Capítulo 3.

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Kageneck caminaba de una de las tantas calles del centro de New York, tenía sus manos en ambos bolsillos de su abrigo oscuro. Había decido ir a su departamento caminando además estaba cerca del edificio. Un estante lleno de periódicos uno en particular le llamo la atención, la portada del periódico estaba Gideon con su "pareja"

Gideon Von Stauffenberg, Quien fue dado por muerto en el accidente del Boeing 747-8, fue visto ayer en las afueras de un lujoso restaurante en Manhattan con una mujer misteriosa. Fuentes de industrias GVS nos confirma que esta mujer que solicite se identifica como Olivia Kowalski, hija del comisario del distrito de New York Douglas. E. Kowalski. Se confirmó que la señorita Kowalski es la "actual pareja" del magnate la cual han contraído matrimonio que fruto de ello, nació su pequeño Heidan. Le deseamos la mejor de las suertes a esta maravillosa familia.

- ¿Se le ha perdido algo, señor Kageneck? – La voz de un hombre le exalto

- Nada que no se... - Giro para ver aquel hombre con un arma en sus manos

- Le daré todo lo que quiera – Kageneck alzó sus brazos en forma de rendición

- ¿Crees que un hombre como yo desee el dinero de su billetera? – Tenía razón, era un hombre en traje negro costoso con un notable acento ruso, fijó su vista en la mano de aquella persona, tenía parte de un tatuaje, pertenecía a la mafia rusa no había dudas

- Voy a divertirme mucho contigo, maldita perra. Sube al puto auto

...

Quise traer a Olivia a escuchar a la orquesta filarmónica de NY, no se opuso, quería relajarse con lo sucedido ayer con mi... Padre, tocaban la sinfonía de Sergei Prokofiev: Dance Of The Knights, tenía mi mente divagando mi celular vibró en mi bolsillo, vi el mensaje de Nikita.

Sonreí. Mi plan había funcionado, un supuesto arreglo de cuentas con la mafia limpio mi imagen del ser yo el culpable de la paliza de Kageneck.

- ¿Qué pasa, cariño? — Tomé la mano de Olivia y la llevé a mis labios

- Nada cariño, solo un buen negocio me acaba de resultar

- Me alegro escuchar eso porque te tengo una sorpresa en nuestra cama — Dice con voz seductora

- Deseo llegar a casa ahora

...

- Debo irme ahora

- ¿Acaso tu esposa es celosa?

- Cállate, Debora – Termine de anudarme los cordones de mis zapatos

- Toma – Saque unos cuantos billetes de 100 dólares y se los lance a la cama – Cuando te necesite, te llamaré

- Sabes que puedo darte lo que tu linda mujer no

- ¿Si? ¿Cómo qué? – Apartó la sabana que cubría su cuerpo desnudo a un lado

- Esto – Se acariciaba sus senos al igual su coño

- Claro no. Ni se porque me meto entre tus piernas sabiendo que ella tiene ese coño perfecto y delicioso. Pero tiene algo mejor

- ¿Qué puede tener esa abogaducha que no tenga yo?

- Tantas cosas como, amor propio, es una dama tanto en la calle como en la cama y lo mejor de todo me quiere por lo que soy no por mi físico. Deberías moderar esa boquita si quieres seguir viéndome – Me doy vuelta para salir de aquella habitación de hotel

- ¿Seguro que la amas? En tus ojos veo algo diferente que amor hacia ella ¿Acaso hay otra mujer aparte de mi prima?

- Tenlo por seguro que amo a tu prima – Abro la puerta para marcharme de allí

...

Animal. La palabra que define a Gideon, por más que Joseph lo niegue, fue el. Hoy más que nada deseo verle, no había una razón para dejarlo en un hospital. Nunca le tendré miedo a ese sociópata. Abro la puerta de su oficina. Está sentado detrás de su escritorio redactando algo en su computador

- ¿Qué pasa, Hoffman? – Me observa por encima del marco de sus gafas

- Hazte el estúpido. Has golpeado a Joseph hasta casi matarlo

- ¿Perdón? ¿Por quién me tomas?

- Tu eres así...

- A ver ¿Qué día han golpeado a tu noviecito?

- El martes en la noche

- Pues ese día estaba en el teatro con mi esposa y si dudas, puedes preguntarle, está el piso de arriba

- Cierra la puta boca

- Ninguna zorra me dirá lo que tengo que hacer. ¡Vete!

- Respétame Gideon

- No me da la gana de hacerlo. Me vas a escuchar – Le sujeto de la solapa de su chaqueta

- ¡No! – Me agarra de las muñecas y me empuja demasiado fuerte. Mi culo se estampa contra el suelo

- ¡Oh! Se cayó la princesa, ¿Te ayudo? Mira Elizabeth, tú me vas a escuchar primero – Me agarra del brazo haciéndome levantar

- Si le golpeo es porque quiero, también puedo hacerlo contigo

- ¡suéltame! – Levanto mi mano para golpearle en su rostro

- Te va pesar en toda tu vida si llegas a estampar esa delicada mano en mi cara. Tus padres que pensaran si les digo que me folle el culo de su hija hace unos meses

- Gideon me estas lastimando...

- Entonces tú le vas a decir a tu noviecito que si pone esto en manos de la ley tu reputación y su vida se irán al demonio – Me suelta sin antes darme un leve sacudón

- No has cambiado en nada

- ¿Acaso me importa lo que pienses? Tengo más poder, más influencias que tu...

- ¿Solo porque eres un jodido conde?

- No. Esa influencia no la necesito. Me importa un comino si soy el duodécimo de algún castillo que quizás no me interese reclamar. M influencia de magante tiene mucho poder en un mundo capitalista, cielo

- Gideon...

- Me colmaste la paciencia

- Nunca te importe lo suficiente

- Claro que sí. Eras la razón por la cual me levantaba, eras la razón por la cual deje mi adicción al alcohol y las drogas. Te... ame cada segundo. Te estabas ahí a pesar de los problemas de mis padres y estoy en deuda contigo. Ojalá pudiera tener a nuestro hijo en mis brazos

<< Me siento solo, abatido. A pesar que tengo mi familia... No es lo mismo si no tienes a quien amas de verdad >>

...

- Tesoro, estas muy estresado — Olivia me hace un pequeño masaje en mis hombros

- He tenido días peores

- Deja el trabajo — Comienza a dejar un camino de besos por mi cuello hasta llegar al lóbulo de mi oreja

- Nena, no puedo...

- Te tengo una sorpresa

- Cielo, Heidan se puede despertar

- Me asegure que no pase

...

- Princesa... Mañana iremos a cenar con mi padre

- Con Heidan ¿Cierto?

- Si. Eres hermosa – Acariciaba su cabello que estaba esparcido en mi pecho

- Gracias, amor. Tú también lo eres – Mi celular comenzó a vibrar. No sé qué piensa esa gente en llamarme a las 3 de la mañana ¿Acaso no puedo estar en mi cama con mi esposa?

- ¿Quién es amor? - ¡Joder! Es Elizabeth

- Nadie, tesoro. Mejor conciliemos el sueño, debemos estar ahora en la oficina

Doloroso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora