Quiero ser tuyo (XiCheng)

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Prompt: Amor platónico.
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XiChen podía ver a Jiang Cheng desde la mesa de la cafetería en la que estudiaban juntos, y suspiraba quedo cuando el menor le devolvía la mirada.

No era que fuera algo especial, pero era sólo a él a quien suavizaba ese ceño fruncido que cargaba de vez en cuando, por no decir que lo hacía siempre.

Y a XiChen no le molestaba, porque era perfecto para él, aunque Jiang Cheng no lo supiera. De hecho, era preferible que no se enterase de la forma en la que pensaba en él, o quizás las cosas pasarían muchísimo para ambos.

A veces desviaba la mirada, como lo estaba haciendo en ese momento, y XiChen sólo podía reír bajito sintiendo su pecho extender por la emoción y la calidez que lo roía.

Definitivamente sería lo que Cheng quisiera si sólo le diera la oportunidad, pero parecía incluso tan lejana la idea de ser algo más en su vida que "el hermano del cuñado".

Cuando sus amigos, MingJue y Yao le veían tan perdido en su propio mundo, como si no existiera algo más que el amor que Lan Huan le profesaba a Cheng, sólo evitaban decirle muchas cosas. Ya se habían rendido. Conocían perfectamente la devoción ciega del Lan, así que simplemente seguían comiendo bajo la orquesta de suspiros que XiChen lanzaba.

Era tan desagradable lo evidente y ansioso que estaba por pertenecer a Jiang Cheng, lo ansioso que estaba por ser suyo, por cumplirle el capricho cuando nadie estuviera dispuesto a mimarle.

Sabía que era difícil ocultar su enamoramiento, mucha más era la dificultad cuando WanYin era presidente del centro de estudiantes, y siempre estaba a la siga de Wei Ying, que era novio del hermano de XiChen.

Sus miradas siempre chocaban, y sabía que era una casualidad, o era su estatura, e incluso podía ser que estuviera en la mira de Jiang WanYin por alguna causa desconocida.

Podía ser incluso culpa de Wen Qing, la chica que parecía gustarle a Jiang Cheng. Y entonces le dolía por todo lo que sentía en su pecho hacia y por Jiang Cheng, que se quedaba ahí, marcando ocupado en el interior de su corazón, latiendo ruidoso e incluso exasperadamente. Cuando eso pasaba, XiChen tomaba asiento e inhalaba profundamente, buscando calmar sus hormonas.

Era un secreto guardado. Mal guardado porque los Lan no saben ocultar información, pero un secreto al fin y al cabo.

Cuando pasaba por su lado, sentía que le gustaba todo él. Desde sus ojos color azul que le recordaban al mar, casi tan profundo como el cariño y la dedicación que tenía a admirarle sin ser recíproco, hasta ese eterno sonrojo que recaía sobre sus mejillas cuando la muchacha que tenía el corazón del joven arisco le miraba.

Todo le provocaba una sonrisa grata e incluso le provocaba esa calidez extraña. A veces conseguía una mirada lastimera de los menores, que no podían entender cómo a alguien tan noble podía gustarle un "idiota".

Pero WanYin no era un idiota. Era insensible, sí, e incluso a veces podía escucharlo gritar, pero sabía que no era su intención ser así, que sólo buscaba ser oído.

-¿No crees que lo idolatras demasiado, XiChen-Ge? —Había mencionado una vez su cuñado, mientras sonreía asintiendo—, A-Cheng es un bobo al que nunca le gustarás. Estás totalmente perdido por un amor platónico, es prácticamente imposible.

Y XiChen negaba cada vez que le comentaban eso.

-Estoy enamorado de él. —Era su única respuesta para luego alejarse cuidadosamente del resto, y buscar paz en algún sitio; lo necesitaría.

No buscaba ser correspondido de todas maneras. Buscaba velar por la felicidad de Cheng a una distancia prudente, buscaba apreciar su belleza más allá de la física que se le había permitido observar.

Jiang Cheng no era sólo físicamente hermoso. Su verdadera persona, su alma, era algo maravilloso. Un chico que sólo buscaba el amor de verdad, bajo esas capas de intolerancia.

Esa alma hermosa jamás rozaría la punta de sus dedos ni por un ápice de compasión. Así era WanYin. Y tampoco podría serlo. Si pensaba en el alma de Jiang Cheng entrando al mundo contaminado de maldad, veía que lo destrozarían.

Primero sobre su cadáver, suele pensar.

Quería cuidarlo, protegerlo, entregarle todo lo que sabía que el chico merecía, pero todo solía desplomarse al recordar la cosa principal: Jiang Cheng jamás lo miraría con el mismo amor que los ojos de XiChen, las ventanas de su alma, le observaban.

Y él estaba bien. Esa idolatría era lo único que conservaba para saber que estaba bien. No sabía realmente si era un simple enamoramiento, porque todavía no lograba ver sus defectos ¿ese ceño fruncido? la vida fue cruel con él, era lo mínimo, ¿esos gritos que daba en la cafetería? Wei Wuxian podía ser irritante y WanYin corto de paciencia.

Todo tenía razón de ser.

Volvió a suspirar mirando hacia el cielo.

"De todas maneras, creo que disfruto más con este amor platónico que con un enamoramiento como el que WangJi tiene por el joven Wei..."

[MDZS] Grenade. (Multipairing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora