[Segundo libro de la saga Stauffenberg] A los 30 años, Elizabeth, una mujer perseverante de su trabajo y sus sueños. Consigue la paz que necesitaba con Joseph Von Kageneck, un hombre perfecto. Ella se supone que es feliz ¿Por qué su destino cambiarí...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gideon viajaba en una de sus nuevas adquisiciones un Rolls-Royce Phantom 2016 con ventanilla ahumadas entre el tráfico de New York mientras leía su correo.
- Oye Albert
- ¿Si jefe?
- Me dijeron que mi padre hablo contigo – Dice Gideon con la mirada en su tableta
- Sí señor, me entrego esto – Albert, su conductor le entrega un pequeño sobre
- ¿Y esto?
- No lo sé – Gideon abrió el sobre el cual contenía varias fotos de él saliendo de su edición y de su ático, en una de esas fotos estaba señalado en un círculo en rojos con varias palabras "Te sigue, quiere algo de ti, cuídate"
- Albert llama al contacto 2
- ¿Seguro?
- Si, hazlo – En eso le entra una llamada de Klaus
- Gideon amigo
- ¿Qué quieres?
- ¡Uy! Calma, solo te llamo para decirte que Heidi acepto cuidar a Heidan mañana
- Bueno, dile que gracias y que sea puntual a las 7am, debo estar a las 8:30 en una junta
- Ok y cuida ese humor. Oye ¿Qué harás en la noc...?
- Tendré una cena de negocios
- Ah... Bien nos vemos mañana, tendremos el sábado para nosotros dos
- Ok... Como digas
...
Gideon le rondaba en la cabeza ¿Quién le seguía? Él ya había saldado favores con la mafia rusa y con la mafia italiana nunca hubo nada o hizo algo para que le persiguieran, Kageneck estaba preso y no tenía nada
- ¿Gideon?
- ¿Qué pasa, Elizabeth?
- Te estoy diciendo que si aceptas el nuevo contrato
- ah, si claro
- ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
- Perfectamente – Le di un leve apretón a su mano – Ese negocio petrolero le ira muy bien a nuestras compañías
- Gideon
- ¿Qué pasa, Elizabeth? – Gideon tenía su vista perdida en el jugo de uva que había pedido hacia unos minutos
- ¿Tienes alguna pareja? Pues lo digo porque te conozco
- No, no quiero involucrarme con mujeres, no aun
- ¿Hombres?
- Elizabeth por favor suficiente tengo con que me hayas traído a un bar...
- Restaurante latino, deja esas raíces alemanas en Alemania
