• Rengoku Kyojuro

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Clasificación: One-shot
Advertencia: Contenido triste



Shiroi chō ▪

"Debí abrazarte mucho más aquella última vez que te ví..."






--Creo que eso es todo
Se dijo a sí misma la joven limpiando con su antebrazo el sudor de su frente al ver por fin cada habitación de la casa en orden y las cajas vacías a su alrededor, apiló estas de buena forma y sujetó su cabello, pronto anochecería asi que sería mejor si saliese por la cena cuando aún los rayos del sol entre el atardecer iluminaban las calles.

No hace mucho que se mudó a un pequeño pueblo que a pesar de no ser muy conocido tenía todo lo que necesitaba para ser alguien independiente. Los amables se encargaron de presentarse y saludarla todas las tardes deteniéndola en la calle para conversar e indicarle que si necesitaba algo no dudase en pedirselos mientras que los chismosos o mal pensados se limitaban a juzgarla y sacar sus conclusiones tachándola como alguien extraña, no cabía en sus cabezas como al ser una joven amable y de un atractivo notorio no estuviese casada o al menos comprometida.

Cerró la puerta de su casa y se dirigió hasta una tienda cercana donde la dueña del lugar al ya conocerla la recibió con una gran sonrisa.

--Buenas noches mi niña, ¿qué vas a llevar hoy?
Habló mientras junto a un joven atendía a las demás personas

--No mucho Sra. Takahama, una bolsa de fruta es todo

--Bien, te daré la más dulce que tenga, espérame aquí.

La mayor dejó a cargo del mostrador a su nieto quien amablemente entabló conversación con la joven a la vez que despachaba al hombre frente a él.

--Con que tú eres la recién llegada ¿o me equivoco?
Soltó de repente el varón junto a ella

--Así es, justo hoy terminé de acomodarme.

Luego de ambos comprar la joven siguió conversando con él quien con solo oír su tono de voz le brindaba una sensación de calma y confianza como si hablara con un niño, su apariencia era totalmente nueva hacia sus ojos y observaba con atención como sus orbes naranjas expresaban su emoción con cada palabra que decía.

--Mi casa está cerca, puedo seguir desde aquí, es algo peligroso andar afuera de noche

--Precisamente por eso me sentiría intranquilo dejando ir a una chica sola, vamos
Mencionó el más alto.

Al dejarla en la puerta de su vivienda le agradeció amablemente luego de presentarse con su nombre, el contrario indicó la dirección de su casa por si alguna vez necesitaría algo de él, se sentía muy bien cada que tenía la oportunidad de ayudar a las personas y ella no sería la excepción.

--Bueno, que descanses. ¿Kyojuro cierto?
A lo que el rubio afirmó con una sonrisa.

Ayuda con cosas pesadas, pedir una que otra cosa prestada, lo que eran simples peticiones primero se fueron convirtiendo poco a poco en solo excusas para la chica; excusas para tener que ver esa sonrisa llena de vida que con solo verla su día se convertía en el mejor de todos pero se preguntaba si hacía mal en querer utilizar esas excusas para cruzar parabras con el rubio con quien en poco tiempo se hicieron más unidos y a decir verdad tal vez no era la única en usar excusas a diferencia de que las del contrario en ocasiones eran poco creíbles pese a su inexperiencia en mentir lo que hacía que la muchacha dejara de lado esos pensamientos en donde creía "usar" a Rengoku para su bien propio y comenzaba a enternecerla con aquellos actos como la vez en que la vió salir del templo para entregarle un ramo de las flores más bellas de todo el puesto para seguir dándole la bienvenida al lugar a pesar de haber pasado ya mes y medio de su llegada.

《KIMETSU NO YAIBA》TYPE OF • ONE SHOTS • ESCENARIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora