"Cásate conmigo, solo conmigo" 💍 drabble

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Se fugaron de un día para el otro, siguiendo un plan que era una locura, pero por el que estaban más que dispuestos a arriesgarse. Dejaron su vida atrás, enseñanzas incluidas, y escaparon con menos de lo básico, para estar seguros de que lo lograrían. En su mochila, Izuku cargó los anillos de compromiso que su madre conservaba guardados, dejándole una nota allí mismo.

Fueron lejos, muy lejos, rebelándose silenciosamente contra todos y todo, renunciando a los papeles que hasta entonces les correspondían y a deseos formados por la influencia de alguien más. Ya no serían lo que les hicieron creer, no pertenecerían más al mundo que los creó como enemigos. Habiendo abierto y expuesto sus corazones y almas, no había fuerza en la Tierra que pudiera hacerlos volver atrás. La pasión que sentían hasta entonces por cualquier otra cosa y que les hacía seguir un camino determinado, era artificial; el lazo que se formó entre ellos tan pronto pudieron conocerse verdaderamente, eso era lo real, comparable a leyendas como la del hilo rojo, pero que podían sentir en todo su ser.

Entonces pusieron el mundo de cabeza para amarse, evitando los vestigios del pasado, centrándose en la vida y la historia que construirían juntos a partir de ese momento. Ya no necesitarían nada más para sentirse completos, no había otro objetivo que perseguir, ni un rol concreto que respetar, sólo ellos dos como fieles compañeros del alma.

El día que consiguieron la paz, logrando estar solos, dieron fin a una historia para que inmediatamente otra tomara su lugar, colocándose los anillos, sellando todo con un beso. Izuku acarició el cabello de Tenko, que previamente había peinado, tenía un tono diferente, le sentaba mejor. Tenko, que ahora las únicas manos que permitía sobre sí eran las de Izuku, cerró los ojos ante la caricia y rodeó suavemente la cintura de su amante en un abrazo. Izuku bajó los brazos y se sostuvo en los hombros del mayor, descansando sobre su pecho. Sin darse cuenta comenzaron a balancearse, como si estuvieran bailando al ritmo de una canción que solamente ellos escuchaban. Y quizás así era, porque al final nada ni nadie más importaba; sólo ellos y sus sentimientos, su unión, su pacto. Al final, lo único que importaba eran ellos, y eran felices teniéndose mutuamente como su razón de existir.

Pecas, lunares y tenis rojos  [TomuDeku book]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora