5. Mejor no preguntar (1/3)

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Antes de comenzar, les menciono que, por ser muchas preguntas, dividiré este especial en tres partes; así se me hará más fácil redactar todo.

Ahora sí, lean.

—Anda, empieza... —Peticionó impaciente Dj—. Estoy aburrido.

—Yo también. —El bohemio puso ojitos, animando con la mano—. Por fa...

La de melena negra rizada y orbes mieles bufó cansada.

—Lo haría, si estuviéramos completos. Esperen un poquito.

— ¿Qué? —Indagó Chloe, rascándose la sien—. Vinieron todos los que podían, ya.

Samantha negó en silencio. Seguidamente, se oyó un golpeteo en la trampilla, haciéndola sonreír de oreja a oreja. No tardó en quitar el pestillo, cediéndole el paso a una conocida italiana de larga cabellera café y gemas verduzcas.

Todos sonrieron amables y saludaron, menos Kagami, Marinette y Adrien, quienes ya habían tenido toscos encuentros con ella y no les agradaba mucho la idea que estuviera allí.

—Éramos pocos y parió la abuela. —Murmuró la Tsurugi, en postura remisa.

—Hola igualmente, Kag. —Contestó Lila con viso granujo.

—Ella también participará. —Ambas azabaches quebraron el gesto—. Relájense, eso lo hará más interesante. Ahora sí, iniciemos el interrogatorio.

La trigueña mostró unos papelitos con sus nombres y los metió en un saquito; siendo ese el procedimiento para que la o el interrogado saliera al azar.

—Juleka. —La mencionada se sorprendió levemente—. Sólo dos. ¿Lista? —Ella asintió firme—. Vale. "¿Sabías que una amiga te emparejaba con tu hermano porque no sabía que eran hermanos?".

Juleka miró a su pariente, y de inmediato se sacudió con repelús.

—Ugh. Gracias al cielo Luka es mi hermano. Imaginármelo como novio me da escalofríos; qué pesadilla.

—Juls, acéptalo. —Intervino el de joyas marinas—. De no serlo, te morirías de ganas por ser mi novia. —Ella revoló sus ojos—. Aunque claro, no tendrías ese honor... Ese puesto está reservado para una sola persona.

Sonrió enamoradizo, dándole un efímero vistazo a la franco-china, quien captó la indirecta y se enrojeció de golpe.

—Uh —emocionada por la adorable escena—, sigamos. "¿Por qué tapas tus ojos? Si son hermosos, pa mí que si usaras el cabello en una coleta le va a dar una hemorragia nasal a la pobre Rose".

La guitarrista se atragantó con su propia saliva, y su rostro la delató al colorarse de un intenso carmín.

—Amm... No hay ra-razón en particular, sólo... Soy un poco tímida y... Me gusta lucir el cabello así.

Aun con su excusa, esa faceta cohibida no pasó desapercibida por nadie, haciendo que la habitación se volviera un murmullo de comentarios colmados de indagaciones.

— ¿Roseka en acción? —Dedujo la hija del alcalde con simulada candidez.

—Yo creo que sí. —Avivó la castaña con trastada.

—Whoaaa, sin duda eso dejó mucho que pensar... —Comentó traviesa la Césarie, a lo que la Couffaine ocultó el rostro en la espalda de su hermano con una sonrisa tímida—. Lástima que Rose no esté aquí. De otro modo aclararíamos mucho, ¿o no, Sammy?

—Eso no es nada, Alya. Estamos calentando. —Sacó otro papel, y al leer el nombre, hizo su mejor esfuerzo para contener una risotada—. Nino.

— ¡Váyalo! —Él dj giró su gorra hacia atrás—. Dispara.

⌁ ℝ𝕠𝕞𝕡𝕚𝕖𝕟𝕕𝕠 𝕝𝕒 𝕔𝕦𝕒𝕣𝕥𝕒 𝕡𝕒𝕣𝕖𝕕 ⌁Where stories live. Discover now