"estaba maravillado"
.
.
.
.
««OBRA TOTALMENTE DE MI AUTORIA. NO ACEPTO COPIAS, ADAPTACIONES O TRADUCCIONES SIN MI PREVIA AUTORIZACIÓN»»
¡Apoya esta historia! (08.02.2020)
Yo iba sentado en el típico autobús de camino hacia mi destino, con los audífonos incrustados en los oídos, relajado en la espera de mi parada.
La puerta se abrió y un pasaje fue cobrado; el sonido de la puerta cerrándose, y no oí más.
Decidí alzar la mirada.
Ahí estabas, tú, tan opuesto a mí; con ese estilo delicado y atractivo. Trabajabas en alguna cafetería tal vez, lo deduje al ver tu camisa. Estabas frente a mí, unos asientos más adelante, pero gracias a la ausencia de gente podía observarte plenamente.
Pasaste tu mirada sobre mí, luego por la señora de atrás, seguido por las jóvenes a un lado mío en asientos distintos. "Buen día".
La primera vez que oía tu voz: y era increíblemente hermosa, como si de un arpa se tratara. Me perdí en ti desde el primer instante.
Decidiste sentarte a la vista del camino, junto a la ventana.
Te mirabas tan hermoso; tu cabello alborotado color carbón contrastaba perfectamente con el tono nívea de tu piel.
Quedé expectante en tus labios, rosados y humectados.
Exactamente, no sé cuánto tiempo mis ojos estuvieron pegados a ti. Cuando subí la mirada tú te encontrabas perdido -como yo en ti- en el camino; las bellas flores de cerezo recién habían brotado, los caminos estaban infestados por hojas de los mismos, e iba en aumento; los animales, como cachorros corrían maravillados, los niños se divertían, y un par de personas quería que un cerezo cayera en su palma.
Tal vez nunca habías venido por aquí.
El sol llegó a tu rostro haciendo resaltar tu blancura: tu ceño fruncido me parecía tan tierno, que sólo me daban ganas de ir y apretujarte en mi pecho.
Tus labios formaron una mueca que me fue imposible no ver. Pareces maravillado, tal vez nunca habías venido a este lugar, tal vez solo es que eres nuevo, no lo sé, pero, Alá que, eres la persona más bella que mis ojos han presenciado.
- ¡Bajan! -la voz del conductor me distrajo de todo entonces.
Mis pies se apresuraron a ir a la salida, no sin antes darte una última mirada; precioso, eso eras.
Estaba maravillado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cualquier falta de ortografía siéntete libre de mencionarla, me ayudas bastante con eso.
