Disfruto del viaje, la noche, las luces, el vaivén de los reflejos en las ventanas, esa música que se reproduce enérgica, la vibración del motor, la comodidad del asiento.
El exterior que se mueve rápidamente a tu alrededor, asiendo que te sientas completamente testigo de aquellas casas que vas dejando atrás, cada una de esas historias.
Hasta que llegas hasta el último poste del cableado y con ello el término de la luz y el inicio de millones de luces en el cielo esperando ser observadas y sólo con apagar la luz del auto consigues la oscuridad absoluta.
Estas son las sensaciones que te hacen sentir completo o nada.
Eres tú desnudo frente a la inmensidad del mundo y el universo.
Bajas la radio y sólo sientes el ronroneo del motor, el viento que pasa a través de tus dedos.
Una mezcla entre nerviosismo, temor y felicidad, y te das cuenta por un segundo del sentido que le das a la vida.
Y al otro segundo ya te ha tragado la ciudad, las luces y el ruido, y vuelves a ser el mismo.
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Escritora Nocturna
Non-FictionEsto no es una historia de terror ni mucho menos de amor, estos son los pensamientos escritos de una chica, cuya mente está activa y divaga sólo por las noches. Amarra sus pensamientos en notas tanto fantasiosas como reales, reflexiones independien...
