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En unos minutos, Gulf volvió a abrir los ojos. Sólo tenía boxers negros. Estaba siendo cargado por su señor. Ya no tenía la varilla pero tenía un gran hoyo en el estómago. Gulf rodeaba su cuello con sus brazos mientras reposaba su cabeza en el hombro de su señor con debilidad. Uno de sus ojos más entrecerrado que el otro. Estos eran un azúl opaco que parpadeaba por apagarse.

—Señor...— Gulf dice. —¿Me va a tirar al Basurero?

El sr. M sigue caminando.

—¿Ya olvidaste cómo lucía nuestra casa?

El sr. M dice. Gulf mira a todos los lados débilmente pero se alivia al ver la casa. El sr. M lo acuesta sobre su cama.

—Casa... Pero estábamos en Paris...

Shhh. Te voy a reparar. No voy a dejar que mueras. Ni loco.

El sr. M dice, rebuscando en su armario sus herramientas. Gulf se le queda débilmente mirando. Entonces decide sonreír mostrando sus dientes.

El sr. M no lo ve hasta que finalmente voltea y pega un brinco.

—¡BUDA!— El sr. M grita del susto, cubriéndose el pecho con una mano. Tal vez, Gulf debía practicar mucho en cómo sonreír mostrando sus dientes. Gulf sonreía en cuadrado mostrando sus pequeños colmillos.

—¡GULF! ¡ESTÁS SONRIENDO! ¡ESTÁS...!

El sr. M se sienta frente a él con mucha emoción.

—¿Pero que tal si...?— El sr. M alza los lados de su boca con los dedos para que la sonrisa de Gulf se vea más feliz y menos cuadrada. —Así.

Gulf ríe un poco pero no puede porque le duele el hueco en su abdomen además de que le molesta la voz de su sistema diciéndole que falta poco para que se apague.

El sr. M se da prisa.

  ❣

FLASHBACK (CUANDO SE "CONOCIERON")

  El sr. M había perdido las esperanzas de vengarse cuándo perdió a Buser.

Él vagaba por la tienda de humanoides a tardes horas de la noche (milagrosamente cerraban a las una de la madrugada).

Entonces se detuvo frente a la cláusula que contenía al humanoide de Gulf. La caja era blanca con líneas azules brillantes en el borde.

Gulf estaba en modo apagado. Estaba en bóxer negro con los flequillos de su cabello cayendo sobre sus párpados. Al sr. M le hipnotizó de inmediato. No sólo fue la belleza sino que había cierta cosa inexplicable que le llamaba la atención.

El sr. M volteó hacia la cajera, apuntando al humanoide.

—¿Su modelo es único? No veo réplicas de él como los otros que las tienen.

—¡Oh! Él es el único modelo de prostitución diseñado con ese rostro. Los demás de detrás son repetitivos. Es hermoso, ¿No lo cree?

—Es... bellísimo.

El sr. M no deja de mirar a Gulf.

—Disculpe. Vuelvo enseguida.

La cajera fue al baño sin decírselo al sr. M. Entonces el sr. M tomó la caja pesada de Gulf para salir corriendo de la tienda. La tienda activa su alarma y el sr. M huye en el frío con una sonrisa.

La cajera sale de las puertas de la tienda mirando a su derecha para entonces mirar a su izquierda.

—¡OYE, DETENTE!

Ella le grita al sr. M quién sigue corriendo.

—¡Lo pagaré luego, lo prometo!

El sr. M grita. La cajera maldice tirando al suelo su gorro.

  ❣

  El sr. M llega a su casa cargando la caja como si fuera un juguete nuevo.

La humanoide sin piel humana, lo mira sentada desde la mesa de la sala.

—¡Sr. M!— Ella grita. —¡¿Otro más?! Ha pasado apenas un mes de que Buster se fue.

Mom, tranquila. Tengo mucha fe en que este será mejor para ti y para mi. Algo me dice que lo va a amar.

La humanoide se tranquiliza, abrazando al sr. M por detrás. El sr. M sonríe mientras abre la caja gigante del chico humanoide.

La logra abrir y el sr. M busca en todos lados por dónde esta su botón de encendido.

—Creo que es de esos modelos nuevos que prenden con tan sólo tocarlo.

Mom, la humanoide, sugiere con cariño.

—¡Oh!— El sr. M dice para entonces extirar su brazo sobre el mueble con su lenguita en el borde de su boca por estar haciendo estiramiento y toca el cuello del humanoide.

El toque ilumina esa área en un suave azúl para aue el chico abra sus ojos azules humanoides. El suave color azúl en su cuello desaparece.

El sr. M sonríe con emoción. Algo nervioso también. Mom sonríe igual.

Gulf mira todo con sus ojos. Entonces sus ojos se cruzan con los del sr. M con un rostro muy serio. Sin emociones. Nada.

—Hola. ¿Eres mi dueño?

Uh... Eso es un poco...— El sr. M re rasca la nuca. —Digamos que no pero mis órdenes y yo son muy importantes para ti.

—¿Cómo usted quiere que me llame?

El sr. M se lo piensa hasta mirarlo de nuevo.

—Gulf. ¿Qué te parece?

El humanoide asiente.

—¿Cómo se llama usted?

—Mi nombre es Mew. Pero por favor llámame "Sr. M".

—Entendido.

—Y la hermosa dama a mi lado es Mom. Es una humanoide igual que tu y te acompañara en lo que necesites.

La humanoide le sonríe amablemente. El humanoide se le queda mirando.

Sus ojos analizan la sonrisa de Mom para copiarla en su mente de datos. Él entonces imita una sonrisa cuadrada que da mucho miedo.

El sr. M ríe.

—Tendremos que mejorar eso sin dudas. ¡Pero! ¡Bienvenido a la familia!

El sr. M alza sus brazos en el aire con mucho entusiasmo. Mom corre rápido a no se sabe dónde para entonces volver, tirando confetti por el aire con una gran sonrisa.

Gulf observa todo sin emociones. Serio. Pero alza su dedo para que uno de los confetti repose en el.

  FIN DEL FLASHBACK

Mi Pequeño Robot| MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora