Pov Narración
El nazi espero a que llegara su movilidad, el chofer le abrió la puerta y este solo entro al auto en la parte de los asientos traseros seguido de una sirvienta que cargaba con miedo a los pequeños siameses dormidos.
Al solo llegar a casa se fue a dormir y ordeno a la criada que dejara a sus bebes en la cuna que anteriormente había comprado con su esposa.
Ahora estaba tranquilo, echado en su cómoda cama tamaño matrimonial, tal parece que a partir de ese momento tendría más espacio para moverse como le plazca.
Pero recordó algo.
Su aún vivo padre, el Imperio Aleman, otros le decían Second Reich pero para los amigos era Kasier.
No en serio, solo para los amigos, odiaba que alguien a quien no le tenia plena confianza le diga Kasier.
El nazi recordó que le prometió algo, que cuando su bebe nazca el seria la primera persona en enterarse pero quien se entero primerizo fue Polonia.
En fin, tampoco sabría que Polonia se entero primero del nacimiento del bebé...o mejor dicho de los bebés.
Esa era otra cuestión que tendría que ver como decírselo a su padre. Soltó un suspiro de mal humor, se acomodo bien entre las sabanas y quedo dormido.
Eran las 7:38 am, Thirt Reich se encontraba tomando su desayuno en aquella gran y lujosa casa mientras leía el periódico.
Tenia una gran cantidad de servidumbre que se hacían cargo del mantenimiento de la casa, un total de 9 sirvientas, 3 cocineras, 5 jardineros para el gran patio trasero ,dos mayordomos y su chofer.
(claro, el rico humillando al pobre)
Pero el nazi no comía solo, casi a su lado se encontraban tres sirvientas dándoles el biberón a los siameses, claro que al principio estaban asustadas por la apariencia de los menores pero tuvieron que hacer su trabajo a pesar de todo, una sostenía a los siameses ,una le daba biberón a un bebe y la otra chica le daba el biberón al bebe que era un poco más revoltoso que su hermano.
Luego del desayuno, Thirt Reich salio de su hogar seguido de una sirvienta que llevaba a los bebes siameses dormidos dentro de un bonito coche para bebes.
Que se puede decir, el coche fue un regalo de Second Reich cuando se entero que su nuera estaba embarazada.
Evidentemente, a aquella mujer no le gusto el color sin embargo no se podía quejar, era un regalo de familia después de todo.
¿Y que hay de Reich?
Bueno, a el si le gusto aquel cochecito.Al caso, el führer iba camino a la casa de su padre, ya que le dio su palabra de presentarle a su primogenito cuando este nasca y Reich es un hombre de palabra.
Esta vez prefirio caminar que a ir en auto, la caminata era tranquila, hasta inclusive escucho una tierna e infantil risilla de uno de sus bebes.
Pasaron unos 38 minutos aproximadamente y ya había llegado a casa de su padre, no vivían tan lejos uno del otro.
El de símbolo peculiar paso por el pequeño camino que llevaba a la puerta principal, toco el timbre de esa no tan lujos casa, era una casa simple sin muchos lujos.
La puerta de roble fue abierta por una sirvienta del hogar, la única que trabajaba ahí la verdad.
-- oh ,buenos días señor Thirt Reich, es un gusto recibirlo -abrió un poco más la puerta dándole paso al nazi y a la mujer que empujaba el cochecito-
-- buenos días ¿mi padre esta en casa o ha vuelto a salir? -dijo de forma algo seria y tranquila, su padre solía salir quien a donde y aveces demoraba un poco-
--no ,él esta en su biblioteca, en este instante ire a avisarle sobre su visita -cerro la puerta una vez la mujer entro con el cochecito, sintío felicidad al ver que el nazi al fin había tenído al bebe, dejo sus pensamientos de lado y fue a la pequeña biblioteca que el imperio tenía en su propia casa-
Thirt Reich solo se quedo parado en medio de aquella elegante y un poco rustica sala de estar, observando con detenimiento las pinturas que el mismo había pintado.
Si, Kasier a valorado las pinturas de su hijo llegando a querer apoyarlo pero después de la "Gran guerra" o "Primera Guerra Mundial" su hijo dejo su hobbie de lado y se dedicó plenamente a su nación.
El nazi sentía nostalgia al ver nuevamente sus antiguas pintura que su padre había colgado en la paredes de su hogar ,parece que estaba orgulloso de las obras de su hijo.
--Que extraño que hallas venido a visitarme ,pense que solo venias para pedirme consejos para tu gobierno o solo para alejarte de tu esposa y embriagarte aqui -una voz serena y calmada se hizo presente en aquella sala, era Second Reich-
-- agradece que no te envíe a un hacilo donde te visitaría una vez al mes -respondio dandose la vuelta y mirando a su padre-
--si lo huvieras echo, habría escapado de ahí, ir a tu casa ,botarte a la calle y darte con la correa en medio de la calle -esta vez se disgusto un poco pero aún se mantenía tranquilo-
--sería la primera vez que me golpearías -solto un suspiro para seguidamente sentarse en uno de los sofás- hay un tema que quiero hablar contigo, es importante
-- -imito la acción de su primogénito- ¿más importante que terminar de leer mi libro "Hamlet"? imposible
-- si, esto es más importante que tus estupidos libros -hizo una corta pausa y siguio hablando- mi esposa a dado a luz ayer a la media noche, el bebé es varón
-¿en serio? y donde esta mi nieto?! exijo verlo! -reclamo-
Thirt Reich llamo a su sirvienta quien trajo a los bebes entre brazos.
La cara que puso el imperio al ver a sus nietos era dificil de comprender, pues ni siquiera el nazi sabía si esa cara era de impresión, enojo, miedo o disgusto.
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chale
deje esto más muerto que mi vida socialJAJAnividasocialtenialaminachota
F
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/X°¿Maldición o Bendición?°X\
FanficAlemania Occidental y Alemania Oriental siempre se han apoyado entre ellos, siempre se han querido ,si peleaban no podían estar lejos del otro. Todo el tiempo estaban unidos ... Literalmente....