3) ¡Pelea, Pelea, Pelea!

565 60 7
                                    

La ira recorría cada centímetro de mi cuerpo ¿Que hacía esa rompecorazones ahí?

-Hipo, duh.

-Hiccup no tiene novia- dije apretando los dientes -Tú lo único que haces es confundirlo.

-Y si lo hago ¿que? Él nunca saldría con alguien como tú- Dijo Astrid mirándome de arriba a abajo con una expresión de asco. Luego dirigió su mirada a Hiccup- Él sólo es un estúpido inútil.

Cuando lo miré, estaba al borde de las lágrimas. Por eso estaba nervioso cuando llegamos, la vio. De repente, comenzó a moverse hacia la salida.

-¡Él no es ni estúpido ni inútil!- grité y todos me miraron, pero no me importó. Sin darme cuenta, la abofeteé- ¡Cuídate, ésto es solo el comienzo!- 

Después de decir eso, salí corriendo en busca de Hipo. Lo encontré llorando en un banco en un parque a una cuadra de la tienda de Elsa. Verlo así me partía el alma en mil pedazos. Me senté a su lado y lo abracé. Maldita y estúpida Astrid; las va a pagar y caro... no hay precio para un corazón roto.

Así abrazados estuvimos un rato ¿Horas, minutos, días? No lo sé. Sólo sé que estuvimos un rato así, callados, sin hablar. Las palabras de la chica que realmente quería lo atravesaron por completo. Cuando se calmó le dije:

-¿Vamos a comprar un helado? Eso siempre me anima.

El sólo asintió mirando al suelo. Fuimos a una heladería llamada Caídas de Otoño. Pedí dos de chocolate y pagué yo. Todo por un amigo triste. Era la hora de la puesta de sol. Entonces se me ocurrió una idea. Primero le mandé un mensaje a mi madre:

Yo: Vuelvo a las siete y media. Hipo tiene un problema emocional.

Mamá: Okay

Lo único que tenía que hacer era llevar las bicicletas. Hipo ni siquiera miraba para dónde iba. Sólo caminaba.

-Ya llegamos- dije intentando que levante la vista. Y lo logré.

Estábamos en un centro comercial abandonado al que yo iba de vez en cuando. Lo conocía como la palma de mi mano. Hiccup se lo quedó mirando, con la intriga en sus ojos.

-Este es el Paper Falls- comenté yo rompiendo el silencio -Ven, te voy a enseñar una cosa. Los ascensores todavía funcionan-

Entré mientras arrastraba a Hipo hasta el ascensor. Él sólo miraba lo que había a su alrededor. Apreté el botón que llevaba al piso de la terraza. Eso seguro que le iba a encantar. Después de lo que parecieron años, preguntó:

-¿Adónde vamos?

-A mi lugar favorito- respondí yo -Cierra los ojos, yo te guío-

Hipo fue caminando hasta la terraza. Había una vista fabulosa.

-Ya puedes abrirlos.

-Wow...- susurró Hicupp

Desde ahí podíamos ver toda la ciudad. Al estar al fondo el sol poniéndose, lograba un efecto mágico.

-----------------------------------------------------------

Remember The Time [Mericcup 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora