Luchar por los que amas.

Muestra de afecto

De pequeño, Aphelios recibió muy pocas veces afecto como el amor.

Tan solo recibía cariño por parte de su hermana.

La mayor parte de su tiempo era gastado por su duro entrenamiento y estudios sobre su culto, culto que le negaba sentir sentimientos que lo distraían del camino de la luz de la luna.

Era incapaz de sonreír con otras personas, personas que no fueran su hermana.

En pocas palabras el era alguien frío en el tema de sus sentimientos, pero el tenía curiosidad de cómo era las personas normales que se encontraban fuera del templo.

Claro está que está prohibido salir del templo de día, sobre todo para alguien de la edad de Aphelios, aun era pequeño en esos tiempos.

Un día sin aviso alguno a su hermana y maestros, se escapó del templo.

Saliendo de la cueva donde se encontraba su templo, se esconde entre unos pilares de rocas que había allí para observar un pequeño pueblo que había cerca.

Pudo ver a lo lejos como unos pequeños niños, más pequeños que el, jugaban a fuera de una casa que el azabache suponía que ese era el hogar de ellos. Reían, sonreian y sobre todo no tenían ninguna preocupación o deber que hacer.

El joven Lunari se preguntaba como sería una vida así, ¿que rumbo iría si no tenía un deber que hacer?

Ya luego de unas horas, cuando el sol se comenzaba a oponer, Aphelios se dio cuenta que ya se le hizo tarde, mejor dicho demasiado tarde.

Mientras el se levantaba para volver a su templo, sintió que alguien lo jalaba hacia atrás. Realmente el sentimiento de temor que tenía era mucho aunque no lo demostraba con su inexpresivo rostro.

-¡Hermano que hacías aquí todo este tiempo! ¡¿Sabes que esta prohibido salir?! - se trataba de su hermana Alune quien parecía desesperada y preocupada. - Te estuve buscando todo este tiempo, también los maestros ¿Como le vas a explicar que estabas aqui? Te van a castigar.... -

-Perdón.... Pero sentía curiosidad de lo que había afuera, de cómo eran las personas. - Dijo el azabache mientras miraba a otra parte sintiéndose culpable.

-Phel.... Ellos son tan solo ignorantes no tienen nada especial que nosotros. -

-Solo quería ver como eran sus sentimientos, quería ver si era tan malo como tanto dicen aquí. -

-Entiendo, siento que tu también quieres sentir aquellos sentimientos pero no puedes por tu obligación como un guerrero Lunari.- dicho eso, ella se acerca para abrazar a su hermano.- Dicen que está mal pero yo encuentro que tan solo hay que saber controlarlos, cualquiera de nosotros puede sentir amor, odio o temor. Pero por a hora debes mantenerlos ocultarlo, tranquilo, lo que estas pasando es normal, tan solo tenias curiosidad.-

-Lo...se...-

-Volvamos al templo, se por donde ir para que no nos descubran que salimos al exterior. -

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Volviendo a la actualidad.

El Lunari miraba con asombro al mitad Vastaya como este lo besaba.

Claramente el nunca había experimentado esto y no sabía que era lo que debía hacer exactamente.

¿Debía corresponder?

¿Debía apartarlo y decirle que no?

Pensaba el menor mientras su rostro se encontraba más rojo de lo normal.