《KIMETSU NO YAIBA》TYPE OF • ONE SHOTS • ESCENARIOS

• Sabito

Clasificación: One-shot [Modern AU]
Advertencia: Contenido Yandere
PEDIDO PARA: ___SUNFL0WER

▪ CATARSIS ▪

"Liberación o eliminación de los recuerdos que alteran la mente o el equilibrio nervioso"

--¿La chica de allá?

--Si, la de sudadera verde
Habló un oji azul a su amigo

Desde hace algún tiempo Giyuu le habló a su mejor amigo sobre una chica que lo volvía loco pero había un problema, además de la timidez del chico su grado era distinto, ellos se encontraban en el penúltimo año de la universidad mientras que ella apenas estaba ingresando a esta, Sabito no se quedaría de brazos cruzados ya que el azabache es como un hermano para él desde la infancia asi que prometió que si le decía quien es él haría todo lo posible para que a su "crush" pudiese agradarle y ser más cercano a ella, Giyuu algo apenado aceptó y ahora se encuentran en uno de los varios patios del campus planeando el siguiente movimiento.

La personalidad de Sabito es totalmente opuesta a la de Giyuu asi que lo tomó del brazo y mientras este se negaba fueron directo a la chica quien se hallaba en una mesa sola, su única compañía eran sus auriculares y un pequeño cuaderno en donde escribía apuradamente. El de hebras rosa aclaró su garganta antes de hablar lo que llamó la atención de la chica y puso pausa a su música.

--Hola, perdón por la molestia pero
¿Has visto a la profesora de Literatura?

--No, lo siento, pero justo debo entregarle esta tarea cuando la acabe ¿Les parece si vamos juntos?

--Claro, gracias

La fémina se hizo a un lado en la banca dando espacio a los chicos para que tomaran asiento junto a ella, Sabito lo planeó todo a la perfección, sabía que su tarea era de literatura debido a los poemas que escribía y dejó a Giyuu al lado de ella haciendole una señal para que iniciara la conversación, por suerte es un chico culto asi que con la chica discutieron sobre algunos libros y los autores que más disfrutaban leer hasta que llegaron con la profesora que buscaban, para cuando el timbre sonó anunciando el receso terminado el pelinegro ya tenía el número de la chica y ella el suyo lo cual le agradeció a su amigo infinitamente.

A la hora de salida se despidieron y Sabito se dirigió a la parada de bus para regresar a su casa, tomó asiento y una voz a su lado lo hizo voltear. La chica de hoy subió al mismo autobus que él y aprovechando se sentó a su lado para platicar y conocerlo igualmente a él, fue una plática larga durante todo el camino llena de risas por parte de ambos hasta que la castaña debía irse, se despidió del chico y bajó del vehículo.
El joven llegó a su casa y antes de que fuese más tarde comenzó a hacer sus deberes no sin antes escribirle a Giyuu que su "noviecita" lo encontró en el camino y no solo fue ese día si no a partir de, le había dicho que se mudó de casa asi que su ruta era casi la misma que la de Sabito todos los días.

Cada vez conversaban sobre distintas cosas y no se aburrían de hablar, la chica quería el número de Sabito pero este mintió diciendo que no acostumbraba mensajear con nadie ni siquiera con Giyuu, sentía que era alguna clase de traición hacia su amigo pero cuando empezó a verla con otros ojos se sintió aún peor, debía alejarse de ella lo más rápido asi que aunque fuese más tarde comenzó a tomar el siguiente bus para ir a casa.
Todo seguiría normal según lo planeado pero lo que Sabito sentía no era un enamoramiento normal o pasajero, cada vez que se encontraba lejos de la chica ya sea en clase o en otro bus una angustia y ansiedad terribles comenzaban a invadirlo e incomodarlo bastante incluso cuando Giyuu le contaba algún hecho emocionante que había tenido junto a ella su sangre hervía de los celos pero una falsa sonrisa disimulaba todo a la perfección, sabía que ella no era para él y no quería lastimar a Giyuu pero sus impulsos lo controlaban asi que pensó, si necesitaba verla no tenía que estar cerca de ella obligatoriamente y eso lo llevó a espiarla e incluso controlar todo lo que la chica hacía desde sus clases, con quien hablaba y dónde vivía y cada vez que sintiera la necesidad de ver su rostro no tenía que seguirla, solamente desbloqueaba su celular y veía detenidamente cada detalle de su cuerpo y rostro en las fotografías que anteriormente tomo de ella sin que lo notara hasta que un día su desesperación pudo más que él y a la salida tomó el mismo bus que ella y se sentó a su lado.