Capítulo 10: Práctica Psíquica

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Una voz llamaba a Amy, pero no era la voz de ese Pokemon, Mew. Era la voz de...

"¿Amy? ¿Estás bien?"

"¿Fury?" respondió Amy, luchando por abrir los ojos de sueño.

"Sí, soy yo" dijo Fury, "¿Estás bien? Parecía que hablabas mientras dormías"

Amy finalmente se despertó, todavía estaba en ese mundo, más exactamente en la casa de Fury. Todavía estaba convertida en Espeon. Frente a ella estaba Fury, el Flareon. A un lado, pudo ver que su huevo reposaba tranquilamente en la cama de hojas y paja en la cual lo dejó la noche anterior. Amy miró por la ventana: una luz, de un sol brillante, atravesaba el cristal.

"Ya es de día" dijo Fury, "Dentro de una hora tengo que hacer mi patrulla matutina. Pero ven, te tengo preparado el desayuno"

Completamente repuesta, Amy acompañó a Fury hasta su comedor. Como antes se fijó, la mesa era del tamaño exacto para los Pokemon cuadrúpedos. También había tres sillas, Amy eligió la suya y se sentó,

Con suma dificultad (pues Fury tampoco manos con pulgares), Fury transportó un cuenco con bayas de colores azules, naranjas y rosas. Amy recordaba las bayas Oram, pero nunca había visto las otras dos. Sin embargo, decidió no preguntar, sino probar: algunas tenían sabores dulces y otras ácidas.

"Gracias" le dijo a Fury.

"No hay porque darlas" respondió él, "eres mi invitada"

Amy se sonrojó con esas palabras, y, al parecer, Fury también.

El Flareon también estaba comiendo, exactamente como si fuera un perro, con la única diferencia de que él era educado: no ponía las patas sobre la mesa. Una vez terminadas las bayas, Fury acercó otro cuenco con lo que parecía leche.

"¿Leche?" dijo Amy extrañada, "¿hay vacas por acá?"

"No, es leche de Miltank, de la granja lechera de Merryvillage" respondió Fury, "Deberías probarla, es deliciosa"

Amy se sentía un poco indignada por tener que beber leche de otro Pokemon, pues era algo... inusual. Usualmente, esperaba que al menos estuviera procesada, pero no. Sin embargo, no quiso ser malagradecida, por lo tanto, se atrevió a lamer un poco, como si fuera un gato.

Su gusto explotó de alegría: estaba realmente delicioso, y eso que no necesitaba azúcar. Ella usualmente no solía tomar leche fresca y mucho menos sin procesar. Pero esa leche estaba más deliciosa que la de cualquier granja o vaca de su mundo. Sin notar que estaba bebiéndola como un animal, se terminó todo el cuenco.

"¿Ves? Te lo dije" dijo Fury.

Una vez terminado el desayuno, Fury decidió que Amy debería ir a ver a Gallia, para que aprendiera algo sobre los poderes psíquicos. Él debía presentarse con Sirden y hacer un reporte de su ronda matutina. Mientras tanto, su huevo podría quedarse en la casa.

"¿Estás seguro?" preguntó Amy preocupada, "¿No le pasará nada?"

"No te preocupes" dijo Fury, mostrando una llave en un colgante que se colocó posteriormente en el cuello, a manera de collar, "Tengo la llave de mi casa. Además, yo regresaré pronto, solo debo hacer rondas por las mañanas"

Más tranquila, Amy le dio las gracias. Ella se puso en camino a la casa de pacientes de Gallia. Tardó unos minutos, pero indudablemente llegó.

Gallia estaba hablando con otro Pokemon: se parecía a un conejo, pues tenía una cola blanca y esponjosa, su cuerpo era de color crema con áreas rosadas, sus orejas eran caídas y tenían un rizo que aparentemente era de pelaje, utilizaba unos aretes dorados y sus ojos azules eran brillantes. Parecía que tenía características de hada.

Pokemon, Un hogar como ningunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora