Un BMW negro se detuvo frente a mí, no pude evitar sentirme asombrada mientras Cameron se bajaba sonriente del auto para rodearlo y abrir la puerta para que yo subiera, no había necesidad de ver hacia atrás para saber que todos los que estaban allí tenían sus miradas fijas en nosotros. Cameron llevaba unos jeans color negro y una camisa blanca en V con una chaqueta de cuero negra, me preguntaba cuando seria el día en el que el dejara de lucir tan perfecto. Cameron rodeo nuevamente el auto para ocupar el asiento del conductor.
- Desde hace cuánto tienes permiso para conducir? -le pregunte mirándolo mientras salía de los terrenos del internado
- Lo saque a los dieciséis -hizo una pausa- ya tengo diecisiete, así que lleva un tiempo conmigo. -él sonrió a medias sin quitar sus ojos del camino
- Soy yo o estas intentando presumir que eres mayor que yo? -el rio fuertemente y yo rodé los ojos
- Definitivamente eres tú, no estoy presumiendo nada. - se encogió de hombros y me dio una rápida mirada- Sabes conducir? -pregunto y yo reí-
- Por favor - dije y reí nuevamente- soy un desastre, ni siquiera puedo controlar el volante de un auto en un juego de video. - el rio-
- Si alguna vez te animas...yo podría enseñarte. -dijo mientras volvía a fijar sus ojos en mi por unos segundos
Asentí y susurre un "Claro" para luego fijar mi mirada en la ventana, Cameron iba tan rápido que los arboles eran solo manchas borrosas que eran difícil de distinguir, no me atreví a decir nada más y me concentre en su respiración tan pacífica y en todo ese amor que irradiaba, en cuanto salimos del internado había sentido un enorme cambio en Cameron, como que si realmente hubiese vuelto a ser el mismo chico que había conocido. Su energía era de un color amarillo leve, podía ver su felicidad en el aire que estaba respirando, él estaba feliz y al centrarme en su mente pude ver que su felicidad era por mí.
Contuve la respiración por un momento y luego deje escapar un leve suspiro, deseaba con todas mis fuerzas tener el valor suficiente como para arriesgarme y dejar que los sentimientos que nacían en mi salieran, deseaba poder ser lo suficientemente fuerte como para poder dejar todo salir sin tener miedo a nada, pero sabía que era muy improbable que eso sucediera.
“Es algo que viene de vidas pasadas"
Recordé las palabras de Camille, ella había dicho que Cameron y yo teníamos "asuntos pendientes", quería saber que significaba eso, pero la directora Moore nos había hecho volver a nuestras respectivas clases sin si quiera terminar la conversación.
- Tus padres viven en Hartford? -pregunto rompiendo la nube de silencio que se había creado hace unos instantes.
- No -hice una pausa- viven en New Jersey.
- Y entonces porque no estudias allá? -pregunto frunciendo el ceño
Me encogí de hombros y medite un segundo mi respuesta.
- Los padres de Camille le hablaron a los míos sobre lo increíble que era Hoffman -rodé los ojos y el rio por lo bajo
- Sobre todo increíble. -ambos reímosLuego de unos 25 minutos de camino hasta la ciudad, se me había ocurrido pedirle a Cameron que me dejara en el Hospital pero sentía que eso sería raro cuando él ya sabía que yo no tenía familia allí, Cameron manejo hasta un poco más allá de la ciudad, era una zona tranquila donde todas las casas eran iguales, detuvo el auto frente a la casa número 817, aparte mi vista de la ventana para encontrarlo a él viéndome.
- Donde estamos? -le pregunte sin muchas ganas de querer leer su mente.
- Estamos en mi casa -dijo para luego regalarme una sonrisa-Yo lo mire detalladamente sin decir nada, no quería preguntar más y creo que tenía una expresión de sorpresa bastante grande porque Cameron rio un poco y luego sonrió con esa encantadora sonrisa que causaba que mi mundo entero se detuviera y que solo estuviéramos nosotros dos, sin problemas ni diferencias, solo nosotros dos y aquel enorme sentimiento que por más que yo tratara de evitar no podía hacerlo, no más.