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Gulf dejó el sartén encima del horno para brincar la mesa de la cocina con simpleza y correr por el pasillo hasta el final donde estaba el baño.

—¡Sr. M! ¿Qué sucede?

—¡Hay un gusanito! ¡En la tapa de mi shampoo! ¡No lo puedo coger!

Mew chilla con mucha miedo en una esquina de la bañera. Gulf asiente para ir rápido hacia el shampoo y tomar el gusano en una de sus manos.

—Miré señor. Ya está. Ahora puede cogerlo.

—Bota el shampoo también.

—¿Señor? Pero si lo compro ayer.

—¡Esa cosa lo puede haber afectado! Además, ¿Por qué me estás peleando? Sólo hazlo y ya. ¡Rápido!

Gulf simplemente se inclino para tomarlo en su mano libre y largarse.

Gulf salió al balcón de su casa para poner al gusanito en el suelo. De vez, bajo los escalones de su casa para votar el shampoo en el pote de basura afuera.

Subió rápido de nuevo para seguir cocinando. Finalmente pudo terminar todo y preparó un delicioso plato de huevos con sirope y pollo al lado del huevo tal como a su adorado señor le gustaba.

Gulf suspiró. Él también deseaba comer lo que los humanos comían. Pero su sistema no le daba el gusto.

El sr. M se apareció con una camisa de mangas largas, pantalones de dormir con unas chanclas de tiburón mientras secaba su cabello con una toalla.

Gulf lo mira con mucho aprecio mientras que este se sienta en la mesa sin sonreír ni nada.

—Buen provecho.

Gulf le desea.

—Buen provecho.

Mew le refunfuña en bajo para comer su comida sin utilizar los utensilios. Cosa que le sorprende a Gulf.

—Señor, ¿Por qué no usa los...?

—De rodillas.

—Ah sí.

Gulf se pone de rodillas a su lado. Él mira a su señor con una carita de inocencia esperando a más órdenes. Parece un perrito. Pero el sr. M sigue comiendo como un salvaje.

—Es una falta de respeto quedarte mirando a una persona que come.

—¡Lo siento, sr. M!

Gulf vuelve a disculparse. Bajando la cabeza. Mew termina de comer para reposar su espalda en la silla. Lo mira para entonces ofrecerle sus dedos embarrados con amarillo por el huevo.

—Lámelos.

—¿Señor?

—Usa tu linda boquita para limpiarlos.

—Con todo respeto, eso es...

Mew ríe a carcajadas sin creerselo. Él vuelve a mirar a Gulf mientras que abulta un cachete con su labio.

—¡¿Acaso mi cuidado te ha dado tanto orgullo?!

—Señor..., con usted yo... Yo he aprendido mucho. Y sé que a usted no le gustan las humillaciones. Por eso pienso que no es justo que me indigné de tal forma.

—¿Acabas de olvidar todo lo que me hiciste durante la misión de hoy?

Gulf entonces levanto su apenado rostro para lamer los dedos pero Mew retira la mano.

—Olvídalo. Se me quitaron las ganas.

Mew dice, caminando hacia el fregadero para lavarse las manos. Gulf sonríe un poco ya que sabe que lo que dijo tocó en alguna parte el frío corazón de su adorado señor.

—¿Quieres ver una película?

Mew pregunta.

—Nada me encantaría más, señor.

—Patán.

Mew se va por el pasillo. Gulf vuelve a sonreír levemente. No sabe qué lo causa pero las redes dicen que las sonrisas expresan alegría.

Como siempre, el televisor está frente a la cama de la habitación. Gulf está sentado en ella viendo con mucha emoción la misma película que veían todas las noches: "Sólo Amigos" protagonizada por Ryan Reynolds.

Mew estaba dormido con un rostro gruñón pero estaba acurrucado en el brazo de Gulf. Gulf escuchó unos ronquidos familiares que interrumpían su amada película. Él pone los ojos en blanco para tirar a su señor M a un lado. El señor M queda boca abajo. Siempre está profundamente dormido.

Gulf le pone una almohada encima de la cabeza y sigue viendo la película con mucha emoción.

Repentinamente, el sr. M se despierta y se sienta en sus rodillas para besar a Gulf.

—Señor, estoy viendo la película...

—Ya las has visto un montón de veces.

—Regresa a dormir.

Gulf lo empuja tal vez muy fuerte ya que Mew rueda por toda la cama hasta caer fuera de esta con un quejido seguido por los ronquidos. Gulf sigue viendo la película con fascinación.

Mi Pequeño Robot| MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora