Enter 3: Harumi@Taniguchi

291 25 1
                                    

En días pasados hemos informado de una serie de misteriosas muertes y desapariciones de mujeres jóvenes, todas ellas menores de edad. A esta extraña ola de fallecimientos se suma la de Nijimi Anazawa, idol miembro del grupo Dog's Play. De momento las causas de su muerte son desconocidas, pues no mostraba signo alguno de violencia y las puertas de su apartamento se encontraban en buen estado. Cientos de fanáticos hacen largas filas frente al edificio departamental donde residía a fin de despedirse de ella por última vez...

***

El tiempo se sentía eterno. Habían pasado diez días desde que Yuzu conoció la terrible verdad del Mahou Shoujo Site y con ello su cabeza se volvió un lio aún peor de lo que ya era. Su percepción del mundo cambió de pronto y se repetía una y otra vez lo que lograba recordar de aquel discurso que hizo Matsuri sobre las chicas mágicas y los riesgos de utilizar las varitas mágicas que la Administradora del sitio le entregó por algún motivo desconocido. La información era demasiada, tanta que se vio obligada a transcribir todo lo que recordaba de aquella charla en un cuaderno. A pesar de eso, tenía la sensación poseer información incompleta. Algo, estaba segura, le había ocultado y era importante. ¿Qué sería? No solo era sobre los efectos de las varitas; según recordaba, Matsuri evitó hablar sobre los Administradores y su relación con las chicas mágicas. Cuando apenas había mencionado algo sobre los enigmáticos mensajeros del sitio, la chica de cabellos rosados cambió de tema.

También le llamaba la atención aquella aliada de Matsuri. ¿Quién era en verdad? Le parecía sumamente curioso que nunca le revelara su nombre y solo se refiriera a ella como "socia". ¿No debería saber de quien se trataba si estaban en el mismo equipo? Su cabeza era una maraña de pensamientos sin sentido y menos fundamento. Por un lado, entendía a la perfección el motivo que Matsuri tenía para mantener a su socia en el anonimato; la presencia de aquella cazadora de chicas mágicas era un riesgo para todas y mantenerse escondidas era la mejor estrategia para evitar un posible ataque. En todo caso, pensó, quizá ella también mantenía un halo de misterio con la socia y solo la pelirosada sabía las identidades de ambas. Si bien, esto comprendía un gran peligro para ella, resultaba un buen plan de supervivencia, incluso en el peor escenario que le vino a la mente: la verdadera identidad de esa "socia" era la cazadora mágica. Una idea descabellada, sin duda, pero posible. Mientras no se revelara la identidad de otras poseedoras de varitas, el riesgo de un ataque era bajo.

Un repentino escalofrío recorrió su espalda de punta a punta. Era una idea ridícula y temible al mismo tiempo, imposible de ocurrir según su razonamiento, pero, ¿no era poseedora de un artículo que le otorgaba un poder imposible? Se reprimió a ella misma por semejante ocurrencia, sin embargo, no era fácil de ignorar. ¿Y la cazadora de chicas mágicas era la misma Matsuri? En ese caso, todo aquello era una trampa para despojarla de su varita y hacerse con más poder. De ser así, se confirmaría la advertencia que Matsuri le hizo: no confíes en nadie. Pero ¿por qué le advertiría de todo? Se llevó ambas manos a la cabeza y se sacudió con desesperación. No comprendía nada. Maldito sitio, malditas varitas. Ella solo quería volver a ver a Mei y terminó envuelta en asuntos que iban más allá de su comprensión.

La mochila estaba en su rincón habitual y Yuzu se acercó. Solo se dedicó a mirarla por los siguientes minutos, como si en vez de su mochila aquella fuera una bestia peligrosa que podría atacarle en cualquier instante. Así fue durante los últimos días, sentía un gran temor por el contenido oculto en su mochila. En otro momento, ese miedo estaría inspirado por alguna tarea complicada, un proyecto que significara la mitad de su calificación, una pila de deberes escolares fastidiosos. Algo habitual para una adolescente como ella. Sin embargo, la causa de tanto terror era una pistola blanca que bien podría pasar por un simple juguete de plástico.

Pese a su aspecto, no había nada de simple en esa pistola. Se trataba de un objeto más poderoso de lo que creía, misterioso y problemático en varios aspectos. Con las manos temblorosas, heladas como témpanos de hielo, abrió la mochila y esperó. Desde esa charla con Matsuri, introducir la mano para sacar un cuaderno o su espejo le provocaba pavor al no saber que pasaría con ella si alguien se enteraba de aquel objeto. ¿Y si realizaban una inspección de mochilas en la academia? En primer lugar, no habría manera de justificar la posesión de aquel objeto tan extraño y que pasaría por un juguete el cual, dicho sea de paso, está prohibido por el reglamento escolar. Sin embargo, la verdadera preocupación iba más allá de una simple amonestación por parte de los profesores, ¿qué importaba una más en su historial? La varita era peligrosa y no podía imaginar las consecuencias posibles en caso de caer en manos de personas ajenas al Mahou Shoujo Site. ¿Cualquiera podría usarla o solo las chicas mágicas? No tenía la menor idea de lo que podría ocurrir. Poco a poco, sacó la pistola. Se sentía fría al tacto, como cualquier trozo de plástico y costaba creer la verdadera naturaleza de ese objeto parecido a un juguete. Alzó su muñeca. Al instante se hizo visible el símbolo de corazón que representaba su esperanza de vida. Como no había utilizado el poder de la varita desde el primer día, el indicador no presentaba cambio alguno. Eso le alegró un poco, al menos tenía certeza de que el simple contacto con esta no le afectaba.

Mahou Yuzu SiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora