Parte 6 - Mi primer día

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Mi primer día

A pesar de la emoción y nervios de al fin tomar esta decisión con el pie derecho y por fin dejar a un lado mi ritual de actividades para esconder algo que ahora acepté, he tenido una semana muy pesada y empiezo a sentir su efecto sobre mi cuerpo... me siento muy cansada, es hora de descansar.

Aún desnuda, dejo a un lado mi selección de ropa ajustada que anteriormente usaba para dormir y me dispongo a por fin usar ropa floja y cómoda. Un pants y camiseta. Esta combinación me recuerda cuando solía ver a mujeres y me gustaba cómo se veían, sencillas pero femeninas. Ahora que soy yo quien está vestida así... creo que me gusta.

Por primera vez dentro de mucho tiempo, abro las cortinas para poder despertar con luz, ya es hora de acostarse. Esta noche por fin puedo sentirme relajada después de tanto tiempo, siento que finalmente podré dormir y descansar totalmente.

Anteriormente, al saber de mi condición, tomaba muchos esfuerzos para negar lo que pasaba sin tomar en cuenta que me quitaba mucha energía y cuando llegaba el momento de descansar aún seguía usando esfuerzos que me privaban descansar como debía.

Ahora que ya me acepté, ya no tengo que hacer eso y al fin podré descansar como debe ser; ya no me pondré tenso... digo tensa al dormir y ya podré acomodarme para buscar una posición más cómoda, sin temor de que esa posición haga que la gravedad me recuerde a una realidad que ya quiero aceptar.

Al estar consciente de la paz que ahora me circulaba, me quedé un tiempo quieta para poder sentir mi cuerpo relajado, descansado; estando así disfruté un momento esa sensación y, acordándome de mi pacto que hice, decidida para empezar mi nueva vida como mujer y todo lo que conlleva.

Esa sensación de paz y tranquilidad se convirtió en un poco de nervios en el momento que me acomodé a mi costado y sentí cómo mis senos colgaban de mi pecho, por un segundo había olvidado ese detalle, volteé hacia ellos para verlos, cómo uno colgaba y el otro descansaba sobre la cama, anteriormente evitaba mirarlos y generalmente trataba de ignorarlos pero ahora que ya los acepté, es algo más con lo que aprenderé a vivir... aparte me gusta cómo se sentía y veía, jamás pensé que pudiera verlos de esta manera.

De todo lo que ahora es mi cuerpo, mis senos son los más relevantes, ni mis curvas, mi piel, mis nalgas o mi vagina tienen tanto impacto como lo son mis senos; no por su tamaño pero porque ahora tengo dos partes de mi cuerpo que se extienden fuera de mi pecho que con cada movimiento que daré me recordará que están ahí y eso es lo que me tomará más tiempo acostumbrarme; más que ya no sentir mi pene, ser más sensible al tacto o abarcar ligeramente más espacio de mis caderas y, cómicamente, sentir más acolchonado cuando me siento. Considero que los senos son aquellos que siempre va con la mujer, lo primero que notaba yo en alguien.

Y por ahí va mi miedo, saber cómo piensa la mente de un hombre al ver mujeres con senos atractivos.

Por fin dormí.

En la mañana me levanto para empezar mi día, tengo planes de verme con mi amiga ya que me dijo que vendrá antes me medio día entonces tendré un rato antes de que llegara.

Despierto con un cuarto iluminado, contrario a como se volvió costumbre, anteriormente dejaba las cortinas cerradas para evitar que la luz me recordara de mi cuerpo pero esta vez quise despertar con los rayos del sol y poder ver mi entorno con estos ojos de mujer. Me levanto y me dirijo hacia el espejo, aquel que una vez tapé para evitar ver mi reflejo.

Al destaparlo, me sorprendió ver la imagen de una mujer volteando a verme, mi rostro femenino ya era diferente a lo que acostumbraba a ver en un espejo, me daba una sensación extraña al no conocer a este reflejo pero sabía que dentro de mi siempre lo he sido; mi cuerpo, aún con ropa, se podía notar las curvas y el aura que ahora transmitía era ahora de un ser femenino. Todo complementado con unos senos que me parecían agradables. ¡Vaya la diferencia que hace ver todo con ojos de aceptación!, y más importante, con luz de día.

Mi transición | TGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora