- Eso mismo, Joseph no debe estar contigo
- ¿Por qué?
- Hazme caso
- Te hice caso y mira como terminamos, tú con una familia
- A parte tienes el descaro de comprometerte con Joseph. No te conviene
- Hare con mi vida lo que quiera
- Eli... - Se fue acercando, ablandando un poco su rostro – Por favor
- Ni se te ocurra tocarme porque será lo último que hagas en tu moribunda vida
- Él es mucho más viejo que yo...
- ¿Qué puedo decir de ti? Un hombre mucho mayor que su esposa
...
Debía idear un plan para que su compromiso se rompa con Kageneck, no debía estar con ella... No, de solo pensarlo me da repulsión
- ¿Cariño? – Olivia me sacudió levemente mi mano derecha
- ¿Si?
- Te hablaba de visitar a tu padre, desea conocer a nuestro pequeño
- ¡¿Qué?! – Pregunte con indignación, ¿Por qué quería ver ese señor a mi hijo? - ¿Estás loca si quieres que yo le lleve a mi hijo a ese tipo
- ¿Por qué le tienes fastidio? Gideon, es tu padre
- ¿Y? Arruino mi vida en 2 segundos
- No lo sé, pero si no vas tu yo iré a ver a Hans
- Ni siquiera pronuncies su nombre – Me levante de la mesa – Es más se me ha quitado el hambre
- Gideon ¿Podrías dejar de ser grosero?
- Hans se puede podrir en los infiernos...
- ¡Gideon!
- ¿Qué? – Gire para ver a Olivia me hizo una mueca de molestia, mi abuelo estaba aquí
- No pensaba que odiaras a tu padre de esa forma, siempre me dio mala espina para tu madre
- Señor Herbert
- Hola Olivia, ¿Cómo está mi Gideon pequeño?
- Ese no es su nombre, abuelo – Le di un abrazo, hacia un buen rato no le veía
- Me alegro que sigas con vida
- Gracias
- No vine a decirte eso
- ¿Entonces?
- Que tu padre esta abajo en el privado
- ¿Me estas jodiendo?
- No, Gideon. Mejor ve y con Olivia, por ahora le interesa verles a ustedes
...
- Pensaba verte con Hoffman – Me adentre a aquella sala de color carmín, Mi padre estaba sentado al fondo de aquel lugar
- ¿Quería vernos?
- ¿Podrías preguntar cómo estoy?
- ¿Para qué? si se lo que dirás
- ¿Eres Olivia?
- Si señor – Respondió Olivia con voz trémula
- Acércate – Apretó mi mano, me acerque con ella, sé que le juzgara como lo ha hecho todos estos años
- Eres bonita. Buena elección, hijo quiero conocer mi pequeño Heidan y no me dirás que no porque no quiero conocerlo a las malas
- Olivia, cariño, ve con Benjamín debo hablar con mi padre
- Un gusto conocerle, señor Stauffenberg – Hans le respondió con una sonrisa falsa
- ¡Por lo menos deja de ser hipócrita! — Su mirada se tornó fría, ya no me causaba miedo alguno. Le conocía de pies a cabeza
- Me da gusto verte en la cima — No me simpatizo nada lo que dijo, sabia sus intenciones, quería destruirme para quedarse con el crédito de mi compañía, pues su empresa estaba en segundo lugar en New York
- Sabes que eso es falso, maldito hipócrita
- Por lo menos demuéstrame un poco de respeto — Me acercó una copa llena de vino tinto
- Tranquilo, ¿Cómo mataría a mi único hijo? — Tomé asiento y bebí un poco de aquella copa
- Hijo, Ahora que eres padre quiero dejar las rivalidades ¿Puedes perdonarme?
- ¿Para qué? Me alejaste del amor de mi vida. Estaba a punto de casarme
- Cometiste un error y debí repararlo
- ¿Alejándonos?
- No estabas lo suficiente maduro para remediarlo...
- ¡¿No lo estaba?! — Me levanté de golpe — ¡Iba a casarme, tener algo estable y tú me lo arrebataste por un orgullo meramente estúpido!
- ¡No estabas apto para ser padre!
- ¡¿Lo sabias?! — No podía creer lo que escuchaba, mi padre sabía que Elizabeth estaba en embarazo y me lo ocultó tantos años
- Sí lo sabía, sabía el sufrimiento de tu amada. Le brinde mi apoyo y me mandó a la mierda
- Eres un hijo de ...
- ¡Cállate! Déjame hablar, explicarte lo sucedido
- Ahórrate esos comentarios
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Doloroso.
Romansa[Segundo libro de la saga Stauffenberg] A los 30 años, Elizabeth, una mujer perseverante de su trabajo y sus sueños. Consigue la paz que necesitaba con Joseph Von Kageneck, un hombre perfecto. Ella se supone que es feliz ¿Por qué su destino cambiarí...