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Te amé peligrosamente,
más que al aire que respiro...

Desde la noche que Liam, Hayden y yo dejamos de ser prisioneros de los Doctores del Miedo todo cambió en nuestras vidas una vez más. Tal vez todo había cambiado antes y no lo habíamos notado, no lo sé...

Descubrimos que Parrish es quien se lleva los cuerpos al Nemeton. Hayden y Corey, las dos quimeras más cercanas a nosotros y las únicas que conocemos vivas, están bien, mucho más fuertes y curadas. La manada había sufrido la baja de Kira, que tuvo que irse para aprender a controlar al zorro, y no se hablaba, cada miembro parecía estar metido en sus cosas, como si no tuviéramos problemas grandes con los que lidiar como los Doctores, las quimeras o...la desaparición de Deaton. Ese era nuestro punto débil, siempre que pasaba algo grave hacíamos eso sin entender que un descanso no era una opción para nosotros.

Liam y yo habíamos hablado al día siguiente de ser libres, luego de que Theo Reaken me donara sangre, cosa que no había aceptado en un principio, pero era el único compatible con mi sangre y había perdido bastante, Melissa quería asegurarse de que estuviera bien.

—La primera vez que me hablaste de Hayden, luego de cocinar pasta con salsa y dejar toda tu cocina manchada, supe que no solo era la chica que te golpeó en sexto.

—¿A qué te refieres?

—No lo sé, hablabas con...añoranza, te brillaban los ojos. Te gustaba la chica que te había golpeado y cuando la volviste a ver este año los sentimientos que creías enterrados resurgieron.

—No quería lastimarte y estos meses la había pasado tan bien que tenía miedo de que terminara.— Admitió el rubio.

—Sí, la pasamos genial, pero no podemos seguir como algo más que amigos. Ambos estamos enamorados de otras personas y lo sabemos— Liam asintió—. No va a cambiar demasiado, por desgracia seguiré siendo tu ancla y te seguiré ganando en los videojuegos.

—Y seguiremos haciendo un gran equipo en Lacrosse aunque no quieras jugar en la escuela.

—Exacto. Creo que no podíamos haber tenido una ruptura mejor.

—Stiles y tú deben hablar.— Dijo después de un silencio.

—Stiles sigue en una relación con Malia y no hay nada de que hablar.

Mi cabeza estaba hecha un lío, por lo menos terminar la relación de pareja con Liam ya estaba hecho. Intentar hacer la tarea bajo la mirada de Theo Raeken no era para nada cómodo. Había estado toda la mañana siguiéndome y ya había estado a punto de golpearlo tres veces.

—Megan, necesito saber lo que pasó.

Dejé mi bolígrafo sobre la hoja y me enderecé mientras suspiraba.

—Ya te dije, Theo, que no hablaría de eso.

—¿Sigues sin confiar en mí?

—Ya te agradecí por donarme sangre, pero si piensas que te debo algo, estás equivocado. Por supuesto que no confío en ti, que tú nos encontraras es muy extraño y me hace desconfiar.

—Es porque Stiles no confía en mí. Nunca creí que iba a estar celoso de un simple humano.

—Es porque tiene motivos para desconfiar. Además no te conozco de nada, ya déjame en paz.— Guardé mis cosas y me puse de pie, pero segundos más tarde el castaño me bloqueaba el camino.

Theo tomó mi mano obligándome a abrirla y dejando ver las heridas de mis dedos y muñeca que sanaban lentamente.

—Yo creo que pasó algo y quiero saberlo.— Susurró. Alguien que no estuviera a la cercanía que estaba yo no lo hubiera escuchado.

I LOVE | Teen Wolf ② [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora