Obviamente, para los padres de Isabel que su hijo Ovidio hubiese desaparecido, oficialmente claro, está siendo una gran tristeza y también obviamente para Isabel que sabe la verdad y lo último que vio de su hermano fue su cadáver decapitado es un agobio fingir que no sabe nada
Pero no la tristeza, esa no la tiene que fingir y no solo por la pérdida sino porque en el fondo de su corazón no sabe si su hermano tenía algo de amor por ella y jamás obtendrá esa respuesta
Esmeralda por otro lado después de salvar la vida por tan poco en cuanto estuvimos en tierra firme se dispuso a arreglar todo el papeleo por si algún día faltase, en cierta forma se puede decir que se volvió paranoica
En cuanto a Andrés ha procurado seguir su vida normal como si nada de esto hubiera ocurrido nunca y bueno, seguimos juntos, ahora que el verano finaliza lo único que le pone nervioso es que va a conocer a mis padres que llegaran de Japón en navidad, para fastidiarlo le voy diciendo los días que van pasando hasta el 22 de diciembre que es cuando está previsto que lleguen
Bueno, ahora mismo son las 8 y he salido del taller de Esmeralda donde he empezado a crear una colección para el invierno basada en los trajes tradicionales gákti de la etnia sami de Finlandia, con mucho azul y rojo además de mucha fantasía como todo lo que se hace en este taller y bueno, se puede decir que estoy agotada pero no solo por el trabajo también por la formación que he comenzado. Entre otras cosas me he puesto de meta hablar más fluida la lengua castellana hasta que se note lo menos posible que soy de otro país en mis conversaciones
Pero bueno, ahora mismo Isabel me espera para ir junto a mi abuela y tocan otros asuntos, asuntos sobre lo que nos depara el futuro a causa de todo lo que ha pasado, le digo en cuanto estoy a su lado
-Qué raro se me hace que te estés dejando de teñir el cabello de morado y te estas dejando tu rubio natural – me dice
-Bueno, todo son cambios, algunos no esperados pero que no podemos hacer nada porque no ocurran ¿verdad? - de repente me trata de dar un puñetazo y se lo paro al segundo, le digo
-Has mejorado, pero todavía te queda mucho por aprender, aunque vas rápido, hoy casi me das –me dice
-No mientas, pero si la verdad es que tu abuela enseña bien pero claro no llevo desde casi los pañales como tu entrenando, por cierto, me ha dicho que utilice el nombre de Tsukiyumi a partir de ahora contigo y con ella – le digo
-Arco de luna, así te dijo tu difunto hermano con otras palabras, pero él dijo mun achi o algo así que es utilizando la palabra de moon que es inglés, dudo que tuvieras un nombre japonés en otra vida que fuera ese, sin embargo Tsukiyumi me suena perfecto, a partir de ahora para mi serás Tsukiyumi- San o más bien onēsan, hermana mayor, después de lo que hemos pasado creo que así lo siento más que prima – me dice
-Bueno entonces yo debería llamarte imōto, hermana menor ¿no? o Saku-Chan que es como te llama tu abuela –le contesto...
-No te pases, además te recuerdo que es posible que sea la reencarnación de una diosa y tu mi guardiana, no me llames de chan, un respetito – le digo para picarla y me dice
- ¡Creída! - y se va sola enfurruñada hacia la parada del autobús...
Cuando llegamos cerca de las nueve y media a casa de mi abuela ya nos está esperando, charlaremos, cenaremos y luego vendrá el motivo por el que nos ha citado a estas horas, bueno, ha citado a Isabel porque yo vivo aquí
Tía Marisa al final pidió encarecidamente a mis abuelos que no se buscasen otro lugar donde vivir y al final tuvieron que aceptar y yo pues voy en el paquete, pues no gano aun suficiente dinero para buscarme una casa y en cuanto a la nacionalidad aun no la tengo, pero va viento en popa