capitulo II

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Katherine

Como si le hubiesen dado un golpe fuerte en la cabeza, quedo en el piso como una roca. Apenas y podía moverme no sabía qué hacer si llevarlo a un hospital o correr por mi vida, la segunda me gustaba, de pronto empecé a sentir una pesadez en mis ojos junto a un dolor en mi cabeza, como cuando mi mamá me pegaba por coger una galleta sin permiso.

Lo último que pude ver fue aquella llama, la cual se acercaba lentamente a mí, pero esta vez parecía una serpiente voladora. Me asusté tanto que me puse en pie de un brinco, cada vez se acercaba más y más comencé a alejarme dando unos pasos temblorosos hacia atrás. Hasta que me tropecé impactando mi cabeza con una roca.

Despierto gracias a un sonido corto pero potente, a lo lejos y con la vista borrosa divise a un perro con un chaleco policial y venia directo a mí, lance una mirada al costado en busca del chico pero ya no estaba, solo había un montón de plumas blancas yendo en dirección hacia el bosque. Quería correr siguiendo el rastro sin embargo los policías fueron más rápidos, uno me agarro de los hombros mientras el otro apartaba al can de donde estaban las plumas, sin hacer preguntas o verificar que este bien me sacó del bosque.

Aún estaba muy impactada de ayer ¿enserio paso eso? ¿ya estoy completamente loca? Miles de preguntas se cruzaron en mi mente, pero todas eran calladas por el oficial que decía "todo estará bien, no te preocupes" no estaba preocupada. Estaba curiosa. Una parte de mi quería ver a ese chico de nuevo pero otra quería dormir, dormir como por mil años, el perro nos seguía a regañadientes era como si quisiera ir donde el chico o simplemente pensaba que el olor era de un pájaro cualquiera de los dos me resultaban graciosas, no me había percatado pero el trayecto que recorrí era muy largo cuando pase parecía más corto pero... debió ser la adrenalina porque no le encontraba lógica ni quería encontrarle.

Cuando salimos del bosque no estaban ni mi madre ni mucho menos mi hermana. Solo reporteros hasta donde me llegaba la vista, todos estaban con una cara de preocupación, pero en sus ojos se veía la ambición, parecían perros hambrientos y yo era un jugoso filete el cual querían comer, no entendía nada solo tiraban preguntas tales como "¿cómo sobreviviste tres semanas en el bosque?, ¿que comiste?" no entendía pero el reportero dijo tres semanas?

No pude preguntarles a ellos que día era ya que el oficial metió mi cabeza dentro del auto, después de unos cuantos kilómetros y un sermón del oficial que al parecer se apellida Nucleen el coche se mantuvo en silencio aun me preguntaba porque el reportero dijo tres semanas. Lo tenía tanto en la mente que no me di cuenta de que ya había llegado a mi casa.

Cuando salí de la patrulla me quedé helada. El chico de el lago estaba hay, en la puerta de mi casa pero esta vez llevaba una camisa morada con unos vaqueros y tenis, ya no tenía el pelo blanco ahora era más un castaño amarillento y sus alas ya no estaban o bueno eso parecía, antes que pudiese gritar del asombro mi madre me abrazo con lagrimas en los ojos era como si me hubiese ido hace mucho, en el transcurso del pórtico a la casa no pude dejar de ver al chico que básicamente nos abría la puerta. Mi madre me soltó y fue a agradecerle a los policías, cuando entre el chico entro tan rápido que cerro con tal fuerza que me hizo dar un brinco.

- Ok, ahora dime ¿quién eres y porque me invocaste?, la guerra está a punto de empezar y aun no he podido encontrar a la diosa de este asqueroso universo y ahora una chica encuentra como invocarme - soltó de repente.

- ¿De qué hablas? tu viniste solo, ni siquiera sé quién demonios eres - dije con exasperación.

- Soy Jashiro, máximo ser de los siete reinos; el dios maldito de todos los dioses.

- ¿debería de interesarme eso?, mira suficientes problemas tengo como para que un loco venga a darme más.

Antes de poder decirle más cosas en su cara tan perfilada mi madre abrió la puerta, llevaba un vestido rojo que le llegaba hasta los tobillos y su pelo estaba suelto, aunque mi cabello es lizo mi madre lo tenía enrulado a mi criterio se veía muy hermosa como para estar en la casa, ella solo se puso así una vez y fue cuando pensó que mi padre había vuelto.

Guerra Por El Septimo ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora