II. Capítulo 3. Habla de los doce y calla una traición

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Akutagawa descansaba, todos estaban mirando al azabache, realmente no se miraba bien pero no podían hacer mucho, pasaban horas y horas, cuando ambos albinos regresaron. Atsushi se veía agotado, devastado y algo herido pero en cuanto el albino volvió el azabache se sintió mejor - ¿Cómo te sientes yernito? – pregunto Abadón

― Es-estoy bien – miro a Atsushi - ¿Qué paso? – pregunto

― Todo está bien – dijo Abadón – Atsushi aprendió algo nuevo ¿no es así?

― S-si... - respondió Atsushi

― ¿Atsushi-kun? – pregunto Dazai y el albino miro a todos sonriente

― Por favor, no se preocupen, en verdad estoy bien – dijo el albino alegre

Para todos fue normal pero... para Akutagawa había pasado algo. Los días pasaban, Abadón y Atsushi desaparecían de vez en cuando, por un lado Oda le alegraba que ambos demonios pasaran el tiempo juntos pero le preocupaba lo que el menor aprendiera. Un día, Akutagawa y Sakunosuke se pusieron de acuerdo para seguirlos

Los albinos se habían adentrado en el bosque, los humanos les seguían a lo lejos, el azabache podía sentir la presencia del albino menor, llegando así a un campo perfectamente oculto pero con un perfecto espacio para ambos, Abadón abrió una puerta y crazy apareció - ¿deberíamos? – pregunto Akutagawa

― Vamos – respondió Oda

Atsushi y Abadon se prepararon, un demonio había aparecido, con diestra y perfección ambos chicos atacaron al ser y en un segundo, sin dejar marcas, lo habían acabado. Abadon sonrió al chico y Atsushi respiro profundo – lo hiciste bien está vez

― ¿habrá más?

― Claro, debes limpiarlo todo

― ¿Qué está pasando aquí? – dijo Oda molesto asustando a ambos albinos

― O-Oda

― Papa...

― Jinko

― Ryu, esto es bueno, lo juro

― No cazamos demonios, ya no – se quejó Oda

― Atsushi debe aprender cosas Oda

― No es forma, es un niño y

― Papá – le hablo el menor serio – Abadon me enseña cosas buenas en está ocasión, aprendo a protegerlos a todos

― Jinko...

― Cree en mi Ryu, yo... no quiero causarles oscuridad en sus cuerpos

― Está aprendiendo rápido y liberamos al pueblo de demonios, es algo bueno

Oda suspiro miro a la luna y al chico, se acercó tallando el cabello del menor – estas creciendo fuerte Atsushi... - el albino sonrió amplio

― Gracias Papá

Había pasado tres semanas desde aquel día. El sol aún no se asomaba por la ventana cuando la palpitante alarma comenzó a sonar, entre las sabanas de aquella cómoda cama, el mayor se estiro, apago la alarma y con ese mismo movimiento se sentó en dicha cama bajando sus pies a la comodidad del tapete de piso. Volteo a ver la cama, suspiro delicadamente. Tallo sus ojos y se levantó.

Una vez cambiado, ajusto sus botas de campo y salió de su habitación, fue directamente a la habitación del fondo, pateo la puerta – LEVÁNTENSE YA

― ¡RYUNOSUKE! – grito Ango – que falta de respeto

― Si yo no tengo sexo ustedes tampoco, si vives aquí, cooperas – se quejó serio el azabache

Cazadores y Demonios || Bungou Stray DogsWhere stories live. Discover now