《KIMETSU NO YAIBA》TYPE OF • ONE SHOTS • ESCENARIOS

• Tomioka Giyuu

Clasificación: One-Shot

▪ AKAI ITO ▪

"El hilo invisible que conecta a los destinados a conocerse sin importar tiempo, lugar o circunstancia. El hilo se estira o se enreda pero jamás se rompe"

¿Qué estarás haciendo? ¿Mientras yo despierto tú dormirás? O siempre observamos la misma luna, ¿Debería seguir esperándote? Porque ya ni siquiera se si vendrás, no hay nada que pueda confirmarme si continuar ilusionándome sea la opción correcta porque con solo pensar que jamás aparecerás me deja sin respirar.
¿Te reconoceré? ¿Cómo sabré que todo tendrá buen final? Imaginar el fracaso atrapada en la soledad no me deja pensar.

¿Es cierto lo que dirá? Frío, indiferente, esa es la verdad y aunque quiera cambiarla no es algo a lo que esté acostumbrado, la vida así me ha forjado y ella ya no es la única con la misma idea volviéndola pregunta en mi cabeza: ¿Por qué todos me odian?
¿Llegaré a tener lo que ansío al final? Porque pocas veces es cuando el mundo me sonríe y trata como una persona normal.

Jamás nadie se lo había preguntado, era un tema que incluso con él mismo era difícil de hablar y al ser juzgado por los demás sin ponerse antes en su lugar el miedo en el corazón de Tomioka por ser rechazado hasta la eternidad formaba un nudo en su garganta que la hacía arder mientras parpadeaba repetidamente ahuyentando el líquido que amenazaba colarse entre sus orbes tan prufundos y azules como el mismo océano haciendo honor a su puesto, Pilar de Agua.

El mismo sentimiento se hacía presente en incontables corazones pero siempre sabiendo como ocultarlo por lo cual jamás se le pasaría por la cabeza que aquella joven con la que pasaba sus tardes, con quien escuchaba atentamente a sus anéctotas y olvidaba por completo lo demás, aquella Mizunoto que consideraba su familia compartía con él los mismos miedos, dudas y hasta tristezas; la única diferencia era la sonrisa dibujada la mayoría de veces en los rosas labios de la fémina. Todos tenemos un límite y días que no están a nuestro favor y luego de una jornada de misión agotadora las "bromas" por parte de la chica con el haori de insecto era lo último que el pelinegro necesitaba, ya auficientemente hundido se encontraba y no podía evitarla aún si intentase esquivarla, aún siendo la conversación más casual ningún comentario de ese tipo podía faltar; del tipo que colocaba seriedad en el rostro del chico y una ira impotente en el corazón de la joven quien de lejos escuchaba.

--No hay porque enfadarse, sabes que todo es un juego Tomioka-san y aún de no ser así ya deberías estar acostumbrado al rechazo.
A pesar de sus palabras su tono era tranquilo mientras dejaba mostrar una sonrisa como siempre.

Abriéndose paso, el más alto se dirigió a su habitación a paso acelerado evitando toda interrupción que le impidiese llegar para sin dezlizar la puerta para encerrarse. Su mente daba vueltas, por más que ignorase las palabras de la peli violeta no podía evitar preguntarse si había algo que hacía mal, algo que causase que todos a excepción de alguien simplemente solo se alejaran de él.
Observando lo ocurrido caminó por los jardines hasta quedar frente a su lugar, llamó su nombre un par de veces hasta oír su carácterístico tono de voz que le autorizaba pasar donde al entrar lo halló sin su haori el cual doblado reposaba a los pies del futón con su katana, con las pestañas húmedas aunque intentase pasarlo desapercibido y con esa escena tenía suficiente para culparse todo el día por no haberlo ayudado.

