Demaciado Rudo Para El

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Ya se encontraba de día. Aphelios quien se encontraba recostado en el piso de la celda ya había dijerido el veneno de la flor de noctum hace unas horas antes de que amaneciera, pensaba que de esa forma las armas que le otorgaría su hermana alune duraría lo suficiente para lograr ganar la pelea y escapar.

Intentó en usar sus armas para escapar de la celda por la noche pero noto que era imposible, los barrotes de la celda estaban hechos de un material mágico de Jonia, el mismo que usaban para encarcelar los criminales más peligrosos de allí, que evitaba que cualquier tipo de magia o cuchilla los rompiera.

-"Hermano, se el tipo de angustia que estas pasando, de estar lejos de lo que considerabas un hogar y se que no tienes muchas esperanzas en vencer a aquel tipo en la arena, por eso acudiste a mi, quieres que te ayude."-

El azabache pudo escuchar la voz de su hermana dentro de su cabeza, su voz era tan calmada que lo ponía más tranquilo y asintió con la cabeza demostrando que estaba de acuerdo con ella.

-"El veneno se irá en unas pocas horas ¿estas seguro que la lucha será a hora?"-

Nuevamente Aphelios asiente con la cabeza para luego mirar al suelo. Se preguntaba que clase de persona se gana la vida en un lugar como este, sabía muy bien que se encontraba en una arena de peleas, pero son esas que son usadas para la entretencion de las personas, ¿como podía a ver personas que pagarán por ver una lucha? No entendía, era algo nuevo para el, usualmente las Arenas de peleas en Targon son lugares que se pelean en serio, no para la entretencion, mejor dicho es a muerte más usado por los Solaris en sus entrenamientos y castigos.

De pronto afuera de la celda se comienzan a escuchar pasos, pasos que se dirigen hacia su celda. El Lunari ya era consciente que ya llegó su hora.

Deja escapar un leve suspiro y se levanta y se acerca a los barrotes de la celda logrando ver que el dueño de los pasos que escucho antes se trataba de un hombre desconocido para el, sopuso que debía ser un tipo de trabajador o ayudante de aquel hombre que iba a luchar en el día de hoy.

-Bien chico, supongo que ya sabes el por qué vengo. - saca una llave y abre el candado de la celda.

Cuando el hombre entró, rápidamente le puso unas esposas a Aphelios para que de alguna manera se escape de allí.

-"Hermano, sabemos que la fortaleza tuya es la noche pero eso no quita que puedas luchar en el día"- dijo Alune-"no debes flaquear, yo confío en ti."-

El azabache agacha tan solo la cabeza y asiente mientras a hora lo llevaban a donde se encontraba aquel hombre.

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Ya cuando aphelios se estaba acercando cada vez más a donde debía pelear podía oír gritos y risas.

"Espera.... ¿Vamos a pelear con público?"

Pensó el chico mientras caminaba.

Cuando ya estaba al frente de una gran puerta le quitaron las esposas, abrieron la puerta y metieron al chico allí dentro. Cuando aphelios ya estaba adentro cerraron otra vez aquellas puertas, ya estaba allí, en la arena, podía ver que en el centro se encontraba el pelirrojo, estaba de brazos cruzados mientras sonreía demostrando que ya sabe que Aphelios se encontraba allí.

Aphelios cuando comenzar a dar pasos hacia al frente donde estaba el tipo, pudo escuchar como el público cambió de estar gritando y riendo a un silencio incomodo. Claro si gracias al silencio se podía escuchar algunos susurros.

"¿Con ese chico iba a pelear el jefe?"

"Se ve tan débil, pobrecito lo va a matar."

Luchar por los que amas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora