al frente de una manada, o al menos para Oso, así era.

Y todo lo que tenga que ver con su Omega, bueno, el Omega de la manada, tenía prioridad. Un mal presentimiento y Karamatsu involucrado era algo que no debería pasar. Debía estar alerta.

-Pues hoy no tengo ganas de estar en casa, y no tengo dinero para el Pachinko, ¡Así que Onii-chan irá con ustedes!-

La sonrisa fingida de ambos se cayó y ahora de verdad sintieron pánico. No, ¡No! ¿Por qué? ¿Justo en ese día al imbécil de su hermano mayor se le antojó salir? -Osomastu Nii-san, no te vamos a invitar nada, si eso pretendes. Lo que tenemos es exclusivo para nuestras cosas.- Totty trataba de convencer al otro de no ir y diría lo que sea con tal de lograrlo. El miedo de Karamatsu era tal que ni podía hablar.

-¿Ehh? Pero simplemente quiero estar con mis hermanos pequeños, Totty. Estarán más seguros si voy con ustedes. - Ni Todomatsu ni Karamatsu sabían qué decir o hacer. Si seguían rechazándolo sería demasiado sospechoso. Sabía que no debíamos de hacer nada a escondidas de él. No debí aceptar ver a Atsushi-san. Karamatsu, aún si pensaba eso, realmente estaba emocionado por su cita. Hacía años que no salía solo, o con un amigo. Y realmente extrañaba esa libertad.

-¡Osomatsu! ¿A dónde crees que vas?- Nunca en sus vidas habían amado a su madre tanto como en ese preciso momento. Matsuyo se paró detrás del Alfa vestida para salir, sosteniendo bolsas de tela, su monedero y con los brazos cruzados. -Tú, NiNi mayor, te toca ayudarme a cargar cosas del supermercado. Anda, ve a decirle a Choromatsu que también va con nosotros. -

-¿¡Ehhh!? Pero, ¡Mamá! Mis hermanos esperan que los acompañe.-

-Pueden cuidarse solos. Déjalos, y apúrate a ir por Choromatsu. Hoy inician las ofertas del mes, se va a poner intenso y voy a aprovecharte ¡Anda!-

-Pero, ¡Pero!- Totty aprovechó la distracción para agarrar a Karamatsu de la muñeca y salieron de la casa echándose a correr con el miedo de que Osomatsu se diera cuenta de que se habían ido y los siguiera. No fue sino hasta que estuvieron a varias cuadras de su casa que se detuvieron respirando muchas veces para recuperar el aliento  mirando constantemente hacía atrás, pero afortunadamente no había rastro de Osomatsu.

-¿Crees....Que... Sospeche algo?-

-A... Estas...alturas... Nii-san, no importa ya. ¡Agh! ¡Qué castroso es! Pero al menos nos libramos de él. Le voy a mandar a Atsushi nuestra ubicación.- Todomatsu saco su teléfono y cuando terminó de usarlo miró a su hermano notando que fruncía sus cejas serio, concentrado en algo que pensaba. Y el menor tenía una idea de qué era.

-Oye, tranquilo, va a estar bien. Atsushi es amable y divertido, estarás seguro con él. - Aún después de intentar animarlo, todavía veía al mayor nervioso e inseguro. Suspiró no queriendo usar esta carta pero era necesaria. Tomó al otro por los hombros e hizo que lo mirara fijamente a los ojos.

-Karamatsu, escucha. Ahora mismo tienes una increíble oportunidad de terminar con alguien que tiene las condiciones excelentes para cuidarte. Somos NiNis, pero la probabilidad de que te mantengan es más grande que la nuestra. Por favor, no seas estúpido, no la desperdicies, porque es quedarte con Atsushi...- Llenó sus pulmones con aire sacándolo entrecortado y tragando saliva. -O quedarte en casa y correr el riesgo de que quedar embarazado de Osomatsu o Ichimatsu.-

Kara lo miró como si le hubiese crecido una segunda cabeza completamente horrorizado, el nudo en su estómago se hizo más fuerte y su cuerpo tembló mientras se le erizaba la piel. Claro que se le había pasado por la mente la posibilidad. Era de esas cosas que estás al tanto que pueden pasar, pero no las quieres pensar profundamente porque te aterran. Y en ese momento, decidió que no dejaría que sucediera.

-Tienes razón, Totty. Lo...Lo intentaré.- Ambos sonrieron un poco y justo en ese momento un auto se orilló junto a ellos y el Beta lo reconoció al instante. La ventana del copiloto bajó revelando al conductor.

-Hola Todomatsu... Karamatsu-san, ¿Estás listo?- El Omega nunca había sentido taquicardia, pero creía que eso era lo que le estaba pasando a su corazón en ese momento. Volteó a ver a Totty quien solo alzó sus cejas sonriendo. Respiró profundo y asintió abriendo la puerta del auto sentándose en el asiento del copiloto cerrando la puerta. Todomatsu se acercó recargándose en el marco de la ventana.

-Cuídalo, ¿Si?-

-Claro. Te mando mensaje cuando terminemos.- Todomatsu asintió y se separó del auto mirando cómo éste arrancaba y se alejaba. Todo había salido tan bien. Había logrado vestir a Karamatsu de una manera bastante decente, hasta se veía lindo, aunque obvio no tanto como él. Lo había motivado para tomar un gran paso en su vida. Y además, había logrado superar su crush.

¿Entonces por qué tenía unas tremendas ganas de llorar?

-A veces no aguanto mi estupidez.-

Semillas MalasWhere stories live. Discover now