- Franz es precioso nada que ver a Klaus que es un idiota
- Si, pero le amo, los amo. ¿Tú y Joseph no lo hacen?
- No lo sé – Camine hasta la puerta, Heidi y Klaus se habían mudado recientemente a New York gracias al nacimiento del pequeño Franz
- ¿Cómo que no lo sabes?
- Yo... Le tengo cariño, nada más - Susurre agachando la cabeza
- Debes pensarlo bien, ha pasado un año que dejaste de ver ese detestable hombre, no juegues con Joseph
- No lo hago, él sabe mi punto de vista, pero...
- Nada. No sabemos de ese canalla que por lo mínimo debe estar muerto después de ese accidente y tú te estas empeñando por tenerle ese amor. Dudo que si sigue vivo te recuerde después que te restregó en la cara que tiene prometida
- No tengo la esperanza que aún viva, además ¿Si estuviera muerto por qué el señor Abramsen nunca nombro a otro embajador y siguió con el proyecto?
- Debió encargar a otro del personal de ese petulante hombre
- Hizo mal él no informarlo
- El caso es... Cuida ese cerebrito que ha estado pensando el mismo tema por un año, no te sigas confundiendo más, deja que tu corazón decida y que espero que sea von Kageneck
- Apenas le conozco hace 10 meses
- Sé que Eric fue un idiota infiel, no lo esperaba de él, pero mira a Joseph un alemán rubio y apuesto y tú le das la espalda por un amor imposible
- Se cómo resolver esto, Heidi, no te preocupes
...
Lola, mi asistente personal llevaba algunos folios abrazos a su cuerpo le ayude con algunos mientras le platicaba del proyecto que estaba siendo un éxito
- Al fin, el jefe de industrias Stauffenberg está aquí
- ¿Al fin? Me imagino que es el señor Kart Garfenb
- Este... Si – Un hombre de seguridad tropezó con nosotros, los folios de Lola se derramaron al suelo, me agache a ayudarle a recoger al igual que aquel hombre
- Disculpe, no era mi intensión
- Tranquilo – Respondí mecánicamente, no era la primera vez que pasaba esto
- ¿Qué ha pasado, Ben? - – Una voz gruesa con un refinado acento alemán, observé de reojo y pude ver un par de zapatos negros sobre ellos caían unos pantalones azul marino. Levante mi cabeza para encontrarme con el gesto duro de ¿Gideon? ¿No había muerto?
- ¿Gideon?
- El mismo, Eli — Se inclinó un poco para recoger uno de los folios. Las gafas oscuras no dejaban ver sus ojos azules los cuales alguna vez me enamoré de ellos
- Quiero hablar contigo sobre algo... Laboral — Vi en su dedo anular de su mano izquierda una alianza matrimonial de oro blanco
- Te espero en 5 minutos. Benjamín, vamos
...
Aquella oficina que no fue abierta un año entero, aún albergaba su olor...
- Como podrás saber estuve un año por fuera y ando algo... Atrasado — Salía del baño esta a acomodando los gemelos de su camisa blanca
- Nada que no se controlara. Tu abuelo se hizo cargo después de tú...
- Si, lo sé después te explico ese suceso — Se quedó observando a la nada, estaba pensativo, deseaba preguntar algo que tal vez me molestara
- No has cambiado en nada ... Eli
- No puedo decir lo mismo de ti — Su rostro era un poco maduro, una incipiente barba que iba a juego con su reciente bigote, una cicatriz que iniciaba desde su ceja derecha hasta su párpado
- No pensaba verte... Casado
- Ahhhh... ¿Hablas de esto? — Levantó su mano
- Fue por lo civil... Todo por mi hijo, no quería que naciera en unión libre. Tampoco pensé que te entrometieras con el primo de mi abuelo
- ¿Qué? — ¿Tenía un hijo?
- Con Joseph.
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Doloroso.
Romance[Segundo libro de la saga Stauffenberg] A los 30 años, Elizabeth, una mujer perseverante de su trabajo y sus sueños. Consigue la paz que necesitaba con Joseph Von Kageneck, un hombre perfecto. Ella se supone que es feliz ¿Por qué su destino cambiarí...