♥ Decimotercero acto: Ositos. ♥

8.2K 1.1K 247
                                    

Naoko tomó los moldes de silicona para hacer los ositos de goma que tanto le gustaban a su hermano, aprovechando de paso hacerle al bicolor que tanto te gustaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Naoko tomó los moldes de silicona para hacer los ositos de goma que tanto le gustaban a su hermano, aprovechando de paso hacerle al bicolor que tanto te gustaba. Yuudai se sentó apoyándose en la mesa para ver lo que preparaba

—¿Qué haces aquí, bastardo?

—¿Por qué eres tan grosera?

—No respondas una pregunta con otra.

—Quiero ver lo que haces —murmuró haciendo un pequeño puchero. Las mejillas de Naoko enrojecieron y abrazó a su amado hermano.

—Te dejaré solo por hoy.

—¿Cuándo voy a volver a clases? —preguntó con aburrimiento.

—Cuando no comas bayas y te mejores, duh. —Él soltó unas maldiciones, se aburría bastante tan solo en casa.

Por la mañana Naoko caminaba con la bolsita de tela amarrada repleta de ositos sabor cereza; bastante linda según su criterio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por la mañana Naoko caminaba con la bolsita de tela amarrada repleta de ositos sabor cereza; bastante linda según su criterio. Monoma pasó su brazo por el hombro de la pelirroja

—¿Cómo está tu hermano? —preguntó.

—Mejor que la semana pasada, ya no esta con fiebre ni nauseas.

—Niña cerezas —llamó el bicolor agarrando el brazo de la joven, la alejó disimuladamente de Monoma, pero no pasó desapercibido por el rubio.

—Oh, un inútil, ¿Qué haces por aquí, basura?

—Cállate Monoma, deja a nuestra cereza tranquila con Todoroki-san —dijo Kendo mientras se lo llevaba.

—¿Necesitas algo Todoroki? —preguntó tratando de sonar amable.

—No.

—¿Entonces para qué mierda interrumpes mi conversación con Neito? 

—Porque... Quería decirte que eres una cereza bien redonda y ¿brillante? —Silencio, solo había un maldito silencio en el lugar.

—Eres un inepto —dijo lanzando los ositos en la cara del bicolor—. ESTOY RELLENA DE AMOR, PUTO —gritó mostrándole sus dedos del medio mientras se iba caminando de espalda.

—¿Esa mierda es un perro? —murmuró viendo al Pug con una nota en el hocico.

—Oye niña cereza, no quería decir que estás gorda, digo... Estas un poco rellena pero no es malo que estés rellena en realidad... —Naoko lo ignoró corriendo hasta Monoma para abrazarlo—. Es lindo que seas así... —murmuró, golpeó su rostro y se fue a su clase abriendo la bolsita para probar los ositos y ahogar sus penas comiendo.

 —murmuró, golpeó su rostro y se fue a su clase abriendo la bolsita para probar los ositos y ahogar sus penas comiendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cerezas para Shōto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora