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Cuando llegan al departamento de Wendy, ella rápidamente los encierra en una habitación dejándolos solos sin antes decirles: «Vayan despidiéndose. Mañana será su último día.»

Ella se va.

El sr. M comía de un pote de mantecado que ella le permitió. Él desviaba la mirada cada que Gulf lo miraba ya que no podía ocultar su tristeza hacia el humanoide.

El humanoide sólo se sienta en la cama por lo que el sr. M da una vuelta casi bailarina en sus zapatos para darle la espalda. Una vez más con la intención de ocultarle al humanoide sus sentimientos.

—Voy a apagarme. Qué duerma bien, señor.

—¿Quién dijo que puedes apagarte?

El sr. M trata de sonar serio a pesar de que aún se sigue aguantando las lágrimas. Gulf se sienta en la cama con un sólo brazo. Reposando sobre la cabeza de la cama.

—Sobre eso, señor... Le pido que por favor. Si se puede. ¿Me deje ir?

El sr. M sintió un fuerte dolor en su corazón. Dejo caer la caja de mantecado junto con la cuchara.

—Señor...— Gulf salió de la cama para doblarse pero en su intento de doblarse el sr. M se había volteado y lo abrasó. Gulf se quedó mudo en el abrazo a pesar de que lo tomó por sorpresa.

—Señor si está haciendo esto para que yo no lo odie, no va a funci...

—¡No es por eso que hago esto! ¡Me da asco pero...! Creo que me he enamorado de ti.

El sr. M finalmente llora. Gulf siente el abrazo calentarlo. Siente que el abrazo a la vez que es sofocante es tan bonito. Gulf cierra los ojos dejándose sentir.

Él pone su única mano en la fuerte espalda de su señor... Hundiendo su cabeza en su cuello para oler esa colonia tan rica que su señor siempre trae consigo.

—Lamento todo. Encerio que sí. Pero por favor... No te vayas. No me dejes. De todos, tú eres el único que no me has fallado.

Gulf abre los ojos con puro odio. Rompiendo el abrazo de su señor mientras retrocede en cámara lenta. El sr. M frunce el ceño y recibe un puño de Gulf.

—Así que por eso me quiere. Porque soy el único que no le ha fallado.

—¡No! Gulf, encerio. Me expresé mal. No quise decir eso. Por favor. ¿Qué debo de hacer para qué me perdones? Haré lo que sea.

—¿Lo que sea?

—Lo juro.

—... Sientate en la cama.

—¿Qué?

—Hazlo ahora.

El sr. M rápidamente se sienta en la cama como un perrito sólo que mirando a su depredador con miedo y un puchero.

—Abrete la camisa.

—Gulf, ¿Qué...?

—Haga lo que se le pide por favor.

El sr. M abre los botones de su camisa con mucho miedo. Él va desabotonando los botones. Gulf observa todo hasta que el sr. M ya tiene su camisa abierta.

—Ya. ¿Feliz?

—Cuide su vocabulario, sr. M. No estoy de buenas.

Gulf ladea su cabeza. El sr. M bufa una risa.

—Claro. ¿Cuando lo has estado?

Gulf toma el único jarrón que hay en la mesita de la habitación para dejarlo caer en el suelo. Los pedazos de vidrios se esparcen. El sr. M ha gritado del susto cuando el jarrón ha explotado.

Gulf se inclina para tomar una pieza afilada de jarrón para caminar hacia Mew arrastrando consigo la silla de la mesa con la misma mano que sostiene el pedazo de vidrio (ya que sólo tiene un brazo) y se sienta en la silla pecho con el respaldar de la silla y apunta con el filo al delicioso paquete de abdominales que su señor se cargaba.

—Sufrir una tortura. ¿Cree poderlo manejar señor?

—¿Crees que no puedo?

El sr. M pregunta con una sonrisa maliciosa... Ambos se desafían con miradas desafiantes de sonrisas sensuales hasta que Gulf levanta su único brazo para hacer la primera cortada.

*N/A: Esos dos van de cute a sad a cute y a sensual y a hot 😂*

Mi Pequeño Robot| MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora