Capítulo ❶

1.6K 105 16
                                    

Niall Pov’s:

Mi vida, —prácticamente— consiste en una sumisa rutina a la que cualquier ser humano se acostumbraría.
Comer, dormir, estudiar, o ver la televisión se convierten en las cosas cotidianas divertidas para mí.

No creo que haya algo emocionante que contaros de mi vida.

Bueno, están los realitis show, donde cambiarse el look, o adelgazar, se convierte en algo interesante por la tarde.

Si nos pusiésemos a analizar bien lo que compone mí día a día, podríamos añadir a Louis.

¿Cómo describir a Louis sin meter mucho la
pata? Anormal, estúpido, muy estúpido, y sinónimos parecidos hacen honor a mi amigo.

Siempre anda despistado en todas partes, muchas veces olvida que clase tiene, y se pasa una hora entera mirando cualquier cosa.

Aunque sea mi único amigo de verdad, podría deciros que la compañía de una farola
aseguraría más diversión.

La otra cosa que podríamos destacar, sería el Instituto. El maravilloso, e idílico Instituto.
Demasiado agobiante y estresante.
Que mas...

—Horan, ¿Podría dedicar unos minutos de atención a mi clase?

Los profesores. Os aseguro que si pudiese cambiar algo de m aburrida vida, serian los profesores. Esos seres maléficos que han nacido para joder tu vida, y hacerla un poco más asquerosa de lo que ya es.

Las miradas de los estudiantes se movieron rápidamente desde la pizarra hacia mi persona y me devoraron como si fuese un trozo de carne fresca recién salida de una carnicería.

Pronto empecé a notar el denominado "rubor" en las mejillas. Me aplaste el pelo sobre la frente.

Por cierto, se me olvido deciros algo. Aplastamiento de pelo. Muy normal en mí.

—Claro.- masculle.

Espere un par de segundos, a que todo volviese a su lugar, y baje la mirada al cuaderno.

Realmente odio el Instituto.

Louis y yo compartimos muy pocas clases,

ya que él prefiere mil veces más los números, y yo no soportaría una clase de matemáticas más en toda mi existencia.

Supongo que solo tener un amigo en el Instituto está muy mal visto por la mayoría de estudiantes del mundo, en general. Aunque mi madre suele consolarme diciendo que somos especiales y diferentes a los demás.

Ósea, una frase bien adornada para decir que somos jodidamente raros.
Un gran estruendo se hizo presente cuando el timbre resonó en el aula.

Suspire fuertemente.
Viernes, adorado viernes.

—¡Eh, Niall!- gritó Louis desde las primeras filas.

El tono que utilizo en tan solo las dos palabras pronunciadas me inquieto bastante.
La clase se fue vaciando poco a poco, y yo me acerqué lentamente hacia la puerta.

—¿Qué pasa?

Miré a Louis. Ojos celestes, pelo castaño liso y peinado en tupe, suele recibir bastante atención, pero siempre acaba rechazándola de alguna manera.

—Veras, no sé cómo interpretar esto, pero, hoy una de las chicas de la clase de Biología, me ha invitado a una fiesta.

Le mire sorprendido. ¿Una fiesta?

—¿Que quieres decirme con eso?

Acomode todos y cada uno de los libros sobre mi pecho, y me aferre a ellos esperando una respuesta.

—Que... Si no es una broma, había pensado que tú podrías acompañarme. Ya sabes, dos amigos en una fiesta, bebiendo, y pasándonoslo bien.- dijo ajustándose la bandolera, y dándome una sonrisa.

—¿Yo? ¿En una fiesta?- dije riéndome entre dientes. Definitivamente el mundo estaba loco hoy.

—Venga, será para conocer gente nueva. Los de por aquí ya los tenemos muy vistos.

Me mire las uñas nervioso.

No deberíamos buscar algo que no nos interesa, o por lo menos a mí.

Las fiestas no eran mi punto fuerte.
—No creo que sea una buena idea Louis...- respondí bajando la mirada.

—¡Es una idea fantástica!- grito sobresaltándome.

Miré la puerta, y observé a la gente que pasaba por ahí delante. Muchos se quedaron mirándonos.

—Tengo que pensármelo ¿Vale? Esta tarde te envío un mensaje.- dije evitando el tema.

Mi respuesta estaba clara. No.

—No me vale Niall, como te rajes, pasaras a mi lista negra.- respondió entrecerrando los ojos, y apuntándome con el dedo.- Y eso es algo, que lamentaras el resto de tu miserable vida.

—Me alegro.- respondí dándole una pequeña sonrisa. Sería el primero en estar en esa lista- Ahora, si no te importa, tengo que irme a casa.

Louis se aparto hacía un lado, y me dejo pasar.

—No te me escapes tan rápido duende.
Mi garganta trago saliva ruidosamente al reconocer aquella voz.

¿Recordáis que odio el Instituto? Esta es una de las principales razones.

Max Gregor, puede ser el tío más temido de todo mi curso, y también el más aclamado.
Últimamente se ha encaprichado conmigo, y no de una buena manera.

—Max, yo…- mi garganta se atasco de un momento a otro, y mis cuerdas vocales perdieron su sonido.

—Creo que todos estamos cansados, pero a mí siempre me quedan ganas de paliza.- respondió crujiéndose los dedos.

Miré a Louis.

Otra cosa que añadir, Louis y yo hemos desarrollo una habilidad para leernos los ojos, y saber lo que el otro está pensado. Es mentira, pero nos entendemos a la perfección en este tipo de momentos.

—¡Niall!- su grito reboto en el fondo de el aula, y llego a mis oídos.- ¡Corre! ¡Salva tu vida!

Y dicho esto, cogió la bandolera, y le dio un golpe a Máx en la cabeza dejándole atónito por un par de segundos. Le mire adolorido, eso no había sonado bien.

Mire a mi amigo agradecido, y corrí todo lo que las piernas me permitieron.

—¡Hijos de puta! ¡El lunes acabare con vosotros!- grito Max aun con una mano en cabeza y el puño levantado.

La risa de Louis fue inevitable e contagiosa.

Ahora, nuestras carcajadas resonaban junto con nuestros pasos a lo largo de todo el pasillo, arrancando miradas de toda la gente que aun había por ahí.

Aparte de aquello, mi vida no constaba de nada más emocionante.

Y dudo que en un futuro lo haya.

A Bitten Heart. [Ziall] Suspendida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora