México era un país capitalista que a pesar de todo, era un desmadre, sólo era un tercermundista a comparación de ese comunista, el cuál con su cabello atado en una coleta, su gorro, su chaqueta y su cuerpo lo tenían vuelto loco, el mexicano en busca...
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—¡Papi! ¡Papi! ¡Papaaaa!— insistia un pequeño niño tricolor mientras jalaba la manga de su padre —¡Prometiste que hoy jugarias con nosotros!— dijo el pequeño Rusia haciendo un puchero hacia su padre
—Lo se hijo, pero esto es importante pequeño Rus, sabes que estamos cerca de una guerra y necesito reunirme con alguien urgentemente—
—...¿Es con ese mexicano? ¡Siempre lo ves a él !— replicó con un poco de molestia el pequeño
—Él es de los pocos dispuestos a ayudarme peque— Dijo el imperio Rojo y con suavidad logró que el pequeño se safara de su manga —Ahora ve con tus hermanos—
—¡No! ¡Yo quiero ver al mexicano!— el aun menor se tiró al suelo para hacer un puchero.
—Hijo, sabes que esto es urgente, le llamaré otro día para que venga a jugar solo contigo ¿si?—
Al pequeño le brillaron los ojos con fuerza
—¿Enserio me lo prometes padre?— Dijo el soviético con emoción en sus ojos, aquellos grandes y bellos ojos violeta
—¡Claro que si!, ¿Cuándo te he mentido yo?— Rió despeinando al menor —Anda, ve con tus hermanos—
Rusia se separó de su padre al escuchar el timbre de la casa, rápidamente fue corriendo a ver por la ventana mientras detenía su ushanka para que está no se le cayera, llegando al patio se asomo por la ventana que daba a la recepción viendo a aquel amante del picante entrar por la puerta con su pequeño gorro de aeronáutica.
—¡Hey! Papá dijo que no lo espiaras Rusia— chillo el pequeño de Ucrania
—Cállate, esto es im-por-tan-te— Rusia miró burlon a su hermano menor
—¡Deja de burlarte de mi por no saber pronunciar esa palabra!— replicó Ucrania quién cargaba una pequeña corona de flores hecha por su hermana
—Mira Ucrania, cuando aprendas a decir esa palabra ...¡mhhhhh te obedecere a todo!—
El pequeño bicolor azul y amarillo infló sus cachetes para tratar de pronunciar la palabra —¡Indorpante! ¡Ahí está! Yo gané
El pequeño tricolor río para voltear a ver nuevamente a la ventana, siempre se preguntaba porque su papá tomaba la cintura de aquel mexicano y lo besaba, no creía que fuera un saludo, más aún así el pequeño era demasiado inocente para entender lo que ambos países se traían entre manos
Pronto URSS llevo a México a su dichoso estudio de dónde no salieron ya hasta muy noche, México siempre salía riendo sonrojado y URSS le ayudaba a encontrar la salida, pero esta vez no fue así, ya que una manada de pequeños niños se acercaron corriendo a ellos a detenerlos a ambos
