⌁ ℝ𝕠𝕞𝕡𝕚𝕖𝕟𝕕𝕠 𝕝𝕒 𝕔𝕦𝕒𝕣𝕥𝕒 𝕡𝕒𝕣𝕖𝕕 ⌁

3. Estereotipos

—Ya, tranquilo... —Alzando sus manos—. No creo que sea para tanto.

— ¿Qué no es para tanto? —Exclamó dándole la espalda—. ¡Es mi reputación la que está en juego!

—Sí, pero dudo que todos piensen como tú crees.

—No, claro... —Entornó sus ojos—. Sólo más de la mitad del fandom, casi nada. —Agregó sarcástico.

—Plagg, creo que estás exagerando. —Tomándolo entre sus manos, buscando aplacar su enojo—. ¿Por qué no te relajas un poco? —Dando una suave caricia a su cabecita, y el pequeño felino pareció ablandarse—. Así puedes comerte una buena porción de Camembert...

La sola mención de su queso predilecto no hizo más que volver a caldear su humor, despegándose bruscamente de su portador.

— ¡Y ese es el problema! —Con sus bracitos en jarra—. ¡Creen que todos mis problemas se resolverán con queso! —Adrien le hizo señas con las manos, instándolo a explicarse mejor—. Mira, estoy cansado de que los Miraculers piensen que yo solamente soy un kwami glotón amante del queso, que haría cualquier cosa —haciendo énfasis en esa frase—, por obtenerlo... Digo, sé que el Camembert es mi cosa favorita en el mundo entero, pero vamos, tampoco es una obsesión enfermiza.

—Perdón, Plagg, no quise hacerte sentir mal.

—No, está bien... —Jugueteando despreocupado con su colita—. Eso les demuestra a los Miraculers que también tengo sentimientos. —Se encogió de hombros—. Digo, no es que sea un sentimentalista empedernido fanático de las emociones... —Dio un ligero revoleo de ojos—. Pero sí me preocupo por otras cosas aparte del queso.

—Eso lo tengo presente... —Sonrió sinceramente—. Como aquella vez que tocaste el piano conmigo, ¿recuerdas? —El kwami asintió apresuradamente, con un gesto más animado—. Me hiciste olvidar el dolor y la tristeza de perder a mi madre... —Dio una pequeña caricia a su mentón—. Y no cualquiera hace eso por mí.

El pequeño ser negruzco se sonrojó un poco, al dejarse vencer por el afecto desinteresado del blondo.

—Hey, Plagg...

— ¿Hum?

—Sé que te disgustan los estereotipos que te hacen los que ven la serie... —Formó con sus labios una línea recta y llevó una mano a su barbilla—. Y pensándolo bien, ¿a quién no? —Frunció levemente el ceño—. A mí me pintan como un chico sometido a mi padre y completamente manipulable... —Formó un mohín con los labios.

—Oh, sí. —Aguantándose las ganas de soltar una risotada—. Por eso es que te has ganado un montón de apodos... —Haciendo piruetas en el aire—. Adrien el princeso, la gata pasiva, Rapunzel Agreste, gatubela...

El carraspeo incómodo del rubio hizo que Plagg soltara una risita traviesa y cubriera su boca con su manita.

—Bueno, sí... —Resopló disgustado—. Pero tú sabes perfectamente que no soy así. Mi complicada vida engloba mucho más que eso. —El ser místico apuntó al ojiverde, dándole la razón—. Por eso quiero decirte esto... Aunque muchos en el fandom tengan una idea errónea sobre ti, no te desanimes por eso. —Dio palmaditas a su cabeza—. Porque yo te conozco casi a la perfección, y para mí, eres el mejor compañero de aventuras que puedo tener.

El kwami de orejas puntiagudas quedó desprovisto de palabras ante el dicho tan confortante del modelo. Y fue allí cuando sus sentimientos naturales se revolvieron en su interior y lo movieron a corresponder y agradecer lo que le dijo con un pequeño abrazo.

—Gracias, Adrien. —Frotando su mejilla en su camiseta—. Eres el mejor Chat Noir de todos.

Luego de unos de segundos unidos, Plagg abrió sus ojos y tosió para despegarse.

—Eh, bueno, no nos pongamos tan susceptibles... —Rascándose la nuca con una pequeña gota de sudor—. Aparte tengo un poco de hambre. —Mordiéndose el labio inferior.

—Por supuesto, eres Plagg. —Sacando dentro de su camiseta una buena porción de queso—. Ten.

Los ojitos del felino brillaron al ver el lacticinio.

— ¿Estabas preparado? —Parpadeando un poco confundido.

—Claro amigo... —Con una sonrisa alegre—. Soy tu portador, mi deber es cuidarte. Y ese cuidado incluye darte de comer cada vez que lo necesites.

La sonrisa de ser de la destrucción se hizo más grande, volando alrededor de la mano del chico antes de arrebatarle el Camembert.

—Gracias... Hola belleza, ¿tienes planes para hoy? —Preguntó con tono incitador al queso—. ¿No? Bueno, yo sí —le dio un mimo—, y te incluyen. —Acto seguido, engulló la porción de una sola vez—. Mmm, tan delicioso como siempre.

Adrien solo se limitó a mirar su pequeño amiguito con ternura, acostumbrándose a su manera tan única de ser que solo él comprendía plenamente y que tanto apreciaba.

En ese instante, un mensaje llegó a su celular, extrañándose un poco al ver que quien lo mandaba era su compañera de coletas y ojos azules, preguntándole por una tarea de química. Raro, porque se supone que esa tarea era de la semana pasada.

—Mira eso... —Expresó tranquilo—. Si es mi gran y buena amiga, Marinette.

Plagg se asomó por encima de su hombro, fisgoneando el mensaje, y soltando un gruñido un poco entretenido.

—Hey, Adrien. ¿Sabes cuál es otro apodo muy famoso que te ponen en el fandom?

— ¿Cuál?

—Ciego.

— ¿Ah? —Peinándose confundido la cabellera—. ¿Y eso por qué? Mi vista está más que perfecta.

Seguidamente, se dirigió a una gaveta, de donde sacó unos anteojos negros y sofisticados, se lo colocó, y se puso a leer un par de líneas de un libro cualquiera; sin entender el motivo de ese raro mote.

—No tengo idea... —Dándole la espalda y riendo con diablura—. Tú sabrás.

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Han pasado milenios desde que actualicé esta cosa CX, pero helo aquí :3 Ya me tocaba liberar un poco mi estrés y escribir alguna tontería por ahí ^^

Pobre Plagg, lo estereotipan más que quien sabe qué :c Pero que bueno que dejó claro su punto de vista con respecto al tema ^w^ Y demostrando lo mucho que quiere a Adrien como portador y como amigo <3

Sobra decir que este drabble está dedicado a @Alex-Sol, que está a casi nada de hacer huelgas para que traten mejor a nuestro amado kwami de la destrucción XD #TodosSomosPlagg

Aún tengo mucha cuarta pared que romper, así que acepto sugerencias :)

¡Nos leemos pronto!