Resentment

Capítulo VI: Ejecución (Parte 2)

Advertencia:
Muerte de personajes principales.
Representación gráfica de violencia.
Leer notas del autor.

Capítulo VI
Ejecución (Parte 2)

¿En qué demonios estaba pensando cuando aceptó esa alianza?

Jin Ling quería salir corriendo de allí, se suponía que eso no debería estar pasando. El objetivo era su tío—lo cual le dolía enormemente—,pero Lan SiZhui y Lan JingYi se encontraban allí sin ninguna razón. Era algo que nunca se acordó en la alianza.

Miró a los ojos a Lan SiZhui, el cual le transmitía su desesperación y levemente el sentimiento de traición a él. Todo esto era un error y resultado de una tonta decisión que tomó desesperadamente con el objetivo de quedar bien ante todas las sectas.

Pero ahora, tenía que hacer algo.

Lan WangJi luchaba desesperadamente contra Jiang Cheng—el cual lo amenazaba con Sandu*— y contra los cultivadores que lo sostenían de los brazos. Estos se negaban a dejarlo ir a ayudar a su familia, la cual estaba siendo amenazada de muerte por cultivadores de toda la dinastía.

Jiang Cheng sentía la desesperación en el Lan a través de aquella intensa mirada. Los movimientos que hacía WangJi eran sumamente bruscos, ya que cada vez que trataba de escapar la piel del cuello de WangJi era ligeramente cortada, causando que sangrara.

Al segundo jade no le importaba nada. No importaba el dolor y el cansancio que sentía ni la amenaza del líder del Clan Yunmeng Jiang en decapitarlo. La impotencia que sentía lo agobiaba y temía del daño de su bebé en caso de que Wei Ying saliera lastimado.

Solo necesitaba que su familia salga sana y salva de allí. Necesitaba que Wei Ying, sus hijos y su bebé estuvieran un un lugar seguro aún así le cueste la vida; porque si no lo lograba, nunca se lo perdonaría por el resto de sus días.

Liu Shen tomó todo el cabello de Wei WuXian en una sola mano y lo jaló hacia arriba bruscamente, haciéndolo gritar de dolor. Luego, tomó su espada ante la turbia mirada del segundo maestro Lan.

—¡Suéltame maldito desgraciado! —gritó molesto Wei Ying temiendo de lo que le pasaría a sus hijos y a Lan Zhan. Sus rodillas y brazos dolían y no lo dejaban pensar con claridad—. ¡Les juro que si le hacen algo a mis hijos, los mataré con mis propias manos a todos ustedes!

—Que divertido es verlo arrodillado ante nosotros gran y poderoso patriarca YiLing... ¡Y no olvidemos de su gran sentido del humor! —rió uno de los cultivadores que lo sostenían—. La dinastía lo quiere muerto, sus "amigos" y las personas en las que más confió están en contra de usted ¿Qué piensa hacer, gran patriarca?

Wei WuXian reaccionó ante aquellas palabras con mucho dolor y preguntándose a sí mismo porqué el destino lo trataba de esa forma. Todos los presentes apreciaron con un sentimiento indescriptible como lágrimas de tristeza y miedo salían de los ojos de aquel hombre ante aquel horrible final que se le avecinaba.

¿Qué hice mal? ¿Aún no he sufrido lo suficiente durante mis dos vidas? ¿Acaso los cielos están en mi contra? ¿Porqué tengo que morir nuevamente cuando iba a dejar todo atrás junto a mi familia?

¿Qué les pasará a mis hijos? ¿Qué le pasará a mi bebé? ¿Qué le pasará a mi esposo?

—No me hagan esto... —susurró derrotado y mirando a cada uno de los líderes se secta, los cuales lo ignoraron para no sentirse culpables de lo que pasaría—. No hagan esto, por favor.

—Antes de finalmente deshacernos de tí, nos divertiremos un rato contigo —dijo ignorando el pedido y haciendo un rápido movimiento con la espada. Lan WangJi temió enormemente—. ¡Ups!