No dijo nada, lo que menos necesitaba eran palabras que en momentos así le eran difícil formular, lo que quería y lo único que necesitaba era un hombro que si no era para llorar era para recostarse, cerrar sus ojos y respirar profundo hasta que la sensación de paz inundara su pecho y la reacción fue aún mejor al sentir los brazos de la joven rodear su cuerpo intentando consolarlo; no solía abrirse pero si tenía que hacerlo sería solo con ella.

--Créeme que en verdad sé como te sientes-- habló mientras lo arrullaba.

--Tiene razón, debería acostumbrarme porque al final estoy y estaré solo.

--No es verdad.

Ambos sentían una gran paz en sus corazones al lado de otro, una sensación inexplicable pero que no la causaba lo que ustedes creerán, lo que la mayoría pensará porque guardaban sus corazones para alguien más y apostaron que nunca se verían como "algo más" pero todo fue tan repentino y ligero sintiendo como acariciaba sus caderas mientras ella tan solo enredaba sus delgados dedos entre sus hebras carbón dejando a sus labios danzar entre sí como estos quisieran tomando el atrevimiento de invitar a sus lenguas pasar para unir en armonía al par.

Tal como acuarela expandiéndose donde el agua tocaba el lienzo asi eran sus labios pintando como suaves pinceladas su piel sin olvidarse de cada rincón como el pintor que se esmera en cada detalle de su creación. Tonos rosas y otros carmín más intensos coloreaban su cuadro acomodándo su caballete para trabajar mejor y no acabó hasta que su composición no fuese otra cosa más que perfecta, esa no sería la primera ni la última vez donde ambos tratarían de llenar de color el espacio en blanco que uno y otro veían en el contrario siendo solo bocetos en el aire pero lo que para él fueron manchas y arte abstracto para ella fue la obra de arte más hermosa y jamás vista haciéndole encontrar lo que desde hace tiempo venía buscando.
Su corazón bombeaba más fuerte con solo observar al joven Pilar y recordar todas las emociones que le hacía sentir pero de cierto tiempo hacia acá no todo siguió igual, por más que tratase no pintaba con la misma sensación perdiendo la inspiración dejando vacíos y sin pintura ciertos espacios en su lienzo donde la frialdad e inseguridad comenzaban a hacerse presentes con el tiempo borrando de a poco todos los bocetos creados en la mente de la muchacha
¿Había algo mal? ¿Quiso leer entre líneas lo que no estaba escrito? Nada fue como unos meses atrás donde el afecto y unión la hacían brincar de felicidad y con una última esperanza lanzó su salvavidas esperando recuperar algo donde le confesaba al mayor todo lo que para ella en verdad significó.

El ambiente teñido entre tonos morados llenando cada espacio sin dejar pasar al azul del cielo, donde cada rama de Glicinia era la protagonista del lugar observando a sus pies una obra que no muy seguido solían apreciar donde querían ayudar brindando un escenario tanto nostálgico como romántico transmitiendo lo que se reflejaba en la cristalina mirada de ambos jóvenes quienes se hallaban en un dilema entre ellos mismos.
Había perdido toda esperanza escuchando el silencio hacia su declaración a la cual ya se había hecho a la idea de la decepción, sin embargo no sabía el peso que había quitado de los hombros del más alto quien aclaraba que la razón por la que comenzaba a frenar era creyendo que solo él se empezaba a ilusionar a lo cual ambos olvidaron algo:

No importa las veces en las que suceda el hilo puede estirarse, enredarse lleno de dudas y miedos en él mismo o erróneamente con el de alguien más pero jamás dispuesto a romperse o peor, a no tener su otro extremo atado con quien necesita específicamente esa alma en su vida.

Algo distinto con lo que casi lloro yo misma :'3 y por qué no hacer de mis tormentos un one-shot? :D

Aparte muchísimas gracias porque este libro sobrepasó las 100k lecturas
Espero les haya gustado y me dejen su voto y comentario como siempre :3

P.D (espero hayan cachado la referencia lemon en el cap uwu)