La Guardería

La llamada

Hizo otra llamada, sentado en el mismo parque en el mismo columpio en que habían estado charlando un rato antes los pequeños.

-¿sí?

- Yoongi...

-¿qué quieres Hobi? Trataba de dormir, -haciendo una mueca de desagrado-  ¿estás bien?

- sí, lo siento, seré breve amigo, ¿puedo hacerte una pregunta?

- no hagas tanto trámite, pregunta y ya, si me parece te lo contesto.

- si conocieras ahora a tu Omega, con la misma diferencia que se llevan en edad, ¿te lo llevarías?

- Hobi no digas idioteces, no puedo conocerlo ahora por qué lo conocí aquella noche, aún si fuera hoy seguiría siendo un chiquillo y yo un tonto que aún no puede mantenerse por sí solo y menos proveer, no sé que haría por qué no te da tiempo de pensar, tu viste como me puse, aunque me gusta pensar que tomaría la misma decisión de dejarlo crecer y darnos la oportunidad de vivir y encontrarnos a nosotros mismos antes de emparejarnos.

- ¿eso no es autosacrificio?

- me gusta más pensar que es un acto de amor y un intento de egoísmo.

- y ¿no temes perderlo? Si llega otro alpha y lo marca, ¿no temes perder la oportunidad de estar con alguien que te hace sentir así?

- sí, pero también soy un cobarde Hobi, perder el auto control es terrorífico y tengo igual miedo de dañarlo y perderlo para siempre que de perderlo por otro alpha y tal vez recuperarlo algún día.

- pero... De igual manera lo perderías, y no creo que otro alpha ceda fácilmente su dominio sobre un Omega, es un vínculo de por vida.

- ¿para esto me hablas Hoseok? ¿Tratas de hacerme sentir mal o ansioso? ¿Es que tratas de decirme algo o advertirme? ¿Viste a mi Jimin? - su voz denoto ansiedad creciente, y ya no se sentía adormilado.

Así que si es Jimin, seguro es el amigo de Tae, ¿qué posibilidades habrían de que fuera otro y sólo compartierán el nombre? - pensó Hoseok - y pensar que muchas veces estuve tentado a quitartelo sin saber que era tuyo amigo...

- lo siento, no quise molestarte hermano, olvídalo, duerme tranquilo, debo irme...

- espera Hobi, no hagas una tontería, ¿seguro que estás bien? ¿Viste a mi Jimin? Hoseo...

La llamada se cortó, seguro Hoseok colgó, pero ¿qué rayos fue esa llamada? - pensó exasperado Yoongi, se levantó con pereza y sacó debajo de su cama una bolsa, una capa gruesa de polvo la cubría pero dentro permanecen intactos dos camisetas, unas cartas y un par de fotos de un adorable e inocente chiquillo sonriente - espero que no sea tarde y no hayas dejado de esperarme pequeño, espero no te desilusione cuando me vuelvas a ver ni te hayan robado lejos de mí, sólo de pensar no volver a tenerte en mis brazos y embriagarme de tu olor me hace sentir dolor - dijo Yoongi en voz baja- abrazo las camisetas y se quedó dormido en el suelo, el olor apenas era perceptible, ya no quedaba casi nada de su esencia y Yoongi se sintió la persona más sola, triste y patética del universo.

Desde ese día casi todas las noches trabajo incansablemente para escribir más canciones y ahorrar dinero, había decidido ir a reclamar a su Omega en cuanto cumpliera la mayoría de edad en un par de años y tendría como mantenerlo.

Hobi decidió no ser un cobarde, iría hasta la casa del pequeño y se aseguraría de lo que sentía por él, si ese niño era su destino, debía averiguarlo.

Hoseok inició ese día una aventura con Tae, se besaban, se abrazaban, se exploraban con caricias pero Hoseok procuraba alejarse cuando empezaba a sentir que perdía el control, dejando a Tae muchas veces confundido y sintiéndose solo, se preguntaba por qué no lo tomaba, por qué no lo reclamaba como suyo si lo hacía sentir tantas cosas, seguramente era el destinado, también se preguntaba por qué aún no tenía un celo, quizá sólo es un beta y por eso Hoseok no se decidía.