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Los humanos bailan como locos en un club de millonarios. Las luces coloridas iluminan todo tipo de pasajes humanos. Casi no se puede ni respirar ahí dentro con todas esas personas estando sobre todos. Apenas pueden moverse en la pista con tanto revoloteo.

Para Gulf, era fácil. De hecho ahora mismo estaba en una misión encomendada por su "Gran Señor" M. Mejor vestido no podía estar. Un esmoquin vino con flores transparentes fucha con unos pantalones negros muy pegados a su figura. Sus ojos escaneaban todo el lugar con un iris azul mecánico. Miró arriba, su señor lo veía desde las escaleras vistiendo un esmoquin negro y con dos mujeres pegadas a sus lados.

—¿Qué? ¿El bigote se me ve tan mal?— Mew pregunta en el bluetooth tocándose el falso bigote candado que se había puesto con inseguridad. Gulf ríe un poco.

—Parece un pirata.

Cóncentrate en la misión, mimado.

Gulf vuelve a reír para dirigirse a una habitación reservada cuyas puertas están abiertas. Gulf toma las cerraduras de estas para cerrarlas pero al alzar la mirada ve algo que le llama la atención.

Son tres hombres asquerosos que están acorralando a una niña contra una pared. Gulf traga hondo. No es su misión salvarla. De hecho nada de lo que está en esa habitación tiene que ver con su misión.

—Gulf, cariño, ¿Qué haces?— Habla Mew nervioso al ver a su robot parado en las puertas sin cerrarlas de una maldita vez.

—Volveré a la misión enseguida, señor.

—Gulf, no entres. No habrá videojuegos para ti~ ¡Gulf! ¡GULF, NO!

Mew gritó desesperadamente pero el mocoso cerró las puertas después de introducirse en esa habitación.

Mew reposa su cabeza contra el tubo de las escaleras.

—Nadie me dijo en su compra que iba a tener un síndrome de héroe...

Mew se queja con pequeños sollozos.

Los tres hombres no pudieron hablar pues tan pronto que se dieron la vuelta, el chico llegó a ellos con su velocidad de robot. Tomó a dos de ellos por el cuello alzándolos en el aire como si no fueran nada y pateó al tercero con una simple patada que hizo volar al hombre por la habitación hasta romper una pared, quedándose atascado ahí.

Gulf dio vueltas en su sitio con extrema velocidad y tiró a los tipos por toda la habitación. Estos volaron como cohetes y chocaron con las paredes también.

Gulf "desempolvó" sus propias manos con pequeñas palmaditas.

—Necesitaba hacer cardio.— Gulf dijo con simpleza. La niña sonrió un:

—¡Wow! Eres increíble.

—¿Estás bien, niña? ¿Dónde están tus padres?

Gulf se puso de cuclillas para observarla mejor.

—Estos hombres me capturaron... Pero no recuerdo mi camino a casa.

—Oh. De acuerdo, niña. Quedate aquí, yo vendré luego de terminar unos asuntos. ¿Te parece?

La niña asiente.

Gulf sale de aquella habitación. Mew lo está mirando con enojo y todo lo que Gulf hace es regalarle una sonrisa.

—¡Ay Dios!— El loco del "Gran Señor" retrocede en su sitio imaginando esa sonrisa llegando a él por el aire y para no recibirla retrocede cubriéndose el pecho con ambas manos. Las chicas se miran raras cuestionándole si está bien.

Gulf sigue su camino hasta llegar a una habitación karaoke cuyas puertas estaban cerradas. Él tocó en la puerta. Se preparó para lo siguiente.

Tan pronto un guardaespaldas abrió la puerta, Gulf le metió una patada el abdomen que le hizo inclinarse, lo tomó de la corbata para hacerlo girar y usarlo de escudo mientras se ingresaba a la habitación recibiendo disparos por parte de los demás guardaespaldas. El "escudo" que Gulf usó murió. Los guardaespaldas se quedaron sin balas. Miraron con miedo al guapísimo monstruo frente a ellos que succionaba la sangre en uno de sus dedos con una sonrisa sin quitarle la vista de encima al viejo gordo sentado en uno de los muebles de la habitación.

El instrumental de la canción ahora seguía.

—Hola, Charlie. Necesito uno de tus ojos,— Gulf se acercó a él. Los dos hombres restantes fueron hacia Gulf pero Gulf le dio un golpe en la traquea a uno para darle una patada en la hombría al otro y agarrar sus orejas para juntar sus cabezas en un sólido golpe que los hizo caer como par de peluches en el suelo.

Con un suspiro, paso de ellos para llegar al viejo y tomar el micrófono muy cerca de su rostro.

—¿Me lo podrías dar?

Gulf sonríe en su propia pregunta. El viejo lo mira con mucho miedo.

*N/A: En los siguientes caps se dará como fue que Gulf termino en manos de su "Gran Señor" y cómo es que ahora está en misiones. Quise empezar el libro con acción y escenas de comedia para mantenerlas ahí y luego dar el pasadito💖✨ Espero la disfruten😘

Mi Pequeño Robot| MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora