Especial de cumpleaños 🎂 viñeta

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Shigaraki no siente un especial interés por su cumpleaños, de hecho Midoriya se enteró de la fecha por sus propios medios, no porque se lo hubiera hecho saber. Aunque a pesar de la indiferencia que el mayor demostraba ante cualquier celebración, Izuku había aprendido a darse cuenta de las cosas que Tomura ocultaba, por ejemplo el sutil deseo de que el día los encontrase juntos y sin nada que hacer. Izuku sabía; por eso cada 4 de abril se aseguraba de dejar su día completamente libre, sin importarle si debía mover fechas de cosas o si los demás lo creían supersticioso por desaparecer sin más durante todo el famoso 4/4.

A Midoriya le gustaba apartar un día para dedicarse plena y exclusivamente a llenar a Shigaraki de atenciones, le gustaba marcar una fecha en la que haría todo por y para él. Su cumpleaños le daba una razón suficiente, aunque raramente lo mencionaría en el transcurso del día (tampoco es que hiciera falta).

Su forma de hacer las cosas era casi rutinaria, con algunas variaciones de vez en vez, pero casi siempre podía resumirse en un ameno día en el hogar, con absoluta calidez y pequeños detalles presentes por doquier.

Izuku empezaba desde temprano, despertando a Tomura para desayunar, a veces su dificultad para mentir hablaba por él, diciendo "este es un día como cualquier otro" o algo por el estilo, cosa que el mayor ignoraba, aunque en su interior pensaba que era algo adorable. Desayunaban juntos lo que sea que hubiera preparado, por lo general cosas que eran sospechosamente de la preferencia de Tomura. Luego se quedaban un rato hablando o escuchando música, hasta que se hacía la hora en que Midoriya comenzaba a preparar el almuerzo y Shigaraki le hacía compañía mientras jugaba algún videojuego en su consola portátil.

Después de la comida, del postre y del té o café, Izuku propondría darse un baño juntos, y Tomura sería el primero en dirigirse hacia el baño, desvistiéndose en el camino, no dejaba lugar a dudas sobre lo mucho que le agradaba la idea. Izuku era muy cuidadoso cuando le ayudaba a bañarse, era delicado cuando se fijaba en el lavado de su cabello y masajeaba su cuero cabelludo de forma que hacía que Tomura deseara dormir bajo su toque. En ocasiones como estas, que eran especiales en secreto, el aroma de los productos era diferente, cambiaban por unos más agradables a los de uso diario, e incluso se agregaban otros, como cremas que no se daban el tiempo de usar más seguido, pero aplicaban ahora que tenían todo el tiempo del mundo para hacerlo. Salían completamente renovados, deslizándose en sus pijamas limpios, listos para seguir pasando el resto del día relajándose juntos.

Hacían una "cena desayuno", teniendo nuevamente en cuenta la preferencia de Shigaraki por las cosas dulces, luego ponían alguna película o jugaban algún videojuego que no requiriera demasiado enfoque, ya que sabían que iban a distraerse con besos y caricias. Durante el día, Izuku no perdía oportunidad para besar el rostro y las manos de su amado, y a la noche todo aquel cariño se le devolvía con un Tomura que trazaba todo un camino de besos por su cuerpo antes de acurrucarse en la cama. El día finalizaba, con ellos durmiéndose pasada las doce, después de alguna adormecida charla sobre la almohada, donde podían ser tan cursis como quisieran. Izuku finalmente diría "Estoy feliz de que hayas nacido, me alegra que estés vivo y espero poder acompañarte aún más" o algo por el estilo, y Tomura aceptaría esa empalagosa felicitación de cumpleaños con una sonrisa vergonzosa, esperando no haberse sonrojado o al menos que la oscuridad de la noche protegiera su reputación. Porque a Tomura no le importa mucho su cumpleaños, pero desde que Izuku lo tomó como un día donde le hace sentir especialmente amado, no hay cosa que desee más que pasarlo con él.

Pecas, lunares y tenis rojos  [TomuDeku book]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora