—¡Mamiii!
Me grita Alegra, mi hija.
—¿Que mi amor? —le grito mientras revuelvo la salsa de tomate que estaba preparando—
—¡Llegó papi!
A lo que yo me saco rápidamente el delantal y voy hasta la entrada, me seguía volviendo loca como el día uno. En la entrada estaba el riéndose, con Santi colgado de una pierna y Ale de la otra, el estaba vestido con ese traje de empresario que me volvía loca. Santi y Ale tenían cinco años, eran mellizos.
—Hola gor —le digo a Peter con una sonrisa mientras me acerco a darle un beso—
—¡Uacala mamá!—dice Santi—
Siempre le dio asco que nos demos besos en la boca.
—¡Vos uacala tonto! ¿No ves que papá y mamá se aman por eso se dan besos?
Le responde Ale con su espontaneidad de siempre.
—Alee— le advierte Pitt por haberle dicho tonto al hermano—
A eso le siguió una pelea actuada de diez minutos entre Ale y San, siempre exageraban, pasaba todos los días esto. Les dije que se vayan a lavar las manos y así fue. Fuimos Peter y yo caminando hasta la cocina pera que yo siga cocinando y nos compartamos anécdotas que pasaron en el trabajo.
—¿Como te fue en el trabajo hoy?
—Bien, mucho trabajo. ¿Viste Encina? —asentí, siempre le había ocasionado problemas a Peter, era un empleado— Bueno, lo despedimos y nos hizo juicio, esta loco el flaco, nose qué onda— ¿A vos?
—Bien, hoy llegué un poco más temprano porque no había mucha gente, me dijeron que me vaya.
Y bajan mis dos terremotos favoritos a poner la mesa. Comimos entre risas. Amaba a mi familia. Quince años con Peter después de que volví de New York, habíamos madurado, cambiado, y pudimos armar realmente nuestra relación. Era la más feliz con mis dos hijos, a los dos les gustaba el rugby, lo habían sacado de su papá y Ale también bailaba, los amaba con todo mi corazón a los tres, eran los más feliz que me paso en toda mi vida. Existen las segundas oportunidades. Se puede ser feliz UNA VEZ MÁS, solo hay que intentar. Y esa noche, como todas, Peter y yo nos fundimos en un acto de amor.
—Te amo, mi amor. Gracias.
— Te amo mas, Pitt. Gracias a vos.—y lo besé
𝘎𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰.
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