《KIMETSU NO YAIBA》TYPE OF • ONE SHOTS • ESCENARIOS

• Agatsuma Zenitsu

Clasificación: One-shot
Advertencia: Contenido Yandere

▪ ATELOFOBIA ▪

"Miedo a no ser lo suficientemente bueno"

Después de estar gran parte del día trabajando llegar a casa era lo único que quería, ser recibido por su esposa en la entrada y pasar el día junto a ella. El abrazador sol de esa época del año hacía que pequeñas partículas de sudor humedecieran las oscuras hebras del chico, el camino de ida y vuelta cada día era muy cansado asi que al divisar a lo lejos la pequeña vivienda sintió un gran alivio, se apresuró a llegar y entró en esta encontrándose con una pelinegra sentada en el futón peinando su cabello.

El azabache se dirigió hacia ella para besar su mejilla luego de pronunciar un "ya llegué" a lo cual la mujer con un tono irritado respondió.

--No tienes que informar tu llegada cuando yo misma lo estoy viendo ¿sabes?
Habló evitando el beso del chico sin ningún esfuerzo para que este no lo notara.

Algo avergonzado se limitó a agachar la mirada para ocultar su sonrojo y dejó sus cosas en otro lugar. Al lado de una pequeña mesa en la habitación el joven notó varios kimonos doblados con estampados florales, maquillaje y pasadores para el cabello que esta mañana antes de irse no estaban.

--D-disculpa Mizuki-chan, ¿qué es todo esto?
Preguntó algo nervioso

--¿Qué no ves? Una mujer necesita sentirse hermosa siempre y si todas lucen tan bien con costosos kimonos ¿por qué yo no?

--Pero Mizuki-chan, tu ya eres hermosa, no necesitas comprar todo esto

--¡Siempre haces lo mismo! ¡Buscas una excusa ridícula para no gastar en mí! Siempre esperas a que yo lo haga, ni siquiera puedes traerme flores ¿para qué trabajas?

La mano de la joven dió un pequeño golpe en la cabeza del pelinegro  despeinandolo un poco y luego de su discusión fue a otra parte de la casa para estar sola. En serio no sabía en qué estaba fallando, si bien no podía darle a la chica todo lo material Zenitsu se encargaba de demostrarle siempre que en verdad la amaba pero esto para ella no era suficiente o en ocasiones parecía ni siquiera importarle. Tampoco era que Zenitsu no quisiese gastar en ella, si tuviera las posibilidades le daría todo lo que merece para que fuese felíz pero desgraciadamente ese no era el caso, el dinero escaseaba y había que hacer lo necesario para hacerlo alcanzar y usarlo en lo más básico e importante, cosa que la chica no quería aceptar y lo despilfarraba en cualquier gusto o artículo sin sentido. Claro conociendo la noble personalidad del chico jamás se lo reclamó, a causa de su amabilidad muchos se aprovechaban de él.
La tarde pasó y era de noche por lo que ambos se encontraban en la mesa para cenar, la chica comía placidamente mientras que el joven únicamente la acompañaba, prefería que ella tuviese todo antes que él por lo que si había poco dinero lo usaba solo en ella.

--¿No vas a cenar?

--No gracias, no tengo hambre ahora

--Eres muy extraño
Soltó con aires de desprecio

Los días pasaban y por más que diera todo su esfuerzo en el trabajo eso no haría que le pagasen más, a menos que hiciera horas extras lo cual al menos un poco ayudaría. Decidió hacerlo por 1 mes para intentar lo cual dió resultados, se sentía muy felíz y continuó haciendolo. El hombre dueño de la pequeña tienda donde el joven trabajaba era muy bueno y como recompensa esta semana el chico saldría más temprano y pagaría sus horas extras. Zenitsu le agradeció infinitamente y corrió a su casa para darle la noticia a su esposa y sorprenderla pero el que se llevó una sorpresa fue él al entrar directo a la habitación.