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PRIMERA PARTE
"El rio fluye en severa corriente hacia el océano como mis sentimientos que se ponen fuera de control, pues por mi legado mato y por eso tomo mi espada con la que espero no hacer más daño del que deba hacer
Ahora, me arrodillo ante los que me preceden y tomo mi vieja armadura gastada por tantas otras batallas, me dirijo a un destino que por esta vez prefiero ignorar
Mi hijo me acompaña, el vendría conmigo hasta el mismo infierno y yo bajaría al infierno por él, es mi linaje salido de mis entrañas y le amo con la fuerza que solo una madre dragón sabe hacer
¡Ante la locura de las enseñanzas de los diabólicos que nuestra luz sea el faro de supervivencia!
Nunca aceptare lecciones de alguien que ha aceptado la oscuridad en su vida como una bendición, antes reclamaría su cabeza como trofeo por el dolor que causa tal estupidez, la lluvia de flores de cerezo ha comenzado y debemos partir
Mi madre, mi querida y amada madre nos da una bendición antes de partir, más yo no deseo tal protocolo y la abrazo porque una hija no debe respetar murallas que no tienen sentido dentro del palpitar de un pecho rebelde, las lágrimas de verdad hacen más llevadero el dolor
Y al fin, en el sendero de la gloria, de esa gloria que sabes que obtendrás porque hay seguridad que se está haciendo lo correcto
Vamos hijo, hijo del sol y la nube que nos espera un faro hacia la libertad al cruzar el puente de oro hacia donde la sombra ha puesto su bandera
Ya se ven los árboles quemados y los gritos de desesperación de quienes han sucumbido y en el medio como un gigante de putrefacción se alza nuestro mayor enemigo, que un día se dijo familia para luego traer muerte y caos a las vidas de quien juro proteger
¡Saika! Lluvia de flores en la pobreza de espíritu, démonos la mano hijo y corramos juntos al combate mientras cortamos con nuestras espadas a nuestros enemigos sin piedad pues no la merecen, los filos de nuestras espadas son ahora jueces de la única justicia real y que importa
Caen bultos de seres inútiles a la creación a nuestro alrededor, pero no nos duele, es lo que se debe hacer y ahora saltemos a por quien debe caer si o si
El traidor da manotazos absurdos para espantarnos como moscas, pero nada le sirve cuando ambos cortamos sus manos cada uno con nuestras espadas que son la extensión de nuestras almas, sus gritos son música de guerra y ánimo para continuar
Ahora de mi mano derecha una llamarada y de la mano de mi vástago un rayo, contamos hasta tres para hacer la ejecución final y actuamos impactando ese corazón corrupto dando fin a uno de tantos en esta lucha entre dos fuerzas que no acabara hasta que la Gran Madre haga su gran jugada, pero esta es una victoria necesaria pues todo va a pequeños pasos y saltarse alguno es fracasar"
