Parte 2 - Mientras espero resultados

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Mientras espero resultados

Mi día, a pesar de este pequeño percance, pasó sin problemas aunque algo me dice que sólo es el comienzo. Saliendo del consultorio, me dirijo hacia la tienda para comprar otro pantalón para esconder estos cambios usando uno más grande.

Camino hacia la tienda, siento que ahora sólo es cuestión de tiempo en saber si mi cuerpo quiere dirigirse hacia tener senos y vagina. Me siento como la tripulación en la película Titanic, cuando están en la deriva de qué pasará al haber hecho impacto con ese iceberg, o todo está perdido con semejante golpe o es algo que podrán superar, es cuestión de tiempo. Así me siento, ahora esperar qué dirección va mi cuerpo.

Ese momento que me puse a pensar en el escenario que todo esté perdido, me pongo a imaginarme cómo sería mi cuerpo femenino, si tendría senos grandes con una cadera pronunciada; mi imaginación llegó a su fin al darme cuenta de que era algo que NO quería y me detuve. No quería tener cuerpo de mujer, ni senos ni vagina... no creí que las hormonas que ahora circulan mi cuerpo me harían pensar en algo que no quiero.

El siguiente día por la mañana, al estar arreglándome. Noto que al estar poniéndome mi camisa si se llega a notar algo diferente en mi pecho y me pongo el pantalón que me compré ayer para disimular mis cadera y nalgas. -Aún no lo noto-, me digo para motivarme.

Me tomo el medicamento esperando que ahora sí de resultado.

Unas semanas atrás, cuando noté que me estaban quedando apretados los pantalones, y fui a comprar otro más grande, no pensé que era porque mis caderas eran las que crecían, lo atribuía a que las echaba a secar a una temperatura muy alta o simplemente no me daba tanta curiosidad para saber qué pasaba, no me era necesario; no le ponía atención, nunca pensé que todo esto era debido a esta condición que nunca creí que existía.

En el trabajo, ninguno de mis compañeros notaban mis cambios, lo cual era bueno. Podía tener mi día laboral de manera normal y podía avanzar con mis pendientes. Como estábamos con un proyecto importante, me ayudaba en concentrarme a ese objetivo y desconectarme de lo otro que pasaba.

Supongo que es una ventaja el poder dedicarle la atención a mi trabajo, poder perderme en el código. Aunque me distraía un poco al ver pasar mis compañeras con sus atuendos de vestidos, ¿qué haré cuando los cambios sean más que obvios en el trabajo?, ¿hablaré con mi jefe y decirle qué pasa?, ¿cómo lo va a tomar?, pero más importante... ¿usaré ropa de hombre o mujer?. Supongo que añadiré estas dudas a mi larga lista de cosas que no sé cómo le haré cuando llegue el momento pero supongo que encontraré alguna manera, de lo contrario no pudiera funcionar.

Al salir de trabajar, decidí pasar a distraerme un poco en el centro comercial. Al ir caminando, a pesar de las adversidades en las que me encuentro, aún disfruto voltear a ver los senos de las mujeres mientras pasan. Me da gusto saber que, a pesar del cóctel de hormonas femeninas que están circulando en mi cuerpo, todavía tengo la atención para apreciar el cuerpo femenino... de alguien más, y más gusto me daba saber que puedo olvidar mi condición al estar caminando con tanta gente a mi alrededor. Debería de hacer esto más seguido, mientras puedo.

Pero, algo adicional pasa por mi cabeza al quedarme viéndole a una mujer su par de senos que los consideraba algo grandes; recordé que también yo estoy por posiblemente empezar a desarrollarlos y que estos bultos que ahora siento detrás de mis pezones puede que algún día crecerán y, hasta podría ser, del mismo tamaño que los de ella. Mi gusto se volvió en temor por un segundo al seguir pensando en ellos, pensar cómo esa parte de su cuerpo la definía, la hacía ver mujer y cómo atraía atención. Definitivamente eran atractivos y ella lo sabía, el andar mostrándolos con una camisa escotada sólo le añadía una cualidad atrevida y sensual.

Mi transición | TGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora