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Ciudad pentagrama.
Avenida Joseph Stalin.
Día 1 desde el ultimo exterminio.

- (...) vaya, que pequeño es el infierno -digo manejando mi moto a lo largo de la calle- entonces ¿qué más me puedes contar de ese tal Ángel?

- La verdad no hacía mucho más que dedicarse al porno -me contesta a través del audífono- aunque al parecer también dicen que hacía arreglos con otras bandas más pequeñas para Gran Vee, pero no puedo confirmarte eso ultimo por fuentes fiables.

- ¿Sabes algo sobre cómo fue que terminó siendo socio de Charlotte?

- Para nada, simplemente comenzó a pasar muchísimo de su tiempo en la ubicación que te mandé. 

- Comprendo ¿este hotel ya está abierto? 

- No aún, pero Charlotte... -se da una pausa- no espera, está en vivo en este momento -me manda la transmisión pero yo la quito de mi vista.

- Ahora no puedo verla A. estoy manejando.

- Lo siento.

- Hay una pregunta que queda en el aire -digo tomando la siguiente curva.

- Adelante.

- ¿Por qué el Jefazo dejaría a su hija dar vueltas por ahí sin seguridad?

- No está del todo sola -me envía una imagen de 2 hombres cabra- ellos son Ruzzle y Duzzle.

- No se ven tan malos.

- De todos modos no es necesario arriesgarse, solo mantente sujeto al plan.

- Recibido -digo frenando frente al perímetro del "hotel feliz", al bajarme de la moto activo el camuflaje de esta y me escabullo hasta las cercanías del edificio.

- ¿Todo en su lugar?

- No hay nadie por la zona exterior -le digo sin salir de mi escondite.

- Despliega un dron, quiero ver más de cerca -tras teclear algunos comandos en mi brazalete, sale de la misma un dron tan pequeño que parece una mosca.

- Sigo sin creerme lo pequeña que es esta cosa -digo mientras el pequeño robot se aleja y da un par de vueltas al rededor del hotel.

- No veo nada interesante -dice mientras maneja el pequeño artefacto- ni siquiera pareciera tener una alarma.

- A veces creo que la princesa no tiene idea de donde está parada -digo mientras el dron vuelve hacia el agujero del brazalete.

- Debo reconocer es algo ingenuo dejar así de descuidado el edificio... -lo interrumpo mientras me acerco a la puerta.

- Porque puede llegar algún desgraciado como yo a hurgar en su cajón de la ropa interior -saco la ganzúa para abrirla- efectivamente, el edificio no tiene alarma.

- D... mantente profesional -dice con tono de decepción- solo investiga lo que necesitamos.

- No es para mi -entro al hotel- tengo unos cuantos clientes japoneses que pagarían una barbaridad por dicho material -me río en silencio.

- ¿Qué vez?

- Veo que este lugar es un desastre -digo avanzando hacia el hall- cuadros tirados, la chimenea está tapiada... hay unos globos en la recepción y adornos con un letrero que dice "bienvenidos" -me doy una pausa- ¡incluso hay algunos muebles volteados! -digo riendo.

- ¿Qué diablos pasó ahí, una pelea quizá?

- O quizá Charlie es una niña mimada que no tiene idea de cómo es la vida fuera del castillo -digo investigando por detrás del mesón de la recepción- yo me inclino por la segunda opción.

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