- Es que chicos, ay, me vuela el bocho, no jodo - estaba en la casa de Vico con Agus y Nico, contándoles de Lali, lo que sentía - Está nueva personalidad, que se hace la fuerte, difícil pero sigue siendo la Lali que conocí, me esta volviendo loco posta. La extraño, muchísimo.
- Y bueno macho, te mandaste tremenda cagada, pobre rubia, ahora bancatela y remala. - me dice Nico mientras me pasa un mate.
Más allá de todo lo que pasó
Las heridas y el dolor
Lo difícil que será
El sentarme a esperar
Que los días pasen
Y que quieras escuchar- ya se Nico, ya se.
20:53 p.m parado en la puerta de un departamento ubicada en la calle Alvear, Banfield con un ramo de flores en la mano. La extrañaba. Y mucho.
- Chicas, me hizo mal volver a verlo. Muy mal. Sigue igual, tanto de personalidad, como de físico. No saben lo que extraño despertarme con el. No se lo que me pasa. Siento que cambió.
- Porque cambio, Lali - me interrumpió Euge - vos no tenes ni idea de lo arrepentido que esta, mal. Creció y maduró. No es el mismo Petercito de antes, es otro.
- Tiene razón Euge, La - me dice Cande - Sigue siendo el tierno Peter, pero sin lastimar a nadie.
- Yo no se como era antes, pero ahora es una de las personas más buenas que conozco - agrega Mery -
- Ya se chicas. El me pide segundas oportunidades pero me da miedo. Mucho.
- Fue un desliz de pequeños La, confia, el no te lo va a volver a hacer, tenían tan solo quince años, eran muy chiquitos. - me dijo Euge - Una segunda chance no le hace mal a nadie ¿no?
Nada se termina por un error
Podemos tratarnos bien
Aceptarnos y aprender
Nada está perdido para el amor
Podemos tratarnos bien
En el alma y en la pielEuge tenía toda la razón, no podía seguir desconfiando. Las chicas se fueron a las 18:39 p.m. Acomode un par de cosas, termine a las 19:03 y me fui a bañar, me puse mi pijama
Y me tire en el sillón a ver la tele. Cuando la encendí eran las 19:26. 20:54 suena el timbre. No esperaba a nadie por lo que atendí por el portero.
- ¿Quien es?
- Hola, em, este. - Había reconocido esa voz y ese nerviosismo al instante. Juan Pedro. - soy, em, Pe... Peter.
- Ah, pasa. - le dije intentando sonar indiferente y toque para que se abra la puerta de abajo. Subió y escucho el timbre de mi parte. Los nervios aumentan, me acerco a la puerta, abro y está el, paradito, los pelos alborotados que le dan ese toque sexy al chico bueno. Con un ramo de mis flores favoritas que me daba todos los sábados <hoy es sábado Lali> hace siete años.
- Hola - me dice sonriendo de costado-
- Hola - le devolví la sonrisa -
- Co, ¿cómo estás? - me dice nervioso -
- Bien... ¿pasó algo? Digo, no es que no me guste tu visita, no... tampoco me pongo súper híper feliz de verte eh... no, si... me da igual - le digo a lo que el se ríe -
- Tranquila La. Vine porque... te extraño ¿sabes? - me mori de amor - extraño tus besitos, tus abrazos, traerte flores todos los sábados, tus <éxitos> antes de salir a jugar, tus <felicitaciones> seguido de un chape de la puta madre cuando gano - solté una carcajada - te extraño, Lali, mucho, la puta madre - sonrie - me vuelve loco no tenerte a mi lado, me volves loco vos. Extraño tus sonrisas, tu malhumor, todo de vos, hasta el mas mínimo detalle. Te extraño, mi amor, mucho. - cae una lágrima. Dios, ¿tan sensible tenía que ser?. Me acerco, lentamente y le doy una cachetada.