Angie: De canciones pegajosas

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I

Y bien, de nuevo en la misma habitación, con el mismo hombre con problemas de estrabismo, para hablar del mismo tema repetido: Helena "mulata maldita" Sing. Alguien deme un reconocimiento o algo por el estilo, he entrado en un loop del tiempo.

De ahora en adelante va a suceder lo mismo que la última vez, hablaremos de los límites de la sociedad, de mi matricula, de mi padre ¡Oh mi padre! ¿Dónde andará?

Al final terminaré siendo expulsada, creo. Es decir, se supone que debía hacerme amiga de esta chica, y al final he terminado liándome con una de sus amigas.

¡Bien, que sea lo que tenga que ser! He descubierto la manera de regresar en el tiempo y vivir las cosas dos veces, eso es suficiente.

Sé que debería estar emocionada y reclamando mi Nobel, pero no creo poder mantenerme cuerda en este remake de «El Día de la marmota», si tengo que vivir esto una sola vez más me aventaré por la ventana.

Un minuto, le temo a las alturas, bien, creo que me dispararé, eso será lo suficientemente dramático y dejará el claro lo mucho que detesto todo en este momento.

¡Dios! ¿Qué mierda hice para merecer esto?

Lo único que cambia el panorama—aunque no lo mejora ni un poquito, todo lo contrario, lo empeora mil millones de veces—es que junto a mi está sentada la tal Helena Sing. Luce tan agradada como yo y parece que se aventará por la ventana también.

¡Oh que ternura, tenemos por fin algo en común! Si salgo de esta creo que le invitaré un café, luego caminaremos por Central park de la mano y quien sabe, el amor podría surgir.

Asco.

Lo único que lamento—además de mi obvia expulsión del Ashton Levi—es que llegaré tarde a mi cita con Jude. Pobre, tendrá que estar ahí, en el centro comercial, sentado esperando hasta que yo me digne a aparecer. Primero le cambio la hora por ese estúpido castigo y ahora por esto.

¡Oh, Jude! Donde quiera que estés, entérate que preferiría mil millones de veces más estar contigo que encontrarme acá, con cara de sapo y la mulata, reclamando mi premio por descubrir el viaje en el tiempo, créeme que sí.

Cara de sapo carraspea y revisa un par de archivos. No estoy segura si está mirándome a mí, a la mulata o a las hojas, quizás lo está viendo todo a la vez ¿Quién sabe?

Por el momento tengo un solo objetivo: no parecer afectada mientras me expulsan. De cualquier manera ¿Cómo se lo diré a Jack?

Hermano, tengo una buena y una mala noticia: La buena es que Jude ha regresado a Nueva York, a mala es que se acabó ese jamón español que trajiste ¡Casi lo olvidaba, me expulsaron de Ashton Levi! ¿Y cómo te fue hoy?

No va a estar contento, a él le encantaba ese jamón español.

—Bien chicas ¿Cómo han estado?—la mulata yo nos miramos extrañadas, esa no era la frase que estábamos esperando para iniciar esta conversación—me enteré por la maestra de matemáticas, que tuvo que castigarlas porque no paraban de conversar en clase. Me agrada que hayan entendido la lección en todo esto ¿Ven que diferente son las cosas cuando las personas se toman el tiempo de conocerse unas a otras?

¡Wow! Alguien mal entendió por completo la situación, es decir, no solo la situación, la vida completa.

No sé qué parte de la gran pelea entre la petiza con fleco y yo se entendió como la necesidad de chismosear con la mulata ¡si hasta tuvieron que sujetarme! esos chicos tuvieron que poner sus manos sobre mis hombros para que no le sacara los ojos a la enana. Aun así parece que todo está bien, o casi todo.

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